2018: el año de la ilusión

Por otra parte, estamos los aficionados –porque en el fondo siempre seremos aficionados a este deporte, sea cual sea nuestro oficio–. La espera para el primer madrugón de Australia está cerca, o el madrugón para poder ver en carne y hueso las máquinas de 2018 en pista. Esa ilusión nos come por dentro, y hay que alimentarla. Aquí va una lista de lo que nos espera esta temporada: ¿Qué no hay que perderse en 2018?

PARRILLA DE ENSUEÑO

A lo largo de los últimos años muchos se han quejado del nivel de los pilotos en la F1: que si son 'paydrivers', que si en el pasado eran mejores y más completos... una larga lista de contras que han desaparecido casi por completo a lo largo de las últimas temporadas. El nivel de los pilotos F1 actual es el más alto en los últimos tiempos, con verdaderas joyas como Max Verstappen, Charles Leclerc o Stoffel Vandoorne junto a campeones históricos como los dos tetracampeones del mundo –nunca antes han coincidido en pista dos tetracampeones del mundo– como son Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, además del incombustible Fernando Alonso.

Obviamente el choque generacional es algo que impacta a todos. Siempre nos queda esa esperanza puesta en pilotos jóvenes para desbancar a los ya estabilizados en el Gran Circo. Además, hay pilotos que no llenan tantos titulares, pero su velocidad no es para nada despreciable. ¿Qué será capaz de hacer Carlos Sainz con un coche ya más adaptado a su pilotaje y con más rodaje en Renault? Porque uno no puede esconder la intriga ante el potencial de la dupla Renault-Sainz.

También con Renault estará Alonso, pero en McLaren. Será la octava marca de motores que establece asociación con los de Woking, tras Ford-Cosworth, Porsche, Honda, Mercedes, Peugeot y, en test, Lamborghini. Eso sí, no hay que soñar demasiado, aunque ambos nombres sean legendarios dentro del automovilismo. Se soñó en su momento con el retorno a buen caudal de Williams-Renault a principios de la década, y no terminó de cuajar. Paciencia, pero si algo está claro, es que repetir el infierno de Honda es difícil. Además, Renault contará con información directa del propio equipo pata negra y Red Bull, por lo que no hay una sola vía de desarrollo.

Todo ello en medio de la pelea Ferrari vs Mercedes, iniciada en 2017. La Scuderia volverá con más ganas que nunca de desbancar a las todopoderosas flechas plateadas. Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen repetirán por cuarto consecutivo como compañeros, mientras que Lewis Hamilton encara su sexto año con Mercedes y Valtteri Bottas, su segundo.

REGLAMENTO MODIFICADO

A lo americano, a lo NASCAR. En la categoría creada por la familia France en 1948 la guillotina es de fácil activación: cambias el motor, te vas al fondo de la parrilla. En la F1 ocurrirá igual a partir de ahora. La normativa de las posiciones de sanción era tan enrevesada que ni los propios equipos sabían en qué posición arrancarían la carrera. El mayor ejemplo fue Monza, y hasta ahí llegó la paciencia. Ross Brawn ya ha confirmado que si las sanciones exceden 15 puestos en total, el coche en cuestión arrancará al fondo de la fila.

Este hecho es un elemento de estrategia extra, pues salir en la última fila es algo difícil de digerir en la F1. En la NASCAR es menos importante, pues la estrategia ayuda y mucho, pero en F1 eso será más doloroso. A ello se une los 3 motores máximos por temporada –antes de sancionar–, por lo que es probable que se agite el status quo de las parrillas en más de un Gran Premio.

Dentro del reglamento técnico también aparecen los nuevos neumáticos. Pirelli ha trabajado en ellos a lo largo de todo 2017, y con ello ha intentado entender el rendimiento de los mismos. La temporada pasada se estrenaron las gomas más anchas y el desgaste fue casi mínimo. Lo bueno es que los pilotos podían pedir mucho de los neumáticos, algo que también se criticó en el pasado cuando los propios participantes pensaban más en conservar neumático que ir a fondo. El 'superduro' y el 'hiperblando' van a hacer acto de presencia en los circuitos que forman el Mundial.

LA 'HALOMANÍA' Y FRANCIA

Halomanía: dígase de la manía de muchos aficionados y pilotos en referencia al nuevo sistema de protección del habitáculo. El 'Halo' copó muchas portadas en 2017, y parece que en 2018 seguirá por el mismo camino. La FIA lo ha implantado en las categorías de monoplazas bajo su nombre, pues también se verá, como mínimo, en la F2. Un paso en la seguridad del automovilismo, aunque se desconoce su dirección. Las pruebas son positivas, pero sigue la reticencia de muchos a la aplicación de dicho elemento.

Por último, el GP de Francia retorna al mundial. Desaparecido en combate hace justo 10 años, el Gran Premio también regresa con sorpresa: el circuito Paul Ricard vuelve a la F1. El mayor problema, quizá, sea la estética del trazado cercano a Niza: es el High Test Track Paul Ricard Circuit. ¿Qué significa eso? Asfalto por doquier, pero de forma diferente a las escapatorias actuales. Las franjas de colores en las escapatorias del trazado indican el grado de abrasividad del asfalto. La azul es abrasividad media, mientras que la naranja significa abrasividad extrema. Si un coche trompea y desliza de forma lateral en la última, es probable incluso que desllante.

Dentro del regreso del Paul Ricard hay aspectos positivos. De hecho, un par de ellos: la recta del Mistral y la curva de Signes volverán a formar parte del Mundial de F1. La recta del Mistral estará cortada por una chicane que, en teoría, ayudará a los adelantamientos. De no existir esa chicane, Signes hubiese sido un poco más complicada, aunque la aerodinámica actual provocará que se pase, como mínimo, a 300 kilómetros/hora y a fondo en clasificación.

2018 es una caja de sorpresas, que diría Forrest Gump. Para que se abra quedan unos meses, pero el olor a nuevo y a emoción ya está presente. Atémonos los cinturones, que vienen curvas, luchas y mucha, mucha F1: ¡21 carreras!

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