Renault Kadjar 2019: el auténtico SUV estándar

El Renault Kadjar 2019 actualiza el que se comercializa desde 2015 con retoques que abarcan desde la estética hasta los motores o el listado de equipamiento. Es el cuarto modelo más vendido de la marca del rombo y comparte una serie de elementos mecánicos con el Nissan Qashqai o el Renault Mégane, pero este último no es un SUV, mientras que el Nissan es unos centímetros más corto, su maletero es 42 litros más pequeño, cuesta un poquito más a igualdad de equipamiento y es mucho más vendido que el Renault Kadjar.

Su sustituto es el Renault Austral 2022.

Fabricado para todo el mundo, excepto para China, en la planta de Palencia –allí se ensambló la unidad número 500.000 en mayo de 2019–, el Kadjar cuenta, por ejemplo, con la caja de cambio manual producida en la factoría de Renault en Sevilla y el motor 1.3 TCe que sale de la planta de motores de Valladolid.

Hemos tenido la ocasión de probar la versión básica del Kadjar con el motor 1.3 TCe de 160 caballos, esto es, el acabado Zen con cambio manual, llantas de 17 pulgadas, con los extras del paquete Extended Grip y el techo panorámico de cristal.

RENAULT KADJAR 2019: EXTERIOR

El SUV compacto francés se encuentra en el medio del segmento por longitud, con una longitud de 4,49 metros. Mide 1,84 metros de ancho, que es bastante, y tiene una altura de 1,60 metros, de nuevo común con una gran cantidad de modelos –calcado con el Seat Ateca, el Skoda Karoq o el Honda HR-V, un centímetro más que el Nissan Qashqai o dos menos que el Peugeot 3008. También en cuanto a volumen del maletero está en medio de todo, 48 litros por debajo del 3008, pero 24 por encima del HR-V y 42 del Qashqai o el Suzuki S-Cross.

Respecto a la estética, el Kadjar ha estrenado paragolpes delantero en su rediseño. Su diseño es ahora más 'serio', principalmente debido a la toma de aire para el radiador, siempre con forma de trapecio, pero ahora con el lado largo situado en la parte inferior. También contribuyen a esa sensación de 'agresividad' la introducción de unas molduras que simulan la forma de tomas de aire en torno a los antinieblas, y que recuerdan vivamente al Clio o al Mégane. Los propios antiniebla son ahora cuadrados en lugar de redondos. En el plano superior se mantienen los grupos ópticos principales con la firma de luz diurna en forma de C, aunque su diseño interior ha cambiado. A pesar de ello, el elemento principal es la enorme parrilla que une ambos faros y con la que sólo compite un logo de Renault muy grande.

Las molduras laterales, negras en su parte inferior y con una parte cromada que contribuye a aumentar la sensación de altura, son también características del Kadjar, como una trasera que toma muchos rasgos del Clio pero que deja una franja en aluminio mate por debajo, en concordancia con sus proporciones. Parece que en esa parte inferior, en el paragolpes, integra dos salidas de escape; en realidad son simuladas. El color de nuestra unidad es también muy característico. Se llama azul rayo y es opcional.

RENAULT KADJAR 2019: INTERIOR

Por dentro, el Kadjar está bien hecho, aunque no se confundiría con un coche premium ni por diseño ni por calidades. Su ergonomía es más que correcta, de nuevo sin ser un referente. Un Kia Sportage, que es un coche similar por precio, también lo es en su interior, aunque nos parece preferible al Renault por acabados, y son similares en ergonomía. No es un demérito para el Kadjar dado el buen nivel de su rival coreano. Donde sí vence el modelo del rombo es en la instrumentación, digital, clara y de buen manejo de serie. En todos los apartados mencionados, el Renault es claramente preferible a un Mitsubishi Eclipse Cross, entre otros.

El techo fijo panorámico cuenta con una lámina enrollable que abre y cierra con rapidez y silencio; es recomendable, aunque no corredero como el del Peugeot 3008. Está disponible desde el acabado Intens –el segundo escalón– con un precio de 756 euros, mientras que con el acabado Zen cuesta 416 euros y viene de serie con el Black Edition.

Los asientos delanteros son confortables, sin una gran sujeción lateral. No hemos podido saber dónde estriban los cambios respecto a los que montaba antes de su rediseño, pero se sienten mejor. En el acabado Zen, el probado, cuentan con ajuste de altura y lumbar; el ajuste eléctrico es de serie para el Black Edition, pero el Zen ya incluye un extensor de la banqueta para ocupantes más altos; al autor de este texto no le aporta apenas ningún confort extra, pero otros pasajeros sí aprecian esta característica. La tapicería de cuero es opcional desde el acabado Zen, que lleva de serie una mixta de símil cuero y textil agradable. Los Life e Intens sólo ofrecen el tapizado textil.

Algunos detalles del salpicadero han sido rediseñados, con acabados metálicos en torno a las salidas de aire y repartidos por la consola central, que presenta una pantalla táctil de la que hablaremos más en el próximo apartado de esta prueba. También estrena novedades en los acabados de las puertas y del reposabrazos central, ahora con más apoyo y renovado acolchado.

