Ciao, ragazzi! No puedes decir no a Ferrari

Sebastian Vettel y Ferrari han anunciado que no seguirán juntos al finalizar esta temporada 2020, que ni siquiera ha llegado a comenzar. El piloto alemán se va de Ferrari tras lograr con ellos los mismos títulos que su predecesor. Al referirme a esto, alguien ya se ha encargado de recordarme que su bagaje en la F1 es mejor que el de éste, justamente el doble. Las matemáticas están ahí, son exactas y en general las cifras del teutón en Ferrari son ligeramente superiores a las de su predecesor. Sin embargo, hay algo irrefutable, el mesías que iba a sacar a Ferrari de su sequía no lo ha logrado tampoco.

Se especula mucho sobre cuáles son los motivos que han llevado a que Vettel no siga en Ferrari tras 2020, pero sólo ambas partes conocen las verdaderas razones. Aunque nosotros las podamos intuir o deducir. Tampoco parece estar claro si el de Heppenheim seguirá en la competición o en qué equipo correrá si decide que sea así, pero se habla poco de esto y por una sola razón: Ferrari está por encima de los pilotos que para ésta trabajan. El que ama Ferrari sabe esto. El asiento libre que deja Vettel y las apuestas por saber quién lo ocupará han eclipsado todo, desde saber los motivos por los que el alemán deja Ferrari hasta saber qué será de su futuro.

Desde hace meses suenan candidatos al puesto, primero fue Daniel Ricciardo y ahora es claro que la elección de Maranello es Carlos Sainz. Como no podía ser de otra forma, hay quien ha sugerido que pudiera ser Fernando Alonso. Ya di mi opinión respecto a un posible regreso del asturiano a la F1 en otro texto hace unos meses, así que no me repetiré en este. Lo que sí parece es que circulan rumores de que ese posible regreso va por otro lado, viene de antes y no está relacionado con la marcha de Vettel de Ferrari. Incluso se rumorea que tan sólo falta que dé el "sí quiero".

Sainz es el apellido elegido para sustituir a Vettel, y muchos se preguntan: ¿es una buena elección para él ir a Ferrari en estos momentos?

Afortunadamente, no soy yo el que tiene que tomar esta, al menos para mí, difícil decisión. No puedes decir no a Ferrari, a menos que estés dispuesto a aceptar las consecuencias que conlleva. Tanto si decides ir o no a la Scuderia, va a marcar de por vida tu carrera automovilística.

ROJO, ESE COLOR  

No se trata del romanticismo de vestir de rojo únicamente. Ser piloto Ferrari tiene muchas implicaciones, y no sólo son deportivas. Como he dejado escrito más arriba, Ferrari ejerce una atracción a su alrededor solamente comparable a la de un agujero negro. No tomemos esta comparación como algo negativo, aunque tenga una parte que pueda serlo. Cuando hablo de la parte buena de esa atracción me refiero a que todo piloto anhela conducir para Ferrari, que los niños cuando son pequeños juegan con coches rojos, etc.

Que todos quieren pilotar para Ferrari es algo que siempre puse en duda. Sin embargo, muy a mi pesar, no suena igual decir que has sido piloto de Ferrari que de Williams o McLaren. Sólo por la historia, el aura y el romanticismo que le rodea, se te llena mucho más la boca al decirlo y es más dulce para el oído.

La parte negativa de esa atracción que ejerce el Cavallino es que, al igual que un agujero negro no deja escapar ni la luz. Si todo va bien será el mejor de los idilios, pero si vienen mal dadas… el ambiente en Maranello y su entorno puede enrarecerse hasta niveles insoportables para muchos. ¿Que esto ocurre en cualquier equipo que se digne de considerarse campeón? Por supuesto, pero en Ferrari todo se magnifica como en ningún otro, tanto lo bueno como lo malo. Por esta razón comparo a la Scuderia con una religión.

El tren de Ferrari suele pasar sólo una vez. Si no lo coges, puede que jamás tengas otra oportunidad de subirte a él. Eso no quita que haya que pensar muy bien si decides hacerlo. Los más viejos de lugar, los más puristas, saben de dónde y el porqué de la leyenda que rodea a Ferrari, pero muchos sólo recuerdan o conocen la época del dominio de Michael Schumacher, y esto no siempre ha sido así.

