Un Hamilton imperial asalta Italia y provoca el derrumbe de Vettel

Hamilton ganó por delante de Räikkönen y de Bottas. Vettel remontó hasta la cuarta posición, pero no pudo evitar que Hamilton ampliase en otros 13 puntos su ventaja en el Campeonato, donde ahora Lewis goza de una renta de 30 guarismos, más que un Gran Premio.

Carlos Sainz salvó los muebles con una novena posición en un circuito muy comprometido para el Renault RS18, mientras que Fernando Alonso abandonó cuando estaba en los puntos por un problema técnico.

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Domingo de Gran Premio en el Autodromo Nazionale di Monza, donde el día amaneció soleado para disfrutar de la última carrera europea de la temporada. Cuando faltaba una hora para la salida, un frente de lluvia cruzó el circuito y descargó una ligera llovizna, pero el agua cesó en cuestión de minutos. El líquido elemento regresó cuando los coches salieron de boxes para dirigirse a la parrilla, pero desapareció con la misma velocidad con la que había llegado sin comprometer el estado del asfalto, que permaneció en condiciones óptimas para los neumáticos de seco.

Kimi Räikkönen llegó al circuito con la Pole Position bajo el brazo, después de que se destapase el sábado con la vuelta más rápida de toda la historia de la Fórmula 1. Su compañero Sebastian Vettel, segundo, le acompañaba en la primera fila. Tercero era el líder del Mundial, Lewis Hamilton, que, como dijo a sus aficionados por redes sociales, corría en territorio hostil: “Estamos en un pozo de serpientes otra vez. Os reconozco y agradezco vuestra valentía por estar de pie en esas tribunas llenas de tanto odio y tanta negatividad. ¡Os veo! Estoy muy orgulloso de vosotros y agradecido por vuestra fortaleza”.

Tres pilotos habían sido sancionados con empezar desde el fondo de la parrilla. Era el caso de Daniel Ricciardo, que había cambiado elementos de su motor para abrazar una nueva evolución de Renault. También el de Nico Hülkenberg, que aprovechó para estrenar propulsor sabedor de que ya arrastraba una sanción de 10 puestos por causar un accidente múltiple en el GP de Bélgica. El tercero en discordia era Marcus Ericsson, a quien el equipo Sauber le había cambiado el chasis y el motor después de que el sueco protagonizase un accidente fortísimo durante el transcurso de los Libres 2.

En la parrilla de salida, los diez primeros empezaron con el neumático superblando con el que habían pasado a la Q3. Kevin Magnussen, undécimo, escogió el blando para gozar de una ventaja estratégica en la pelea de la zona media, al igual que Charles Leclerc y Daniel Ricciardo, decimonoveno, que estaba obligado a la remontada. Todos los demás, incluido Fernando Alonso –decimotercero-, optaron por la goma de color rojo.

Salida. Y recital de Lewis Hamilton, que asestó un golpe tremendo al Mundial.

Empezó bien, cauteloso. Por delante Kimi Räikkönen le ganaba el interior a Sebastian Vettel en la carrera al sprint hasta la Variante del Rettifilo. Al llegar a la Curva Grande, Hamilton se metió en la aspiración de Vettel para acercarse al alemán. Sebastian se fue al interior y amagó con adelantar a Räikkönen, pero dudó y se echó atrás. Hamilton aprovechó ese momento de incertidumbre para lanzar su Mercedes y adelantarle por la línea exterior en la Variante della Roggia. Sebastian, sorprendido, tocó el coche de Lewis y trompeó, lo que lo relegó al fondo de la clasificación. No sólo eso, sino que tuvo que pasar por boxes porque su alerón delantero había quedado dañado. Puso blandos.

El coche de seguridad salió a pista para que los comisarios pudieran intervenir, y es que el de la Roggia no fue el único incidente de la salida. Brendon Hartley quedó atrapado entre un McLaren y un Sauber, y éste último le rompió la suspensión delantera derecha con un leve toque lateral. El trompo de Vettel favoreció a Carlos Sainz, que se aupó a la sexta posición. Fernando Alonso, mientras tanto, había escalado hasta la décima plaza.

