La semana que vivimos 'peligrosamente': quien rompe, paga

Por ello se pudo ver de forma un tanto lamentable cómo Romain Grosjean, en los segundos entrenamientos libres del viernes, trazando la Curva número 12, sentía cómo su coche sufría un aparatoso accidente, al levantarse una tapa del alcantarillado del circuito, pues este elemento destrozaba uno de sus neumáticos y hacía que posteriormente el piloto perdiese el control de su bólido, a más de 280 kilómetros/hora. Como la escudería Haas tuvo que recomponer el coche prácticamente en su totalidad durante horas y horas, luego cifraron en 560.000 euros la factura pendiente que según ellos deberían abonar los organizadores del trazado de Sepang. "Tenemos que hacerlo. Fue algo que no estaba en nuestras manos", confesó Guenther Steiner, responsable del equipo. Seguidamente añadió: "No puedo asumir gastar medio millón porque a alguien se le olvidó soldar algo. Pagamos una tasa para venir aquí. Lo hablamos y fuimos muy profesionales. Tienen un seguro, así que veremos lo que podemos hacer”. Ojala esto siente precedente por su lógica aplastante.

El español Carlos Sainz andaba con la mosca tras la oreja tras su obligada retirada en la carrera de Malasia, posiblemente a causa de un problema en el propulsor de su monoplaza, de reproducirse ésta u otra parecida en Japón. Tras confirmarse sus peores presagios al manifestarse la avería confesaba: "Ya sabemos lo que ocurre con las penalizaciones. Aunque no estamos totalmente seguros, la parte eléctrica del MGU-H falló. No lo esperábamos porque era muy nueva". Una verdadera faena, según palabras del madrileño, ya que "esperábamos hacer con él una buena parte de lo que quedaba de año”, añadiendo que esto supondría “una última parte de la temporada muy difícil en ese aspecto". Sainz sentía que su Toro Rosso aspiraba a situarse en la mitad superior del pelotón, al contar con un buen ritmo de carrera. Más tarde una buena noticia, borró ese sinsabor inicial.

Esa revelación no podía ser otra que el paso inmediato de Sainz al equipo Renault Sport F1 para la próxima cita del Mundial en la carrera del Gran Premio de los Estados Unidos a celebrar en Austin, algo que se venía vaticinando desde hace tiempo, incluso para carreras ya celebradas. El mayor damnificado por todo este asunto es el piloto británico Jolyon Palmer, que no tuvo más remedio que confesar: "El GP de Japón será mi última carrera con Renault. Con mi sanción en parrilla de 20 plazas, empezaré casi al fondo, pero daré todo lo que tengo, como siempre. ¡Gracias a todos por el apoyo en estos dos últimos años!". Seguidamente la Scuderia Toro Rosso daba fe de lo anterior respecto a la mudanza de Sainz con los del rombo, sumado al regreso de Daniil Kvyat. La pregunta que muchos nos hacemos, son las auténticas razones de todo este baile de pilotos, unos que van y otros que vienen, a falta de sólo cuatro carreras.

Por segunda vez en tres Grandes Premios, Sebastian Vettel tuvo que abandonar la carrera, en este caso la de Suzuka, en los primeros giros de la misma, en la cuarta vuelta. En la cita nipona, una simple pieza de su propulsor, una bujía, causó que el Ferrari del alemán quedase KO. El equipo trató de solucionar el problema detectado antes de tomar la salida, incluso variando los parámetros en la configuración electrónica del coche, pero sin éxito. Más tarde el responsable jefe del equipo transalpino, Maurizio Arrivabene, aseguró en el comunicado de prensa emitido por los de Maranello: "Vamos a continuar con la lucha con todas nuestras fuerzas lo que resta de campeonato". Seguidamente añadió: "Sabemos que el coche, los pilotos y el equipo están motivados". Y para finalizar confesó: "Por eso vamos a abordar las próximas citas aunando un gran esfuerzo y una mayor determinación. Hasta la última curva del último Gran Premio". ¡Parece mentira, el giro que han dado los acontecimientos para Vettel!

El que tampoco obtenga los mismos resultados a los que nos tenía acostumbrados, comparados con la brillantez exhibida no hace tanto tiempo es Valtteri Bottas. Y es que al finlandés en las dos últimas citas, los Red Bull le han tomado la delantera, impidiéndole pisar el podio. Como Bottas ha comentado abiertamente este hecho, Nico Rosberg sorprendió a muchos al decir: "Desde mi punto de vista, no es lo ideal que Bottas hable públicamente sobre sus problemas, porque eso crea una ola y no ayuda". Luego el alemán añadió: "Es mejor reservártelo para ti mismo, pero él lo hace a su manera. Es un gran piloto". El finés seguidamente explicaba: "Simplemente digo las cosas como son. No estoy interesado en nada más. Sólo pienso en mis propios objetivos, en mis metas". Creo que si no me falla la memoria, en su día, cuando las cosas no le rodaban bien, Rosberg comentó sus problemas dentro del equipo Mercedes a los cuatro vientos y mucho más allá.

De sumar lo anterior, más el desplome por diversos motivos del equipo Ferrari en las últimas carreras, el más beneficiado de todo ello ha sido Lewis Hamilton, dado que atesora una ventaja con Vettel de 59 puntos, como segundo clasificado respecto a la tabla de pilotos. Por tanto, ante la siguiente cita en el trazado de Austin, el británico podría proclamarse Campeón del Mundo por cuarta vez bajo determinadas condiciones. Pero antes de todo ello, Lewis tuvo que reconocer lo siguiente: "Sinceramente, no me hubiera imaginado tener esta ventaja por estas fechas, pues Ferrari nos lo ha puesto muy difícil durante este año". Seguidamente recordó a los que no son tan visibles a nivel mediático: "Mi equipo ha hecho un trabajo fenomenal, la fiabilidad ha sido clave. Son muy meticulosos y por eso tenemos los resultados que tenemos, luego les debo todo”. Así que salvo hecatombe, una nueva temporada triunfal de las flechas de plata.