Mercedes espera librarse de sus problemas para Imola

Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes, ha señalado que "nuestra prioridad es resolver los problemas actuales de falta de prestaciones. No disponemos de un coche que nos permita batirnos por la victoria".

Mercedes se encuentra en 'tierra de nadie'. No sólo lejos de Red Bull, a quien consideraban como su enemigo natural, sino también de Ferrari. Si la batalla hubiera sido, como el año pasado entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, las flechas de plata hubieran salido muy muy bien paradas… Gracias al doble abandono de los austriacos. Pero los Ferrari les han devuelto a la cruda realidad: están en tierra de nadie, al menos por ahora.

"En términos de rimo, ahora no podemos inquietar a Ferrari o Red Bull, así que lo apostamos todo a la estrategia de ir a tres paradas", ha señalado Shovlin.

Muchos recuerdan el comienzo de la temporada pasada, cuando parecía claro que Red Bull estaba por delante de Mercedes, pero estos ganaron tres de las cuatro primeras carreras, lo que les permitió mantener el pulso con Max hasta el final… y casi ganarlo de no ser por el error interpretativo de normas de Michael Masi en Abu Dabi.

El director técnico de la estrella señaló que "no podemos tolerar por mucho tiempo esta situación si queremos ganar el Campeonato", pero señaló que el 'fenómeno rebote' les está perjudicando mucho. "El equilibrio es muy delicado. Nos falta adherencia porque para evitar el rebote, debemos aumentar la altura mínima al suelo y eso hace que perdamos carga". Pero esto les sucede, en mayor o menor medida, a todos.

"Las diferencias son importantes, pero tenemos una idea de cómo mejorarlas, podemos aportar prestaciones relativamente rápido", ha añadido Shovlin, aunque también dijo que iban a trabajar muy duro estas próximas semanas. "Tenemos algunas ideas que explorar para mejorar nuestro ritmo", ha insistido.

George Russell espera que tengan razón, pero es consciente de que la solución "puede llegar en pocas semanas o tardar algunos meses". En otras palabras, los resultados de Mercedes no dependerán de los pilotos, sino de que los técnicos de Brackley den con la solución adecuada.

Para algunos, Mercedes pecó de soberbia al introducir un cambio radical en su diseño aerodinámico –no una simple evolución– de los pontones en los test de Baréin y no en los de Barcelona.

"Quizás por eso no prestamos toda la atención debida a los datos de Barcelona", ha señalado una fuente de Mercedes. En Barcelona, el rebote existía, pero se podía lidiar con él; en Baréin, sin embargo, el problema se hizo mayor. "Y cuando nos dimos cuenta de su gravedad, ya era tarde. No esperábamos tener tales problemas".

En cualquier caso, pese a que Ferrari señaló que abandonaron el concepto de pontón corto en junio/julio del pasado año, en Mercedes piensan insistir en ello "porque creemos que hemos tomado la vía correcta con ellos".

Una elección que tiene quizás algo que ver con el calendario, que les es favorable; en los dos próximos meses sólo hay seis Grandes Premios, menos de un tercio de la temporada. Eso les deja más de ocho semanas de trabajo, mientras en pista lidian como pueden con el problema.

"Más que traer cosas nuevas, lo importante es saber cómo funcionan", ha señalado Wolff, mientras que los pilotos creen que el coche se comporta bien en las curvas más rápidas, pero les falta punta.

Este problema de la falta de velocidad punta es curioso aparentemente. Los minúsculos pontones deberían dar mejor resistencia al aire, pero Mercedes recurrió en Baréin a un ala posterior bastante grande o de bastante carga. Quizás sea un de las cosas a corregir en Arabia.

"Sabemos cómo mejorar la resistencia al aire. Si hay que cortar el ala en pedazos, cortaremos el ala", ha apuntado Wolff, quien ya más en serio explicó que no han tenido tiempo de hacer más configuraciones de alerón.

Y, desde luego, habrá que mirar el motor. El hecho de que los clientes de Mercedes ocupan las seis últimas posiciones de la tabla levanta ampollas en estos y plantea algunas preguntas.

Doble trabajo para los ingenieros de la estrella. Dar con las soluciones y, entre tanto, limitar los daños, es decir, la pérdida de puntos.