La semana que vivimos 'peligrosamente': sentencia en diferido

Desde entonces, las cosas no han rodado demasiado bien para Daniil Kvyat, siempre con la espada de Damocles pendiente de caer sobre él, con rumores constantes sobre su continuidad o no en el equipo de Faenza. Para colmo y después de 'perderse' las carreras de Malasia y Japón, regresó en la de Estados Unidos, para acabar la misma en la décima plaza y con un punto. Pero de nuevo en la cita de México, su equipo confirmó la alineación de pilotos, con una nueva ausencia de Kvyat. Fueron por tanto Pierre Gasly y Brendon Hartley, los que disputaron ese Gran Premio. Como las cosas pueden siempre tender a peor de mediar Helmut Marko, este dejó claro que resultará casi imposible volver a ver sobre un Toro Rosso a Kvyat, tanto en las dos carreras que restan para finalizar el Mundial, como seguramente en 2018, de la siguiente manera: "No regresará. No creemos que sea capaz de cambiar las cosas a largo plazo". Creo que Kvyat nunca mereció semejante trato.

Visto lo anterior, al ruso no parece quedarle otra que apuntarse a la muy poblada lista de pilotos que aspiran a un volante en el equipo Williams, algo que se antoja verdaderamente complejo, dados los intereses que se moverán para otorgar ese copick de los de Grove para la temporada 2018. De hablar de nombres, está el brasileño Felipe Massa, actual compañero de Lance Stroll y que finaliza contrato este año, y hay que sumar a Pascal Wehrlein, Paul di Resta y Robert Kubica. Quizás a modo de 'recomendación' hacia el ruso, Christian Horner, como responsable jefe de Red Bull, quiso echarle una mano al comentar lo siguiente: "Creo que ha demostrado lo suficiente para ganarse un volante en otra parte, así que pienso que sería un buen candidato sin duda". Esperemos que las palabras de Horner, puedan tener cierto peso en la decisión final de Williams, aunque sin el debido apoyo económico, difícil.

Alain Prost, en su papel de consejero del equipo Renault Sport F1, está encantado del trabajo desplegado por un madrileño recién llegado al comentar: "Siempre hay un riesgo cuando se cambia un piloto durante la temporada, pero realmente lo necesitábamos". Seguidamente no tenía más remedio que añadir, respecto a la salida de Jolyon Palmer: "No quiero ser grosero con él, pero somos constructores y buscábamos tener mejores resultados sumando puntos, aunque sabemos que todavía tenemos mucho que hacer, por ejemplo, respecto a la fiabilidad". Por último, en cuanto a la continuidad de Carlos Sainz más allá del 2018, el francés lo tiene claro al confesar: "En ese aspecto no tenemos todas las llaves. Fuimos afortunados de conseguir a Sainz, pero no sabemos si lo tendremos por mucho tiempo". Lo importante para Renault, según Prost, es seguir afianzándose en la parrilla de manera ascendente, entablando además una fuerte relación con sus pilotos.

Bernie Ecclestone siempre pendiente de que no ser olvidado ni un solo minuto, volvió a ofrecernos la siguiente jugosa 'reflexión': "La F1 es Ferrari y Ferrari es la Fórmula 1. Ayudar a la Scuderia siempre ha sido lo más inteligente, muchas veces a través de la normativa técnica". Según el británico, esto viene de lejos, años, aunque de situarnos en fechas próximas desde un equipo en concreto, Mercedes en el 2015, los de Brackley ya pudieron echar una mano a los rosso corsa. Luego claro está, reconocía que esto es muy dificil de demostrar. Finalmente en caída libre, Ecclestone confesaba que en esta temporada "no hay duda de que les ayudaron con el motor en un determinado momento, pues ganar un campeonato del mundo a Ferrari siempre vale más. Si Mercedes decidió transferir tecnología a Maranello, diría que fue un buen movimiento". Me pregunto cómo este hombre dueño de esta enorme imaginación, no la enfoca hacia la novela de ciencia ficción o algo similar.

Como es lógico desde Mercedes de manera casi inmediata, su responsable jefe, Toto Wolff, tuvo que contradecir y desmentir las citadas declaraciones de Ecclestone de manera clara, nítida y rotunda. "Bernie es la única persona que puede lanzar una granada desde la otra punta del mundo y que explote en el paddock de la Fórmula 1. Me encantan sus historias. Echo de menos que animara las reuniones de esta forma. Por supuesto, lo dicho no tiene ningún sentido", argumentaba el austriaco con tono mitad serio, mitad irónico. Hasta Christian Horner desde Red Bull, ponía su grano de arena para darle a este asunto un punto de irrealidad al confesar: "Está claro que existe una relación muy próxima entre Ferrari y Mercedes y es la forma en la que trabajan en las reuniones. Uno no levanta la mano si el otro no está de acuerdo. Sobre si uno ha ayudado al otro, yo lo descartaría". De convertir todo este asunto en un tema musical, propongo llamarlo 'Son cosas de la edad'.

A falta de dos Grandes Premios por disputar y remontando posiciones desde el final de la parrilla por lo sucedido en los primeros compases de la carrera mexicana, Lewis Hamilton sumó un nuevo mundial y ya son cuatro. Sin embargo, resulta un tanto sorprendente que luego el británico afirmase que "ha sido el título más complejo de conseguir", si nos detenemos en rememorar lo sucedido en los tres anteriores. Posiblemente el que su monoplaza no tuviese un dominio tan aplastante desde la primera cita de la temporada, pueda haber tenido algo de peso en esa apreciación. Finalmente qué mejor reconocimiento a esta gesta, que la opinión de su compatriota Damon Hill, campeón en 1996, al confesar: "Hamilton ya es uno de los mejores y más talentosos pilotos de toda la historia de la F1, uno de los más rápidos y quien mejor ha gestionado las condiciones que necesitaba para cumplir con su ambición, así que merece todo mi reconocimiento". Ya se verá si el año próximo, todo sigue del mismo color.

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