Bottas se viste de Hamilton y domina en Australia; Sainz, fuera

Carlos Sainz se ha retirado de la carrera tras tan sólo once vueltas víctima de un problema en el motor de su McLaren. El español ha aparcado su MCL34 con fuego en el tren trasero. Tampoco ha puntuado su compañero Lando Norris, que salía octavo pero ha perdido comba en la carrera. El líder de la zona media ha sido Kevin Magnussen, que ha situado su Haas en sexta posición. Nico Hülkenberg, Kimi Räikkönen, Lance Stroll y Daniil Kvyat han completado la zona de puntos.

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El GP de Australia marcaba el pistoletazo de salida de la temporada 2019 de Fórmula 1, una temporada que comenzaba con una batería de novedades en el Reglamento Técnico con el objetivo de facilitar los adelantamientos en pista: alerón delantero y refrigeración de los frenos delanteros más simples para reducir la carga aerodinámica del tren delantero; alerón trasero más prominente y un DRS más determinante para promover las luchas en pista. Los cálculos originales sugerían que esas modificaciones supondrían una pérdida de 1,5 segundos por vuelta, aunque el desarrollo invernal de los equipos fue tal que consiguieron compensarlo.

El nuevo Mundial traía consigo cambios importantes en las alineaciones de los equipos: Ferrari había contratado a Charles Leclerc y había enviado a Kimi Räikkönen a Alfa Romeo; Daniel Ricciardo se había marchado de Red Bull –sustituido por Pierre Gasly– rumbo a Renault, donde ocupó el volante que antaño era de Carlos Sainz. El español había firmado con McLaren para reemplazar a Fernando Alonso, que se había marchado de la Fórmula 1 después de 17 temporadas. Su compañero era el debutante Lando Norris. Lance Stroll sustituía a Esteban Ocon en Racing Point y Antonio Giovinazzi ocupaba el puesto de Marcus Ericsson en Alfa Romeo. Toro Rosso y Williams estrenaban una alineación completamente nueva: Daniil Kvyat y Alexander Albon, y Robert Kubica y George Russell respectivamente.

Toda la ilusión por el nuevo Mundial se vio eclipsada en la matinal del jueves con la noticia de la pérdida de Charlie Whiting, el carismático director de carrera de la Fórmula 1. El encargado de dar la salida perdió la vida a los 66 años víctima de una embolia cerebral. Whiting trabajaba en el deporte dese hacía cuatro décadas, en la FIA desde hacía 31 años y como director de carrera desde 1997. Su sustituto en la carrera del Albert Park fue Michael Masi, director de carrera del campeonato australiano de los V8 Supercars. Los pilotos guardaron un sentido minuto de silencio en la parrilla de salida y los homenajes se reprodujeron en los monoplazas.

Pero el espectáculo debía continuar, y así es cómo Lewis Hamilton se erigió con una Pole Position de récord en la sesión de clasificación. Hamilton dejó a Sebastian Vettel a siete décimas de diferencia e hizo añicos los pronósticos de la pretemporada, que decían que Ferrari era del orden de medio segundo más rápida que Mercedes. Valtteri Bottas saldría segundo justo por delante del mismo Vettel, de Max Verstappen y de Charles Leclerc. Por detrás, los dos Haas comandaban una zona media extremadamente igualada con el McLaren de Lando Norris en octava posición y el de Carlos Sainz en la decimoctava, perjudicado este último por Robert Kubica durante su vuelta rápida en la cronometrada.

Los compuestos disponibles para este evento eran el C2, el C3 y el C4, que se identificarían como el neumático duro, el medio y el blando respectivamente. Los diez coches que llegaron hasta la Q3 lo hicieron con este último, lo que les condenó a tomar la salida con ese mismo caucho. Más variedad por detrás: Antonio Giovinazzi, Daniil Kvyat, Lance Stroll y George Russell eligieron el medio, Robert Kubica se atrevió con el medio. Carlos Sainz eligió el blando, como Nico Hülkenberg, Daniel Ricciardo y Alexander Albon.

