La semana que vivimos 'peligrosamente': cuestión de opiniones

Fue precisamente el actual poseedor de la corona mundial, el alemán Nico Rosberg, quien dejó el hueco vacante a ese piloto tras su sorprendente retirada, quien confesó recientemente sobre sus posibilidades de relevarle como portador del cetro en 2017: "Que nadie se olvide de Bottas. Realmente tiene una oportunidad ya que es rápido y quizás sea más consistente que Hamilton". Respecto a este último añadió: "Aunque es imbatible en los días buenos, también tiene fines de semana difíciles por varias razones". Decir además que Valtteri suma cinco podios consecutivos. También Nico opinó de la Scuderia Ferrari declarando estar "muy impresionado" este año por el rendimiento demostrado hasta el momento, aunque piensa que su ex equipo tiene el mejor monoplaza en la actualidad y por tanto cuentan con mayores posibilidades de ganar. Veremos que tal la faceta de adivino de Rosberg cuando llegue el mes de diciembre.

Aunque después del reciente anuncio de la continuidad de Kimi Räikkönen para la temporada 2018 vestido de rojo, parecía que sería en el Gran Premio de Italia cuando se diese la otra buena nueva en Maranello, Ferrari finalmente no esperó a tal fecha para confirmar a Sebastian Vettel como compañero del finlandés para los tres próximos años. Así en una escueta nota de prensa de la Scuderia, se podía leer: "Ferrari anuncia que ha extendido su acuerdo técnico y deportivo con el piloto Sebastian Vettel para las temporadas 2018, 2019 y 2020 del Campeonato del Mundo de Fórmula 1". Desde este momento, los rosso corsa quedan al margen de la rumorología habitual en la F1 respecto a su formación, la de su dupla de pilotos, hasta dentro de mucho, lo que ayudará sin duda al trabajo de ambos. Recordar finalmente que Vettel con 30 años, suma cuatro títulos de campeón del mundo conseguidos con el equipo Red Bull, además de 94 podios, de los que 46 son victorias.

Luego de conocerse la noticia, el nacido en Heppenheim comentaba en tono relajado respecto a los rumores que surgieron en su momento sobre un cambio de equipo: "En el paddock al conocer a gente es natural que hables, pero nunca va más allá de una charla, que a menudo versa sobre otros asuntos". Seguidamente confesó lo que realmente se cocinaba de verdad: "Llevaba bastante tiempo hablando con Ferrari. Mi intención era quedarme. Aún no hemos triunfado, nuestra misión todavía no ha acabado. Quiero ganar vestido de rojo", añadiendo la inspiración que le produce Michael Schumacher ante el reto que tiene por delante. Finalmente solo quedaba ensalzar lo que representa continuar allí: "Este equipo me encanta. Me gusta la gente que trabaja para esta marca. Ferrari tiene algo que es único, algo que los otros no tienen. La gente habla de la leyenda, a mí me parece que ésta todavía sigue viva gracias a las personas que trabajan día sí, día también".

Otro de los nombres importantes en la parrilla, Lewis Hamilton, andaría con ganas de solucionar su futuro con el equipo de los de Brackley más allá de la temporada 2018 cuando concluye su contrato. Así medios periodísticos de la isla donde nació el británico comentaban que este ha pedido a Mercedes un nuevo contrato de tres años. La siempre importante cuestión económica rondaría los 120 millones de euros por ese trienio, cantidad similar a la estimada por la renovación de Sebastian Vettel con Ferrari. Para que no quede ninguna duda de la implicación de Hamilton con su actual equipo y sus deseos de permanecer mucho tiempo más allí, confesó recientemente: "Tengo la fortuna de trabajar con gente fantástica. Soy una pequeña parte de esa cadena, pero estoy orgulloso y quiero seguir llevando este equipo hacia adelante. Creo que podemos conseguir mucho más, ese es el objetivo. El cielo es el límite". Sabia y acertada decisión la de Lewis, desde luego.

Aunque Fernando Alonso había declarado antes del parón veraniego que empezaba a notar cierta solidez en las prestaciones del propulsor de Honda y veía con ilusión el Gran Premio de Bélgica en el siempre complicado trazado de Spa-Francorchamps, todo resultó luego como en las carreras anteriores. Bien es cierto que la arrancada fue prometedora al situarse séptimo, pero poco tiempo después comenzó a perder posiciones con el resto de los monoplazas, sin que nada pudiera hacerse. Solo quedaba que lloviera para que la carrera diese un vuelco, cosa que no sucedió, aún cuando el español preguntaba reiteradamente por tal posibilidad. Quizás por ello, el bicampeón del mundo optó por una retirada prematura con el argumento de un fallo en el motor. Sin embargo posteriormente el máximo responsable de Honda, Yusuke Hasegawa, aseguraba que su telemetría no mostraba fallo alguno en el propulsor, aunque la opinión del piloto es lo que cuenta. Otro 'abandono' y van unos cuantos.

Hacía tiempo que Dietrich Mateschitz, dueño y patrono del equipo Red Bull Racing, no comentaba nada o muy poco de la Fórmula 1, y en particular, cuestiones que atañen directamente a su propia escudería. Pero el nuevo percance sufrido por Max Verstappen, relacionado con el motor Renault, hizo que el magnate diese su opinión ante tantos fallos técnicos calificándolos de "inaceptables". Lo curioso es que estos parecen afectar más al joven piloto holandés que a Daniel Ricciardo. Solo hace falta ver sus últimas carreras, salvo Hungría, para constatar el buen rodar del australiano. Por último y como suele ser habitual en Mateschitz, la cuestión de pensar en otro proveedor de unidades de potencia, la ve de manera nítida dado que Ferrari y Mercedes son opciones inviables e irrealizables, mientras que sobre Honda afirmó de manera tajante que "no nos ayudarían". Desde luego más claro, no se puede hablar.