Cuando se relanzó la carrera, Hamilton aprovechó el rebufo de Räikkönen para arrebatarle el liderato en la primera chicane. Pero el finlandés mantuvo la compostura y le devolvió la jugada en la siguiente frenada, en la Roggia, para deleite de los aficionados. Mientras tanto, Vettel emprendía una ardua remontada desde la decimoctava posición para minimizar daños en el Mundial de Pilotos.

Fernando Alonso abandonó en la vuelta 9. El asturiano reportó un problema técnico y regresó a boxes a baja velocidad. Mientras tanto, en pista, Daniel Ricciardo tuvo un toque con el que será su compañero en 2019, Pierre Gasly. El australiano se lanzó desde muy lejos en la primera chicane, pero el francés mantuvo su trazada y los dos coches contactaron.

Sebastian Vettel adelantó a Sergey Sirotkin en la vuelta 14 para ponerse décimo, lo que le daba acceso a los puntos. En la 20, pasó a Sainz para ser séptimo. Luego hizo lo mismo con Esteban Ocon para ser sexto.

En cabeza, igualdad máxima entre Räikkönen y Hamilton. Pasaban las vueltas y la diferencia entre ambos se mantenía en apenas un segundo, lo que convertía la parada en boxes en un momento determinante para la resolución de la carrera.

Kimi entró en la vuelta 20 con una ventaja de 0,9 segundos sobre Lewis. Su pit-stop duró apenas 2,2 segundos. Lewis se quedó fuera para intentar el overcut, exprimiendo hasta el último milímetro de sus neumáticos superblandos en un intercambio de vueltas rápidas con Kimi.

En la vuelta 24, Ricciardo rompió la nueva especificación del motor Renault. Aparcó a marchas forzadas en la escapatoria de la segunda chicane. Los comisarios ondearon la bandera amarilla, pero no sacaron el coche de seguridad virtual. De haber salido, le habría entregado la victoria a Lewis.

Hamilton paró en la vuelta 28 y se reincorporó por detrás de Räikkönen, que le sacaba 5,3 segundos.

Entonces Mercedes le hizo una encerrona a Räikkönen, atrapado entre las dos flechas de plata. Por delante tenía a Valtteri Bottas, que hacía de tapón para que Hamilton pudiera engancharse. Räikkönen dañó sus neumáticos en su persecución, mientras que Hamilton se enganchó a su rebufo con una conducción mucho más tranquila.

Bottas entró en la vuelta 37 y Räikkönen recuperó el liderato del GP de Italia, pero con un margen de tan sólo 0,9 segundos sobre Hamilton y unos neumáticos muy tocados.

Max Verstappen defendía la tercera posición con uñas y dientes ante la ofensiva de Valtteri Bottas. En la vuelta 43, Bottas se emparejó en la recta principal. Los coches frenaron en paralelo, pero Verstappen se fue al exterior para cerrar al finlandés. Los dos coches se tocaron y Valtteri tuvo que tomar la escapatoria. Max recibió una sanción de cinco segundos.

La persecución de Hamilton culminó en la vuelta 45. Cogió el rebufo de Räikkönen en la recta principal y se emparejó con el Ferrari. Lewis le ganó la trazada exterior y negoció la Variante del Rettifilo en paralelo con su rival, hasta que su línea se convirtió en interior al superar el segundo vértice. Lewis emergió en primera posición, escopetado hacia la victoria.

Lewis Hamilton cruzó la línea de meta con 8,7 segundos de margen sobre Kimi Räikkönen para culminar su mejor actuación de la temporada. Max Verstappen fue tercero, pero cayó a la quinta posición por su sanción de tiempo. Valtteri Bottas heredó el tercer escalón del podio y Sebastian Vettel se coló en cuarto lugar.

Hamilton amplía su ventaja en el Mundial de Pilotos hasta los 30 puntos. La próxima ronda del Mundial, el GP de Singapur.

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