Salida. Valtteri Bottas hizo una salida espectacular y le arrebató la primera posición a Lewis Hamilton en la carrera hasta la primera curva. Charles Leclerc aceleró bien y desafió a Sebastian Vettel al llegar a la frenada, pero el alemán no dio su brazo a torcer. En consecuencia, el monegasco tuvo que levantar el pie y regresó a su quinta posición original, a la estela de Max Verstappen.

Por detrás, Carlos Sainz ganó cuatro posiciones. Menos atinado estuvo Daniel Ricciardo, que rompió el alerón delantero al irse por encima del césped en un intento por adelantar cuando no había espacio en el centro de la pista. El australiano entró en boxes y montó medios para intentar llegar hasta el final. Robert Kubica también perdió el ala delantera.

Bottas encadenó entonces cinco vueltas rápidas para construir una ventaja de 1,6 segundos sobre su compañero Hamilton, para intentar temporizar la carrera. Vettel era tercero a 3,3 segundos de la cabeza con Verstappen a un segundo de él. Leclerc hacía lo posible por seguirles el ritmo, pero caía a 6,6 guarismos de diferencia.

Los dos Haas resistían en el liderato de la zona media en las mismas posiciones que habían ostentado en la salida, con Kevin Magnussen sexto y Romain Grosjean séptimo. Les perseguía a un segundo Kimi Räikkönen, que había adelantado con su Alfa Romeo al McLaren de Lando Norris en el momento de la salida. Más rezagado estaba Pierre Gasly, que tan sólo podía ser decimosexto con su Red Bull.

Bottas imprimió un ritmo espectacular y se erigió como el piloto más rápido en pista, y así llegó a la vuelta 10 de la carrera con una ventaja de 3,2 segundos sobre Hamilton. Su renta sobre Vettel era de 6,3 guarismos, mientras que Verstappen y Leclerc quedaban a 7,8 y 14,6 respectivamente. El finlandés aún se atrevía a rebajar su propia vuelta rápida, a la espera de que llegase el momento de entrar en boxes.

Carlos Sainz abandonó en la vuelta 11 con un problema de motor. El español reportó una pérdida de potencia y su ingeniero le pidió que parase el coche, algo que el piloto hizo en la entrada del Pit-Lane. El McLaren humeaba por el tubo de escape, pero pronto el humo se convirtió en fuego. Los comisarios tardaron medio minuto en llegar. Carlos se resignó a bajarse del coche antes de tiempo en su primera carrera con McLaren.

Las paradas en boxes empezó en la vuelta 13. El primero en entrar fue Kimi Räikkönen –medio–, que quería poner en apuros a los dos Haas. No lo consiguió. De hecho, el finlandés perdió posición con Nico Hülkenberg –duro–, que entró un giro más tarde. Kevin Magnussen –medio– paró en la vuelta 15. Salió justo delante de Hülkenberg, a quien mantuvo a raya para conservar el liderato de la zona media. Menos afortunado estuvo su compañero Romain Grosjean –medio–, que tuvo un problema en boxes y perdió plaza con Hülkenberg, Räikkönen y Norris.

Los líderes también bailaron. Sebastian Vettel –medio– entró en la vuelta 15 para intentar el undercut sobre Lewis Hamilton –medio–. El pentacampeón reaccionó y paró en el siguiente giro, con lo que consiguió defenderse del ataque del alemán. Eso dejó a Valtteri Bottas, Max Verstappen y Charles Leclerc en posiciones de podio a la espera de sus cambios de neumáticos.

Como tenía margen suficiente e incluso más ritmo, Bottas alargó su stint hasta la vuelta 22. El líder cambió su juego de neumáticos inicial por uno de blandos, y se reincorporó a la pista con una ventaja de 11 segundos sobre Hamilton. El finlandés salió a seis segundos de Verstappen, que seguía en pista a la espera de un coche de seguridad que lo metiera de lleno en la pelea por el podio.

El Red Bull entró al final en la vuelta 26. Se reincorporó por detrás de Vettel, a 3,9 segundos concretamente. Eso le relegó a la cuarta posición, si bien es cierto que tenía una ventaja respecto a la vida del neumático que podía convertirse en caso de que Sebastian no pudiese llegar hasta el final sin volver al Pit-Lane. Charles Leclerc paró en la 29 y salió quinto, aunque montó el duro ante las crecientes dudas en torno al compuesto de color amarillo.

