Hamilton navega en solitario hasta la Pole pese a las embestidas de Red Bull

Hamilton ha navegado en solitario hasta la Pole Position en la lluvia de Shanghái, ajeno a los errores de pilotaje y al aquaplaning que han afectado a sus rivales. El británico ha mantenido la cabeza fría en todo momento, ha leído a la perfección la evolución de la pista y ha sacado el máximo provecho de sus manos y su montura para asegurarse una posición que lo reafirma como favorito a la victoria en la carrera de mañana.

El pilotaje de hoy de Lewis es remarcable por dos razones. La primera de ellas es estadística. El inglés ha sumado la 34ª Pole de su carrera profesional, de modo que supera el registro histórico del bicampeón Jim Clark y se convierte en el británico con más Poles de la historia de la Fórmula 1.

El segundo motivo es psicológico. Hamilton no sólo ha sacado de quicio a Red Bull, que ya ha asumido la superioridad de las flechas de plata, sino que también ha podido con la resistencia mental de Nico Rosberg. Lewis ha forzado dos errores de conducción de un Nico impotente ante la superioridad de su compañero, lo ha llevado al límite y lo ha batido. El primer fallo del alemán ha llegado en los últimos compases de la Q3, cuando ha tirado largo en la frenada de la contrarrecta y ha arruinado su vuelta. Instantes después, cuando la bandera cuadriculada ya había caído, Rosberg se ha subido en el astroturf de la última curva y ha perdido el control de su monoplaza, que ha quedado atravesado en la pista.

Daniel Ricciardo ha vuelto a poner contra las cuerdas al cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel, aunque no ha podido ni siquiera rivalizar con Hamilton por la posición preferente. "No podría haber hecho más", decía el australiano por la radio después de la Q3, exhausto del esfuerzo. La carrera de mañana será una auténtica prueba de fuego para los pilotos de Milton Keynes, que tienen ante ellos la ardua tarea de mantenerse vivos en la lucha por el podio a pesar de su inferior velocidad punta. La carga aerodinámica del RB10 compensará (o debería compensar) esta carencia en los sectores más revirados del trazado.

Quinto ha sido Fernando Alonso, que no ha roto la tradición y ha repetido un resultado al que se halla abonado desde hace años. El quinto puesto del asturiano tiene especial mérito si se toman en consideración los defectos de su Ferrari F14 T. Pese a sus debilidades, Alonso lo ha exprimido para hacer olvidar la actuación de Kimi Räikkönen, caído en la Q2, y para batir en su elemento a Williams, Force India y Mercedes, todos ellos propulsados por el todopoderoso motor Mercedes.

Felipe Massa ha ganado el duelo de compañeros de equipo en el box de Williams por apenas 15 centésimas, suficientes para arrancar el Gran Premio de China justo por delante de Valtteri Bottas. Los dos Williams saldrán desde la sexta y la séptima posición respectivamente, por delante de Nico Hülkenberg y de los dos invitados especiales del Top 10, dos coches con motor Renault que hoy han rendido por encima de sus capacidades naturales: el Toro Rosso de Jean-Éric Vergne y el Lotus de Romain Grosjean.

Kimi Räikkönen ha caído eliminado en la Q2, la misma sesión en la que han sucumbido los dos pilotos de McLaren. Pastor Maldonado no ha podido participar en la Q1 por un problema de motor, por lo que mañana domingo tomará la salida. El primer Caterham ha sido el de Kamui Kobayashi. Ha terminado 18º a tan solo tres décimas del Sauber de Esteban Gutiérrez.