Alonso se despide con un 11º en Abu Dabi, victoria de Hamilton

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El GP de Abu Dabi era la última carrera de Fernando Alonso como piloto de Fórmula 1. Después de 17 temporadas en activo en la categoría reina, el piloto asturiano daba un paso atrás para explorar otras formas de automovilismo, con la puerta abierta a un posible regreso en 2020. Se despedía con dos títulos de campeón bajo el brazo, con 32 victorias y 97 podios en su palmarés, y el resto de todo el paddock.

Fernando había dicho que le gustaría ser "invisible" hasta que pasase el fin de semana, pero no pudo escapar a los homenajes a su persona. Uno de los momentos más emotivos se produjo la noche del sábado, cuando la Fórmula 1 organizó una fiesta en su honor en el paddock. Micrófono en mano, el dos veces campeón dijo que le gustaría ser recordado como "un luchador que nunca se rindió" y dio las gracias a todos aquellos que le han acompañado en su periplo por el Gran Circo.

El español llegó al circuito de Yas Marina al filo de las 11:50 hora local, cinco horas antes de la salida, y se rodeó de sus seres más queridos para compartir su último Gran Premio. Entre las figuras que se acercaron al hospitality de McLaren para desearle suerte figuraban nombres como los de Carlos Sainz Sr, Massimo Rivola o el rey emérito Juan Carlos I.

Cuando faltaban 45 minutos para la hora señalada, Alonso salió ataviado con su mono de carreras para dirigirse hacia su box. Por el camino se cruzó con un mar de aficionados y curiosos que querían desearle suerte en su adiós. En la parrilla de salida le acompañaron sus mecánicos, todos con la gorra especial que había diseñado para celebrar la ocasión.

Mientras tanto, la Fórmula 1 calentaba motores para la carrera. Lewis Hamilton tenía la Pole Position y su compañero Valtteri Bottas le acompañaba en la primera fila. Por detrás estaban los dos Ferrari, con Sebastian Vettel en el tercer puesto y Kimi Räikkönen en el cuarto en su última aparición como piloto de la Scuderia, antes de unirse a Sauber en 2019. Undécimo estaba Carlos Sainz, en su última inscripción con Renault antes de dar el salto a McLaren.

Los coches de Mercedes y Ferrari tomarían la salida con neumáticos ultrablandos, como también Daniel Ricciardo, quinto, que decía adiós a Red Bull después de cinco temporadas para iniciar un nuevo capítulo en Renault. Max Verstappen le acompañaba en la tercera fila, pero con el compuesto hiperblando de Pirelli.

También era un domingo emotivo para Stoffel Vandoorne –se marchaba a la Fórmula E– y Marcus Ericsson –IndyCar–, así como para Sergey Sirotkin, sin programa cerrado tras el fichaje de Robert Kubica. Esteban Ocon se embarcaba en un año sabático con el rol de probador en Mercedes, con la esperanza de regresar en 2020. Brendon Hartley sabía que también podía estar en su última carrera ante los rumores que situaban a Alexander Albon en su asiento.

Salida. Lewis Hamilton arrancó bien y conservó el liderato, seguido de Valtteri Bottas. Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen también mantuvieron su posición original. Carlos Sainz seguía undécimo. Fernando Alonso, decimocuarto.

En esa primera vuelta, sin embargo, los protagonistas fueron Nico Hülkenberg y Romain Grosjean. El alemán adelantó al francés en la chicane en la frenada de la curva 9. Los coches se emparejaron al afrontar el vórtice de la 10 y sus ruedas hicieron contacto. Como consecuencia, el Renault de Hülkenberg salió proyectado por los aires y acabó contra el muro de protecciones tras dar una vuelta de campana. El piloto bajó del monoplaza por su propio pie. Los comisarios estimaron que era un simple lance de carrera y no aplicaron ninguna penalización.

El coche de seguridad se retiró al final de la cuarta vuelta, pero la naturaleza del Yas Marina impidió que hubiera sorpresas en la resalida. Hamilton controló el tempo a la perfección y se escapó como líder.

Por detrás, Max Verstappen se las veía con los Force India tras una mala salida. Adelantó a Esteban Ocon en la horquilla, pero el galo le devolvió la maniobra en la contrarrecta por pura velocidad punta. Max lo superó otra vez en el mismo punto en el siguiente paso por meta, pero Esteban volvió a hacer valer su velocidad punta. Verstappen apuró en la frenada de la curva 11 para sentenciar la jugada y afianzarse en la octava plaza.

En la vuelta 7, Kimi Räikkönen puso punto y final a su periplo como piloto oficial de Ferrari. Su SF71H sufrió un apagón y el finlandés lo aparcó en la recta principal. Su avería provocó la salida del coche de seguridad virtual.

Lewis Hamilton aprovechó esa circunstancia para entrar en boxes y poner neumáticos superblandos con la intención de llegar hasta el final sin regresar al Pit-Lane. El periodo de neutralización tan sólo duró un giro, de modo que ningún rival pudo replicar su misma estrategia.