En la zona media, Antonio Giovinazzi hizo de tapón con gomas viejas. Lando Norris sufrió horrores detrás de él, lo que le supuso la pérdida de posición con Lance Stroll y Daniil Kvyat y la consecuente caída fuera de la zona de puntos. El debutante de McLaren ostentaba la duodécima plaza después de que todos sus rivales hubieran entrado en boxes.

Superado el ecuador de la carrera, Valtteri Bottas lideraba el GP de Australia con una renta mayúscula de 16,2 segundos sobre su compañero, cimentada en su buen ritmo y en las vueltas de más que había dado con el blando. Tanto Lewis Hamilton como Sebastian Vettel –tercero a 18,6 segundos– tenían dudas sobre su estrategia. Max Verstappen le apretaba las tuercas a seis décimas de diferencia, con Charles Leclerc en tierra de nadie a 35 segundos.

En la vuelta 31, Max Verstappen dio cuenta de Sebastian Vettel. Se acercó a él en la primera zona de DRS, salió mejor de la primera curva y aprovechó el segundo DRS para superarlo por el exterior en la frenada de la curva tres. Con esa maniobra, el Red Bull escalaba al tercer peldaño del podio y relegaba al Ferrari a la cuarta posición.

Mientras tanto, se consumaban los abandonos. Daniel Ricciardo retiró el Renault en un debut horrible con la marca del rombo, mientras que Romain Grosjean se quedó parado en la pista con una rueda floja. A simple vista, parecía que se había soltado la rueda delantera izquierda, que ya dio problemas en su pit-stop. En su comunicación por radio, el francés culpó a la suspensión.

A 20 vueltas del final, Verstappen ya había abierto una renta de siete segundos sobre Vettel y había atrapado a Hamilton, que estaba a 1,4 segundos. Por delante, Bottas tenía 20 guarismos sobre el Red Bull y un dilema: abrir el hueco suficiente para hacer una segunda parada y asegurarse la victoria o ser conservador y exponerse al ataque del holandés, que podía dar cuenta de su compañero y tenía gomas más frescas.

Valtteri imprimió entonces tres vueltas rápidas para elevar su ventaja sobre Hamilton y Verstappen hasta los 24 segundos, y así disponer del margen suficiente para entrar en boxes si así lo deseaba. Verstappen presionaba a Hamilton, pero el pentacampeón no daba su brazo a torcer. Max se fue largo en la primera curva a 10 vueltas del final, lo que le supuso la pérdida de unos cuatro segundos. Como el adelantamiento no se consumaba, Mercedes decidió no parar a Bottas para no correr riesgos.

Por detrás, Ferrari estaba desdibujada. Sebastian Vettel había perdido diez segundos con Lewis Hamilton desde su parada en boxes y ahora cedía más de medio minuto respecto al líder de la carrera. La situación de la Scuderia era tan extraña que ni siquiera sus integrantes eran capaces de comprenderla. "¿Por qué somos tan lentos?", preguntó Sebastian en un momento por la radio. "No lo sabemos", le respondió el ingeniero.

Si Ferrari iba mal, Vettel iba peor. Los neumáticos del tetracampeón estaban en las lonas y eso le dejaba expuesto ante los ataques de Charles Leclerc, que le había dado caza. El monegasco estaba a tan sólo siete décimas y tenía más ritmo, pero no le atacó. Nada más llegar a la zona de DRS, el joven debutante levantó el pie e inmediatamente se dejó caer hasta quedarse a 1,5 segundos de su compañero. No fue casualidad: recibió una orden de equipo desde el box.

En las últimas vueltas, los tres coches del podio se embarcaron en una batalla por la vuelta rápida. Max Verstappen se la arrebató primero a Valtteri Bottas con un 1'26"540, pero Valtteri Bottas respondió en el penúltimo giro con un 1'25"580 para asegurarse un punto extra. El final perfecto para una carrera magistral del finlandés, que cruzó la línea de meta en primera posición para anotarse la victoria en el GP de Australia.