La semana que vivimos 'peligrosamente': jugando a dos bandas

Una vez adjudicado el cockpit vacante en Mercedes a Valtteri Bottas, su plaza en Williams volvió a manos de Felipe Massa, aunque éste había anunciado su retirada en el Gran Premio de Brasil de 2016, pero lo que nadie se esperaba, es que la escudería de la estrella plateada, tuviera que mover más recursos de los necesarios, para llevar hasta su seno al finlandés, al incluir en estos el retorno del brasileño al asfalto. En medios italianos, Toto Wolff, dio fe de ello y confesó lo siguiente: "Evidentemente, no podríamos hacer otra cosa, sin dar nada a cambio. Claire Williams es una gran mujer de negocios, al igual que su padre, Frank". Está por ver si todo se basa en el precio de las unidades de potencia que suministran los de Brackley a los de Grove, pues el responsable de los primeros nada aclaró. "Pero no hablamos sólo de negocios. Por ejemplo, Williams necesitaba un piloto experimentado y era necesario tener a Massa de vuelta", sumaba Toto a lo anteriormente expuesto. Parece que todos contentos.

Muchos sostienen, que el dinero no da la felicidad. Pero en lo referente a la Fórmula 1 y en otras facetas de la vida, ayuda y mucho. Por ello en McLaren, desde que perdió a su principal patrocinador en 2013, Vodafone, las cosas no parecen ser lo mismo. Zak Brown busca por ello otro 'title sponsor', confirmándolo así: "El acuerdo ha de estar hecho en 2018. No podemos esperar mucho más". Quizás por esto y respecto a lo que se pueda esperar de la temporada entrante, el norteamericano no quiso 'mojarse', mientras el director de operaciones, Jonathan Neale, estima como decepción no llegar al final del año 2017 estando, al menos, en el terceto de cabeza respecto al Mundial de Constructores. Finalmente el CEO de los de Woking soltó algo no muy complejo de obtener: "Sin duda alguna vamos a mejorar, pero sería peligroso decir un número. Fuimos sextos en 2016, una gran mejora en comparación con el desastroso noveno de 2015". Vamos a ver hasta qué posición pueden escalar.

Y de continuar hablando del 'vil metal', los nuevos patronos del circo, Liberty Media, quieren revisar la distribución conjunta del mismo. Su idea es que ello trajese consigo un mayor espectáculo. Uno de los puntos básicos sería abolir los pagos históricos que perciben algunas escuderías, aquellas que cuentan con más años dentro de la actual parrilla. No hace falta mucho pensar, para poner la vista en una de las más favorecidas actualmente por este concepto. Hablamos de Ferrari, pues son más de 80 millones de euros por temporada los que ingresan a través de este concepto, simplemente, por estar año tras año en la F1. Greg Maffei, director ejecutivo de Liberty, dijo recientemente: "Si eres Ferrari, tienes una gran cantidad de ingresos por patrocinio que te llegan directamente. Esto influye positivamente en unas buenas carreras". Por si acaso no quedaba claro, añadió: "Así que pensar en igualar los pagos entre los equipos para que estén más equilibrados y sean más justos, tiene que considerarse". ¡Casi puedo imaginar el gesto de Marchionne, nada conforme!

Es algo casi inexplicable que se hagan cambios en la normativa, para que luego Paul Hembery, desde Pirelli, no las tenga todas consigo en que estos acarren mejoras en la competición. Resulta que bajo su óptica, más carga aerodinámica en los coches, pueda impedir que estos se rebasen de manera más fluida. De sumar una teórica menor degradación de las gomas, el asunto se pone con tintes claramente distópicos. Imagino que para no dejar al personal con cara de pocos amigos, el responsable de la marca italiana, opinaba seguidamente lo siguiente: "Creo que los pilotos disfrutarán, porque van a sentir ese nivel de rendimiento. Eso les dará un desafío físico que no han tenido desde hace mucho tiempo". Luego añadió algo contradictorio: "Pero el verdadero impacto en los adelantamientos será en el rendimiento de los coches, pues de ser bastante igualado, entonces quizá haya oportunidades; en caso contrario será una procesión". Pues aún esto último, hace tiempo que no se ve en la F1.

Lo que para muchos se consideraba un imposible, se hizo realidad: Bernie Ecclestone confirmó su retiro –tras 39 años al frente de su circo–, aunque no de forma voluntaria: "Me han despedido. Es oficial. Ya no voy a dirigir más la empresa", declaró. No obstante, queda como presidente honorífico, aunque sin posibilidad de tomar decisión ejecutiva alguna. "Asumo el cargo sin saber qué significa", añadió el británico, además de "mis días en la oficina serán más calmados a partir de ahora. Todavía tengo muchos amigos allí y el dinero suficiente como para acudir a alguna carrera". Liberty Media ha decidido entregar el mando de la F1 a Chase Carey, exitoso hombre de negocios del espectro catódico, pero nada apegado al mundo de la competición automovilística, faceta desconocida para él. De comentar su proximidad a Rupert Murdoch, la cosa torna un tanto singular. Menos mal que tendrá cerca a Ross Brawn y Sean Bratches, pues de lo contrario, el cambio no parece ser merecedor de grandes saltos de alegría.   Sin embargo, Martin Brundle apuesta por la terna anterior, dado que piensa que pueden dar nuevos aires a la categoría reina de los monoplazas al decir: "Hemos ido por el camino equivocado y con los nuevos medios hay muchas oportunidades que no se han explorado. Como diría Bernie, transforma eso en dinero si puedes". El expiloto sostiene su opinión, a la vista de lo sucedido en el paddock las últimas temporadas, calificándolo de "insostenible, sin escoger la dirección correcta". Y como Ross Brawn está por la labor de generar un mejor reparto monetario entre las escuderías, Brundle daba sus parabienes a lo planeado por los de Liberty. "La manera en la que el dinero se distribuye, ha dejado a los que tienen y los que no tienen más separados". Como símil, podría asemejarse a la lucha entre David y Goliat. Por tanto, "se tiene que nivelar de forma que todos tengan al menos una oportunidad de lograr un podio o una victoria de vez en cuando". Esperemos si se cumplen estos optimistas anhelos.