La brecha aumenta

Tras los primeros entrenamientos de este GP de Bélgica en Spa creo que el artículo tiene plena vigencia e incluso, si me lo permiten, se queda corto: posiblemente ahora escribiría algo así como “las posiciones camuflan pero la brecha aumenta”. Y esto no va sólo por el McLaren de Fernando, sino que es algo generalizado.

Tomemos los cronos de esta primera sesión. Los seis primeros han batido el tiempo de la Pole del pasado año. Es más, Ferrari y Mercedes han bajado casi 1''3 aquel crono. El 1'45''502 de Kimi Räikkönen contrasta con el 1'46''773 que le valió la Pole a Lewis Hamilton. Un Lewis que hoy no ha necesitado recurrir a los ultrablandos para marcar un tiempo casi parejo al de Kimi –1’45”555–.

Frente a esta ganancia espectacular –la longitud del circuito, siete kilómetros, ayuda a que sea un poco mayor que de costumbre–, los Red Bull han evidenciado que poco pueden hacer, que la potencia del motor Renault está claramente por debajo de los caballos que pueden disfrutar los pilotos de Ferrari y Mercedes.

Tanto Ricciardo como Max Verstappen han estado por debajo del crono de la Pole del pasado año, pero conceden 8 décimas a los de cabeza; la velocidad punta es el talón de Aquiles del RB13, pese a que este año habían decidido no sacrificar tanto el drag en aras del downforce como en años anteriores. Pero los 30 caballos que les faltan, como mínimo, les pasan factura.

Los demás, a años luz. Excepcional Carlos Sainz, el mejor de 'segunda división'… pero a prácticamente dos segundos de Räikkönen y a un segundo de sus hermanos Red Bull. Es la misma diferencia que existe entre Roberto Merhi, el peor tiempo de Fórmula 2 en la tanda libre, y el de Charles Leclerc, el más rápido de la categoría. ¡Da para pensar!

Me ha sorprendido el crono del madrileño porque mejora en 1''8 el crono de clasificación del pasado año, más que la competencia, en parte porque han mejorado el chasis notablemente y en parte porque su actual motor, Renault, es sin duda mejor que el motor Ferrari 2015 que montaron la pasada temporada.

Por el contrario, la ganancia de los McLaren es, por el momento, muy poca. El 1'47''865 de Stoffel Vandoorne es sólo 25 centésimas mejor que el crono de Jenson Button en la clasificación del pasado año. A priori, ello parece significar que el motor Honda, pese a sus evoluciones, apenas está al nivel del pasado año. ¡Preocupante!

Es cierto, son sólo los primeros ensayos. No todos han jugado sus cartas. Hay que oculta aún sus mejores bazas o no han podido exprimirlas. Pero vistas las posiciones de Toro Rosso y McLaren queda claro que la brecha entre los de cabeza y la ‘segunda división’ no sólo no se reduce, sino que se amplía. Y que ya no es una pendiente lo que hay que superar, sino un muro vertical de considerable altura. O si lo prefieren, que el foso es cada vez más amplio y profundo.

Y lo hará todavía más en lo que resta de temporada. Los equipos modestos ya han detenido sus evoluciones para centrarse en el 2018, por necesidades de presupuesto y también de integrar el halo. Sólo Ferrari y Mercedes mantendrán el pulso: y es que el título les va en ello, porque las espadas están en alto y nadie abandona cuando la corona está tan cerca y las posibilidades de alcanzarla son reales.