Ferrari dice adiós al título y Verstappen piensa en algunos récords

Ni lo uno ni, al menos en Spa, lo otro. Si en Maranello las campanas tañen a gloria en cada victoria del Cavallino, también en ocasiones han tocado a rebato, avisando de los peligros en ciernes. Pero ayer su sonido hubiera sido triste y melancólico, a difuntos.

Habría llorado las ilusiones de título fenecidas en las Ardenas, el mismo escenario donde Alemania lanzó una tremenda ofensiva destinada a cambiar el rumbo de la Segunda Guerra Mundial en el frente occidental y que al final fue la caída del mismo.

Max Verstappen firmó ayer una de las mejores remontadas de la Fórmula 1. Salía desde la 15ª posición y no sólo ganó, sino que por muy poco no batió el récord de diferencia entre primero y segundo clasificado, su compañero Sergio Pérez, de la temporada. Los 17''8 de diferencia sólo se superaron en Azerbaiyán –20''8– y Australia –20''5–. Remontar, colocarse líder y marcharse.

Al final Charles Leclerc estaba patidifuso y se preguntaba qué truco se habría sacado Adrian Newey de la chistera. Decían que Red Bull iba a ser el más perjudicado por las normas 'antiporpoising' que tímidamente se estrenaron en Spa-Francorchamps. Todo lo contrario, ¡parece que les han beneficiado!

Él, su máximo rival, sólo había llegado a quinto –aunque la penalización le hiciera perder una plaza– una prueba más de que Ferrari no tiene ahora el ritmo del campeón. Parece que los neumáticos –o al menos algunos compuestos– no van con ello, que los degradan antes… pero hay algo más, mucho más.

Se vio ya en clasificación que Max estaba en otra liga, "en otro Planeta", como dijo Sergio Pérez. El mexicano acabó en segunda posición, detrás del jefe, pero sin duda con muchas cosas en las que pensar porque era imposible para él mantener un ritmo similar, hasta el punto que quizás se preguntara si llevaban el mismo coche o sólo eran parecidos.

No, no piensen que habría cambiado algo de haber salido en última posición por las penalizaciones en lugar de desde la 15ª posición. Su superioridad era tal que hubiera ganado de igual forma. Era algo que ya Max había anticipado como posible, que Carlos Sainz había imaginado y que George Russell dio casi por hecho.

Ferrari y Leclerc, en realidad, no han perdido el título aquí. Lo perdieron al comienzo de la temporada, cuando no supieron rematar la faena con los problemas de fiabilidad, errores de estrategia y algún error de los pilotos.

La firma italiana había preparado muy bien 2022: le destinaron la mayor parte de recursos disponibles el año pasado, mientras que Red Bull no podía hacerlo porque estaba comprometida en la batalla por el título con Mercedes. Pero quizás el espejismo de los éxitos de comienzo de temporada creó falsas ilusiones distorsionando la realidad.

Después, como tantas otras veces, en la carrera de actualizaciones, evoluciones y mejoras, los de Maranello han perdido el ritmo. Ésta es una asignatura aún pendiente desde hace muchos años y ahora ha llegado el momento de 'olvidar' 2022 y preparar un nuevo –y difícil– asalto en 2023.

Es cierto, desde 2010 han tenido la mala fortuna de toparse con la era Sebastian Vettel-Red Bull, con la de Lewis Hamilton –y Nico Rosberg–Mercedes y ahora con la de Max-Red Bull.

Fijémonos desde Barcelona, dejando de lado los cinco primeros Grandes Premios. Desde entonces, Charles sólo ha sumado 82 puntos y un solo podio, la victoria de Austria. Max ha sumado 174 puntos, más del doble, siete victorias y otro podio en ocho carreras.

Pero es que Charles ha sumado menos puntos que Carlos, que ha hecho 116 –34 puntos más–, ha sumado una victoria y otros tres podios. Pérez ha sumado 106 puntos, diez menos que Carlos, Russell y Hamilton han sumado 104 y 100 puntos respectivamente, también más que Leclerc. Es algo que obliga a reflexionar. No es precisamente lo que cabe esperar de quien debía ser el máximo –único– rival de Max en la batalla por el título

Max quiere ahora fijarse un desafío, una forma de mantener la atención. Tiene ya diez victorias a falta de nueve carreras: quiere conseguir al menos cuatro más para superar los récords de Michael Schumacher y Vettel, 13 triunfos en un solo año.

Si consigue las cuatro próximas victorias superará el récord de Vettel, de nueve triunfos consecutivos. Lewis tiene el récord de puntos en una sola temporada, 408; Max debe sumar 125 en las ocho carreras restantes, nada descabellado. Incluso puede batir el récord de podios en una misma temporada… aunque esto ya lo logró el año pasado, con 18; pero puede llegar a 19.

Max dijo "no espero que sea así todos los fines de semana". Sus rivales cruzan los dedos esperando que acierte… aunque sin excesiva convicción.