Parece que a nadie le preocupa que sea necesario ir despacio, para recargar baterías.
En circuitos con curvas ciegas y durante la “qualy”, el que un monoplaza se encuentre en su trazada con otro más lento, supone un peligro.
O se resuelve técnicamente el tener que reducir la velocidad para regenerar el sistema eléctrico o se limita a un solo vehículo en pista, como se hace en Indianápolis.
¿A qué damos prioridad, a la seguridad o a avanzar en electrificación?
Sandro, además de diseñar circuitos, sabía hacer otras cosas.
Vino a valencia, para “apagar el incendio” que se produjo al enfrentarse el Real Automóvil Club de Valencia con la Federación de Levante.
El RACV preparaba, el que iba a ser el mayor acontecimiento deportivo hasta entonces, el XXV Rallye Fallas.
Su presidente Salvador Benlloch, había conseguido de Ford que patrocinara la prueba y no aceptó el impropio coeficiente que la Federación Regional había otorgado al “Fallas bodas de plata”.
Rocci oyó a los dos bandos y como Presidente de la Federación Nacional, barrió para casa, no modificó el coeficiente y los valencianos nos quedamos sin Rallye Fallas. ¿Para siempre?
Quisiera agradecer en nombre de los intervinientes en las pruebas deportivas del motor, este sencillo homenaje al piloto desconocido.
Como bien ha dicho Raymond, aunque el protagonismo se lo lleva el piloto, hay que hacerlo extensivo al copi, mecánicos, organizadores, oficiales y hasta la Guardia Civil y ambulancias.
Todos los que hacen posible que siga vivo nuestro deporte, a costa de dedicación, esfuerzo y dinero propio, sólo compensado con afición e ilusión.
Magnífico artículo de Raymond Blancafort (una vez más).
Ha sido valiente al opinar oportuna y razonadamente, sobre un tema comprometido donde hay varias espadas de Damocles sobre las cabezas de Pirelli, ingenieros, pista…
Parece que a nadie le preocupa que sea necesario ir despacio, para recargar baterías.
En circuitos con curvas ciegas y durante la “qualy”, el que un monoplaza se encuentre en su trazada con otro más lento, supone un peligro.
O se resuelve técnicamente el tener que reducir la velocidad para regenerar el sistema eléctrico o se limita a un solo vehículo en pista, como se hace en Indianápolis.
¿A qué damos prioridad, a la seguridad o a avanzar en electrificación?
Bonitos recuerdos.
Enhorabuena Raymont
Sandro, además de diseñar circuitos, sabía hacer otras cosas.
Vino a valencia, para “apagar el incendio” que se produjo al enfrentarse el Real Automóvil Club de Valencia con la Federación de Levante.
El RACV preparaba, el que iba a ser el mayor acontecimiento deportivo hasta entonces, el XXV Rallye Fallas.
Su presidente Salvador Benlloch, había conseguido de Ford que patrocinara la prueba y no aceptó el impropio coeficiente que la Federación Regional había otorgado al “Fallas bodas de plata”.
Rocci oyó a los dos bandos y como Presidente de la Federación Nacional, barrió para casa, no modificó el coeficiente y los valencianos nos quedamos sin Rallye Fallas. ¿Para siempre?
Quisiera agradecer en nombre de los intervinientes en las pruebas deportivas del motor, este sencillo homenaje al piloto desconocido.
Como bien ha dicho Raymond, aunque el protagonismo se lo lleva el piloto, hay que hacerlo extensivo al copi, mecánicos, organizadores, oficiales y hasta la Guardia Civil y ambulancias.
Todos los que hacen posible que siga vivo nuestro deporte, a costa de dedicación, esfuerzo y dinero propio, sólo compensado con afición e ilusión.
Magnífico artículo de Raymond Blancafort (una vez más).
Ha sido valiente al opinar oportuna y razonadamente, sobre un tema comprometido donde hay varias espadas de Damocles sobre las cabezas de Pirelli, ingenieros, pista…