La semana que vivimos 'peligrosamente': ridícula desigualdad

Por ello no ha sido extraño que Bob Fernley, responsable de los 'rosados' de Force India, se hiciese eco de que son los de siempre, tres equipos en concreto, los que marcan las diferencias respecto al resto. Como demostración palpable, quedó que hasta en un asfalto como el de Melbourne, tuvo gran cantidad de pilotos doblados. "Creo que va a ir a peor, eso es lo más alarmante", comentó Fernley, añadiendo que los de Liberty Media, sin duda, deben ver esta desigualdad con cierta preocupación de cara al espectáculo ofrecido. De nuevo la palabra 'cambios' para años venideros surge de inmediato, aquellos que logren acercar los unos a los otros. Y claro, el tema económico, la reducción de costes, emerge como punto esencial: "Espero que se pueda solventar en los próximos meses. Por el momento se trata de cuánto dinero puedes gastar, Mientras eso siga así, la disparidad continuará", apostilló con toda la razón, matizando que "es el proceso lo que está mal". Todo sigue igual, como la canción.   Mientras tanto uno de los pilotos enrolado en el triunvirato de cabeza mentado por Fernley, Max Verstappen, confía que con la llegada de nuevas evoluciones en su BR13, podrán aspirar a logros de mayor enjundia. Por tanto cree a pies juntillas, que podrán llegar a la altura de Ferrari y de Mercedes en las próximas citas del calendario, una vez pulidos los contratiempos surgidos al comienzo de este curso. "Es una distancia bastante grande, pero estoy seguro de que podemos reducirla en las próximas carreras", confesaba el holandés. Seguidamente añadía: "Creo que podemos equilibrar el coche, hacerlo más eficiente, con más aerodinámica y velocidad, centrarnos en tener el monoplaza en la ventana adecuada. Luego ya tendremos las mejoras del motor". Y respecto al manido tema del poco ruido emitido por las unidades de potencia, está de acuerdo en que difiere del escuchado en otras épocas, pero lo importante sería "tener más acciones en pista". Hasta Max pide mayor paridad entre los veinte.   Sabemos que allá or el 2015 desde la más alta instancia de McLaren, su presidente, y ante las desavenencias entre Red Bull y Renault, jugó sus cartas para impedir que los nipones pudieran ofrecer a estos últimos la posibilidad de motorizarles en 2016. Ahora pasado largo tiempo, Helmut Marko, tuvo un 'recordatorio' de todo aquello al comentar en tono jocoso: "Estoy muy agradecido que Ron Dennis vetara nuestra ambición instalar propulsores Honda, de otro modo, los tendríamos", añadiendo de paso que sigue sorprendido por el tiempo que a los japoneses les está llevando desarrollar su motor. "Es sorprendente, nunca lo habría imaginado", continuó declarando el austriaco a modo de como el que hurga en una dolorosa herida. Finalmente el asesor de los de Milton Keynes, expuso lo siguiente respecto a la erradicación de los tokens: "Es una bendición. De otro modo, nunca nadie podría haber alcanzado a Mercedes". Yo por el momento les veo cerca, pero no a la par.   Aún con lo ya demostrado en los dos primeros Grandes Premios de la temporada, el responsable de Mercedes, Toto Wolff, admitió que tuvieron sus complicaciones respecto a medir exactamente el potencial de su actual monoplaza. Los factores que pudieron influir en ello, fueron dos su opinión: "Todo el invierno fue complicado, empezando con la retirada de Nico. Necesitas aceptar los cambios, pero cuando llegan inesperadamente, no es fácil. Esto continúo durante la pretemporada", añadiendo que la nueva reglamentación constituyó el segundo eslabón de la cadena. Respecto a su más directo competidor actual, comentaba que ellos no pasaron por semejante trance, lo que les proporcionó un relativo plácido invierno. Por tanto es lógico que luego, según palabras del austriaco "el coche de Ferrari, desde el primer día que lo arrancaron en Barcelona, se mostró muy competitivo". Así que ahora los de Brackley están ante un reto "que les encanta". En la carrera de China, más de seis segundos hubo entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, lo que no está nada mal.    Alguien al que esa distancia con el líder al caer la bandera a cuadros, le hubiera sabido a miel sobre hojuelas, es sin duda, a Fernando Alonso. Incluso terminar en la sexta posición que mantuvo durante cierto tiempo viniendo desde atrás, pasaría a ser catalogado luego por todos como un logro. Desafortunadamente no fue así por su abandono pasadas algo más de treinta vueltas. Además el asturiano tenía claro que el estar ahí, era fruto de un arranque con asfalto húmedo, y no de las prestaciones reales de su McLaren, pues una vez en seco, el piloto poco pudo hacer frente a sus otros rivales. "Creo que las posiciones en las que estábamos, fueron definitivamente una combinación de las condiciones de pista", confesó el ovetense. Pensando en la siguiente carrera añadió: "En Baréin, sin lluvia a la vista, creo que va a ser más difícil, pero vamos a intentar lo mejor y espero repetir ese rendimiento". De terminar entre los diez primeros, ya sería un buen paso, el primero de muchos.   Lo que no estoy tan seguro es si será positivo o no el saltarse uno se esos ‘pasos’ mencionados, el sorprendente anuncio de McLaren de correr las 500 Millas de Indianápolis con Alonso como piloto. Esto provocará  su ausencia en el mítico Gran Premio de Mónaco, al coincidir ambas citas el próximo 28 de mayo. "Estoy muy emocionado de estar en Indianápolis con McLaren, Honda y Andretti Autosport", explicó el español de entrada, asegurando que la carrera monegasca será la única que se pierda dentro del calendario de la F1. El asturiano se subirá a un monoplaza con chasis Dallara, común a todas las escuderías de la IndyCar, dotado de un propulsor Honda biturbo V6 de 2.2 litros, limitado a 12.000 rpm. "Una de mis ambiciones es tener la triple corona, Mónaco, Indianápolis y las 24 horas de Le Mans, algo que sólo ha conseguido un piloto en la historia de los deportes del motor, Graham Hill”, confesó finalmente. Solo queda desearle suerte y muy buenas sensaciones al volante.