Lewis era capaz de emular a la décima el ritmo de sus rivales, que aún seguían con los ultrablandos. Valtteri Bottas era entonces el líder provisional de la carrera con 1,7 segundos de margen sobre Sebastian Vettel y 4,6 sobre Daniel Ricciardo, que iba tercero.

En la vuelta 14, Carlos Sainz adelantó a Marcus Ericsson para auparse a la octava posición. El español se pegó al sueco después de la curva 10 y aprovechó la ventaja del DRS para rebasarlo por pura velocidad punta. Un poco más atrás, Fernando Alonso era undécimo. Los dos se las veían con Charles Leclerc, que era el líder virtual de la zona media y ya había hecho su primera parada en boxes.

Ferrari llamó a Sebastian Vettel en la 15. El alemán puso superblandos, pero tuvo una parada lenta. Un giro después entró Valtteri Bottas para protegerse con éxito del undercut. Se reincorporó con un margen de 3,6 segundos sobre Vettel. Lewis le precedía con 11 segundos de ventaja.

Los últimos en parar fueron los Red Bull. Max Verstappen lo hizo en la 17 y emergió a la estela de Vettel, a dos segundos de diferencia. Daniel Ricciardo aguantó y asumió el liderato provisional con seis segundos de margen sobre Hamilton.

Al filo del ecuador, llovió en el desierto. Los equipos reportaron lluvia en su radar y la amenaza se hizo real en la vuelta 24, cuando un pequeño frente cruzó el circuito y descargó sobre el trazado. El asfalto, sin embargo, permaneció en condiciones óptimas para los neumáticos de seco.

En la 26, Fernando Alonso se aupó a la novena posición con el abandono de Marcus Ericsson, que se reportó problemas de potencia antes de aparcar su Sauber en una de las escapatorias. Un giro después, sin embargo, Charles Leclerc le adelantó y el asturiano regresó a la décima plaza. Paró poco después.

En la 30, Stoffel Vandoorne tuvo la mano más alta en una pelea a tres con Romain Grosjean y Esteban Ocon, en la pelea por el undécimo. Grosjean le adelantó en la chicane de la contrarrecta, circunstancia que Ocon aprovechó para emparejarse con ellos y lanzar un ataque contra los dos en la recta que conducía a la curva 11. Con la ayuda del DRS, Vandoorne se resarció, ganó el interior y conservó la posición. Minutos después, sin embargo, los dos le adelantarían limpiamente fruto de la diferencia prestacional de sus monoplazas.

Daniel Ricciardo, el único de los favoritos que todavía no había parado, entró en boxes en la vuelta 34. En aquel instante se reordenó la clasificación: Hamilton recuperó el liderato de la carrera con Bottas a 5,9 segundos y Vettel a 7,5. Verstappen era cuarto a 9,3; Ricciardo quinto a 16,1.

En la vuelta 35, Sebastian Vettel adelantó a Valtteri Bottas para auparse a la segunda posición. El finlandés bloqueó neumáticos en la enlazada de las curvas 9 y 10, y el alemán aprovechó esa circunstancia para cerrar la distancia y obtener una diferencia en tracción que resultó crucial para certificar la maniobra en la curva 11.

Bottas estaba en apuros. Bloqueó neumáticos en la 37 y en la 38 perdió otra posición, esta vez a manos de Max Verstappen. El finlandés defendió el interior al llegar a la curva 11, pero el holandés tomó una trazada muy abierta para superarle en tracción en la 12. Un giro después, Daniel Ricciardo también dio cuenta del Mercedes para relegarlo al quinto puesto.

Carlos Sainz retrasó su parada en boxes todo lo que pudo, hasta que Renault le llamó en la vuelta 38. La estrategia del madrileño fue perfecta: no sólo consolidó la sexta posición –cinco por encima de su lugar en la parrilla–, sino que garantizó que podría cubrir la distancia restante sin necesidad de preocuparse por las gomas. En ese instante, Fernando Alonso era decimotercero.

Todo parecía decidido. Lewis Hamilton lideraba con cinco segundos de margen sobre Sebastian Vettel y ocho sobre Max Verstappen, que no le incomodaban. Por detrás estaba Daniel Ricciardo y en la lejanía, a 33 guarismos, un Valtteri Bottas que hizo una segunda parada en boxes para remediar su problema de ritmo.

A Fernando Alonso, sin embargo, aún le esperaban unas pocas sorpresas agradables. Esteban Ocon abandonó a nueve vueltas del final y Pierre Gasly se retiró un giro después, circunstancias que auparon al español al undécimo puesto. Ocon sufrió una pérdida de potencia y aparcó su Force India en la entrada del Pit-Lane. Gasly tuvo un problema en su motor Honda y aparcó en una escapatoria.

Alonso intentó dar caza a Kevin Magnussen en los instantes finales, pero no pudo ser. De hecho, fue tan agresivo que se salió varias veces de pista... y los comisarios le aplicaron tres sanciones de cinco segundos. Afortunadamente, no afectó al resultado final. Cruzó la línea de meta en undécima posición para coronar 17 temporadas en la Fórmula 1. La victoria fue para Lewis Hamilton, que controló la carrera sin complicaciones. Sebastian Vettel y Max Verstappen completaron el podio.

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