Red Bull y Honda, ¿demasiado al límite?

Si nos remontamos a la pretemporada, la lógica dice que no. Tanto Red Bull como AlphaTauri –los dos equipos motorizados por Honda– tuvieron unos test inmaculados en cuanto a fiabilidad y, además, fueron muy competitivos: Max Verstappen fue el más rápido de los test, pero también Yuki Tsunoda sorprendió con la segunda plaza absoluta.

No en vano, hay que recordar que fue la pretemporada más corta de la Fórmula 1, con sólo tres días de test, por lo que no todos los problemas podrían haber salido a la luz. Por un lado, parecen tener el bólido más competitivo de la parrilla; la otra cara de la moneda es que ya han sufrido varios contratiempos en sólo dos fines de semana.

Lo cierto es que Red Bull es una realidad en términos de rendimiento, ya que Max Verstappen consiguió la primera Pole de la temporada con casi cuatro décimas de diferencia respecto al mejor Mercedes –Lewis Hamilton–, pero también es cierto que el neerlandés tuvo ciertos problemas de diferencial en carrera que lastraron su ritmo… y al final, por una razón u otra, sucumbieron ante Hamilton y Mercedes.

De cara a la segunda cita de la temporada, el GP de nombre ‘interminable’, en el seno de la escudería de Milton Keynes querían resarcirse de lo ocurrido en Baréin. Sin embargo, se han encontrado de frente con una avería en el coche de Max Verstappen –en la transmisión– al inicio de los Libres 2, de modo que el programa de trabajo se ha visto perjudicado.

El neerlandés ni siquiera ha podido probar el neumático blando, y si a esto sumamos la pérdida de más de 20 minutos que ha tenido Sergio Pérez en la primera sesión de entrenamientos libres por el incidente que ha tenido con Esteban Ocon, los planes del equipo austriaco para este fin de semana están seriamente ‘tocados’.

Decíamos durante el fin de semana de Baréin que por fin Honda había dado con la tecla en su motor. Toyoharu Tanabe desveló que esta unidad de potencia era más pequeña que la famosa ‘size-zero’ y, además, había superado al motor Mercedes de 2020. El rendimiento está ahí, eso es indudable, pero ¿se han precipitado al adelantar el motor un año?

Lo único que está claro es que, si Red Bull y Honda querían pelear con Mercedes, había que dar ese paso arriesgado y tratar de ‘jugar’ en el límite… o incluso por encima del mismo. Al final de la temporada, e incluso a lo largo de los próximos años –recordemos que los motores estarán congelados–, sabremos si habrá merecido la pena.