Me refiero a lo de ganar título tras título arrasando al rival. Estar en Ferrari puede que te dé más oportunidad de lograrlo, pero no te lo garantiza; de hecho, no suele ser la norma. Hasta que Schumacher logró su tercer título, el primero de rojo, en el año 2000, la Scuderia llevaba 21 años sin ganar un Mundial de pilotos. Entre el año 1983 y 1999 tampoco fueron capaces de ganar el de constructores. La historia empeora si cuentas que, hasta la época de Schumacher, la mayor racha de títulos de constructores consecutivos fue la que tuvo lugar entre 1975 y 1977, o que tan sólo Alberto Ascari, con sus dos títulos consecutivos de 1952 y 1953, había logrado encadenar dos mundiales seguidos con victoria. Hasta que llegó Schumacher y ganó los títulos comprendidos entre los años 2000 y 2004, cinco seguidos en total para la Scuderia.

Sin embargo, pese a todo esto, si Ferrari llama a tu puerta debes de abrirla, invitarle a pasar y servirle el mejor de los licores de tu mueble bar.

BIENVENIDO A MARANELLO

Sainz, cuando llegue a la Scuderia, tendrá que aceptar de momento, no ser primer piloto. Ser cabeza de ratón o cola de león, dificil elección y uno de los factores a tener en cuenta. Charles Leclerc es el ojito derecho, el piloto 'de casa'. Aunque Ferrari pregone igualdad de oportunidades, la apuesta del equipo, llegado el caso, sería normal que fuese favorable a Leclerc, a no ser que Sainz le supere y demuestre que es mejor, al igual que hizo el monegasco con Vettel la temporada pasada. Esto tiene una parte positiva. Sainz no tendrá más presión que la de cumplir con su trabajo. Leclerc será el más presionado para conseguir el campeonato, las victorias y los podios.

Quizá a largo plazo la opción de Ferrari pueda perjudicarle más que favorecerle, podría coger esa fama de segundón que tuvieron Rubens Barrichello o Felipe Massa, pero esto no tiene por qué ser así. El propio Massa peleó por un título hasta la última curva. Carlos pasará de un equipo como McLaren, que ahora mismo no tiene posibilidad de hacer podios de manera continua, a otro en el que, en teoría, si el material es bueno –y debería serlo– va a poder al menos luchar por ellos, incluso por poles o ganar carreras. Y ya veremos si, más adelante, ganar campeonatos.

Hay otro factor importante. Viene un cambio reglamentario, y puede que ese cambio provoque que el equipo dominante ya no sea Mercedes, ni que Ferrari esté justo por detrás. Pero en tiempos de pandemia y confinamiento, en el que las únicas carreras que podemos disfrutar son las de SimRacing, es muy posible que marcas automovilísticas y equipos independientes tengan que recortar drásticamente, pero Ferrari siempre pondrá todo lo que pueda para ganar. Ésa es su política y nada apunta a que vaya a cambiar. Incluso su comportamiento bursátil avala esta teoría.

Vettel dejará Ferrari y esto ya está confirmado, pero una vez se anuncie su sustituto esto desatará un movimiento de pilotos como hace tiempo que no se veía. Sainz deja un asiento libre en McLaren que muy probablemente ocupe Ricciardo. El australiano dejaría a su vez un hueco en Renault. El puesto en el equipo francés podría ser la mejor opción de Vettel, además de la retirada, e incluso hay rumores de que es la puerta de Alonso para un posible regreso.

Renault está en dificultades, tanto en lo deportivo como en la industria automovilística. No es un equipo candidato a ofrecer un coche competitivo como para luchar por el título. Ahora mismo no son capaces ni de lograr podios, por lo que no parece el destino idóneo para Vettel o Alonso a no ser que sólo busquen diversión y demostrar su calidad sin la presión de la victoria.

¿Debe Sainz ir a Ferrari dado que ésta le ofrece el asiento? Rotundamente sí, aunque éste que escribe, de verse en su situación, haría todo lo contrario. Salga bien o mal, a día de hoy es una oportunidad como no hay otra de dar un salto en la disciplina máxima del automovilismo mundial. El tiempo, el trabajo de Carlos y las circunstancias dirán si fue acertado o no.

Tan sólo queda esperar que en Ferrari sean raudos y veloces para oficializar el fichaje, como lo fueron para anunciar a Vettel en su día.

Javi C.