Cambio de motores del GP de Mónaco F1 2018: Ferrari se anticipa a Montreal

Hasta el momento, estos han sido los cambios que han efectuado los equipos para el fin de semana de carreras:

En un fin de semana en el que se esperaban muy pocos cambios en las unidades, dada la proximidad de la carrera de Canadá, que junto a Spa suponen los momentos claves en la gestión de componentes, los clientes de Ferrari han sido los grandes protagonistas al trasladarse a la segunda unidad de la temporada en el motor, turbo y MGU-H, una carrera que no supone un gran estrés en sus unidades y que permite que puedan tener el primer rodaje antes de la exigente carrera, que supondrá Canadá para las unidades de potencia. Max Verstappen también ha tenido que hacer algunos cambios en el turbo y MGU-K, tras los problemas detectados en la inspección técnica del jueves por la tarde, pero sin demasiadas consecuencias, y Sergio Pérez y Kimi Raikkonen tuvieron que realizar cambios en el área eléctrica de su monoplaza, lo que también les coloca en zona de peligro.

Estos cambios colocan la gestión de los componentes en esta posición:

Antes del primer momento clave de la temporada, varios son los equipos que han tenido que acceder ya a la segunda unidad, lo que en el caso del MGU-K, las baterías y las centralitas suponen que estén ya muy cerca del límite de componentes, una situación más holgada con el motor, turbo y MGU-H, componentes mucho más exigidos y solicitados que permiten realizar dos cambios sin sanción. Una situación estable pero que ya va empezando a suponer algunos problemas para la segunda parte de la temporada.

En lo relativo a las decisiones de los comisarios, estos han sido los movimientos por motivos deportivos:

Y estos los ocasionados por motivos técnicos:

La peculiaridad en la entrada del Pit-Lane de Montecarlo supone que haya muy poco espacio para decelerar y entrar en la zona por debajo de la velocidad permitida, de 60 kilómetros/hora, lo que hace que hayan sido ocho los pilotos que han caído en esta infracción a lo largo del fin de semana, con Lance Stroll por partida doble en la primera sesión de pruebas, pero en todos los casos con sólo una multa económica como sanción. La zona técnica sí que ha sido algo más relevante, ya que la fuga de aceite detectada en la caja de cambios en el monoplaza de Verstappen en el calentamiento inicial le ha forzado a cambiar de unidad y perder cinco valiosos puestos para la carrera, que se sumarán a los tres que ya tenía Romain Grosjean de la carrera de Montmeló, una carrera en la que la pérdida de posiciones supone un importante problema difícil de solventar.

Hasta la carrera del GP de Mónaco esta es la posición en la gestión de componentes:

Con la entrada de los socios de Ferrari en la segunda unidad, una carrera antes de que lo haga Sebastian Vettel, que arrastra ya este motor desde la primera carrera de la temporada, supone que hayan sido siete los coches que ya han completado el primer cambio de la temporada. Esta variación no supone un problema relevante, ya que hará que sólo se usará en las sesiones de pruebas del viernes y que desde Canadá se emplee como el propulsor para la jornada del sábado y domingo, quedando la primera unidad como motor para las pruebas del viernes hasta que llegue la segunda parte de la temporada. Los equipos propulsados por Mercedes esperarán hasta la próxima cita para entrar en la segunda unidad de la temporada, así como Renault, que se espera que puedan dar un importante paso prestacional en la segunda unidad de su temporada.

El turbo mantiene una situación bastante controlada, todavía con los pilotos de Honda en la segunda unidad de la temporada, ya que tras los problemas detectados en la primera carrera de la temporada, celebrada en Albert Park, han sido capaces de mantener una situación muy controlada en el plano de fiabilidad. Su funcionamiento será muy importante en la carrera de Montreal, para la que su efecto será relevante en el rendimiento y en la velocidad que se pueda alcanzar en pista.

Situación muy estable en el recuperador cinético, ya que los reducidos niveles de regeneración de energía, inferiores a 900 kJ en el trazado de Montecarlo, suponen que su modo motor sea el que predomine y que ello, unido al amplio conocimiento que tienen todos los equipos sobre su uso y funcionamiento, permita que no haya provocado apenas ningún problema en las ultimas sesiones. En esta carrera sólo lo ha tenido que reemplazar Verstappen, éste el segundo cambio de la temporada entre todos los equipos por este elemento, el otro lo hizo su compañero en Shanghái, queda el cambio principal para la segunda parte de la temporada.

Situación muy diferente al MGU-K, sin duda el elemento más importante del sistema de recuperación de energía, pues la práctica totalidad de lo que se obtiene llega en este componente. Aquí varios equipos han sido los que han tenido que colocar la segunda unidad de la temporada, la mitad de la parrilla, quedando la otra mitad para la carrera de Montreal y Paul Ricard, ya en el mes de Francia, dos momentos clave en la gestión de este componente. Hasta entonces su situación estará controlada, especialmente en Montmeló y Montecarlo, dos de los circuitos que presentan un ratio de regeneración más bajo de la temporada, aunque la exigencia no tardará en ascender de nuevo.

Cómo sucediera con el MGU-K, sólo tres cambios se han producido hasta el momento entre todos los equipos, destacando la variación que tuvo que hacer Valtteri Bottas en Albert Park, una variación que simplemente fue por seguridad, no como la efectuada por Daniel Ricciardo tras Baréin, que por un problema en este componente le forzó a abandonar la carrera y a perderla de manera definitiva. En esta carrera sólo Sergio Pérez ha tenido que colocar una nueva unidad, la segunda y última disponible de la temporada, por un problema detectado en la jornada del jueves, pero que posiblemente no suponga un grave perjuicio para el resto del año, ya que se espera que pueda recuperarla en siguientes carreras.

Es posible que los controladores hayan sido el elemento más crítico y que suponga los problemas más relevantes para esta temporada, pues cinco coches ya han colocado la segunda unidad de la temporada, siendo todos ellos importantes en la temporada, como se puede ver en el caso de Bottas, Vettel, Räikkönen y Ricciardo, pilotos que siempre se encuentran en los lugares de cabeza. En esta ocasión el que se ha añadido a esta lista ha sido Räikkönen, por los problemas encontrados tras Montmeló, lo que le pondrá en una posición no muy holgada para el resto de la temporada.

Y finalmente, en las cajas de cambio todavía se observa una posición muy prematura, con varios coches en la primera unidad reglamentaria de la temporada, que exige tenerla en uso durante seis carreras, una cifra que han alcanzado en Ferrari y Williams, además de Pérez, Carlos Sainz, Fernando Alonso y Charles Leclerc, todos ellos con cambio para la siguiente cita, acaben o no el GP de Mónaco. Para esta carrera varios fueron los pilotos que cambiaron su unidad, Brendon Hartley por el fuerte accidente que tuvo en Montmeló, Romain Grosjean y Nico Hülkenberg por su retirada, así como Pierre Gasly y Stoffel Vandoorne, todos ellos sin grandes implicaciones para esta carrera en los elementos técnicos, situación controlada pero que seguirá dando novedades en próximas citas.

Esto fue todo lo que nos dejó la carrera de Montecarlo en la gestión de los elementos de la unidad de potencia, Ferrari se ha adelantado a la carrera clave del año en motores y han colocado novedades en Sauber y Haas, pero que no les ponen en una posición de peligro. Vamos a ver cómo implican estos cambios en la carrera de Mónaco y lo que suponen para Montreal, pues será una carrera no muy exigente, pero sí de pura resistencia.

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