Respecto a las plazas traseras, están de nuevo en la media del segmento, los asientos son fáciles de plegar en proporción 40/60 y encontramos dos prácticas conexiones USB y salidas de ventilación de serie desde el acabado Zen. Por último, el maletero cuenta con un doble fondo, aunque bastante 'fino'. Bajo la lámina inferior hay hueco para la rueda de repuesto, aunque es opcional.

RENAULT KADJAR 2019: EQUIPAMIENTO

El Kadjar 2019 se ofrece con cuatro niveles de equipamiento: Life, Intens, Zen y Black Edition. No todos los motores cuentan con todos los equipamientos, de modos que el 1.3 TCe de 160 caballos parte del escalón Zen y también puede montarse con el acabado más alto de gama.

Desde el básico Life cuenta con pilotos traseros y antinieblas de leds, ayuda a la frenada de emergencia, aire acondicionado, freno de estacionamiento eléctrico, control de crucero o sistema de control de presión de los neumáticos.

El Intens agrega a lo anterior las luces automáticas, el sensor de lluvia, las llantas de 17 pulgadas –frente a las de 16 básicas–, el arranque sin llave, retrovisores plegables eléctricamente, climatizador bizona o la radio analógica con pantalla de 7 pulgadas con conectividad bluetooth.

El acabado Zen aporta un salto en el ámbito multimedia, con la adopción del sistema multimedia R-Link, compatible con Apple Carplay y Android Auto, con navegador, reconocimiento de voz, manejo de varias funciones del coche a través de la pantalla de 7 pulgadas. También aporta los sensores de aparcamiento delantero y trasero, faros de leds para todas las funciones, cámara trasera, detector de ángulo muerto o alerta por cambio involuntario de carril –de funcionaminto muy sutil–. En el exterior añade detalles cromados en la parrillla delantera y detalles que simulan protecciones tanto en el frontal como en la trasera. En el interior, adopta la tapicería mixta y el volante tapizado en cuero, así como un extensor para la banqueta de los asientos delanteros, el retrovisor central electrocrómico o salidas de aire en las plazas traseras.

Por último, el acabado Black Edition aporta las llantas de 19 pulgadas, el techo panorámico fijo, los retrovisores con la carcasa negra, una tapicería que reemplaza las zonas textiles por Alcantara, asientos delanteros calefactables y regulables eléctricamente o un sistema de sonido Bose.

Ya hemos hablado sobre la pintura 'Azul Rayo' que, como la 'Rojo Deseo' y la ‘Verde Oliva’ es opcional por 707 euros. El resto de pinturas metalizadas también son extras, aunque a un coste de 520 euros.

La unidad que probamos equipaba el pack 'Extended Grip' que incluye neumáticos M+S –nuestra unidad montaba Goodyear–, llantas Evado de 17 pulgadas y, sobre todo, el control de tracción Extended Grip, que es absolutamente recomendable por los 162 euros que cuesta. Es un sistema similar al que montan otras marcas, pero no por ello menos recomendable. Su funcionamiento es sencillo: en la posición ‘Road’, si una rueda patina, el freno actúa sobre ella y el par se traslada a la rueda que sí tiene agarre. En la posición de ‘Terreno desigual’, el control de estabilidad toma el relevo del conductor en cuanto a la tracción. El sistema deja patinar a la rueda con menos agarre, pero corta la inyección para reducir el aporte de par y que el neumático pueda gestionar mejor el movimiento hacia delante. Por último, en el modo ‘Expert’, es el conductor el que dosifica el gas para que el eje delantero traccione; es el indicado cuando la nieve o el hielo impiden que el control de estabilidad mueva siquiera mínimamente las ruedas.

En las dos últimas posiciones, montar los neumáticos 'all-weather' es crucial, porque sabemos que aumentan mucho la capacidad de tracción sobre barro y nieve. Por cierto, también la rueda de repuesto es opcional, con un coste de 103 euros. Si el coche se va a utilizar fuera de carretera resulta especialmente indicado llevarla.

RENAULT KADJAR 2019: MECÁNICA

En el apartado mecánico, el Renault Kadjar 2019 incorpora un nuevo motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.3 litros, un propulsor desarrollado junto a Daimler que ya se había podido ver con anterioridad en el Renault Scénic y en el Nissan Qashqai –y llegó luego al Mercedes Clase A, por ejemplo–. Este motor está disponible con potencias de 140 y 160 caballos y ambos pueden ir asociados bien a una caja manual o bien a una transmisión automática EDC de 7 velocidades y doble embrague.

Además, el Kadjar también estrena novedades en su gama Diesel ya que los veteranos motores dCi de 1.5 litros ahora tienen un sistema de reducción catalítica selectiva para reducir las emisiones de NOx. La potencia de las dos versiones de este propulsor aumenta ligeramente y pasa de los 109 a los 113 caballos y de los 128 a los 148 caballos.

En cuanto al motor probado, el 1.3 TCe de 160 caballos, ofrece un acertado compendio de prestaciones, silencio y consumos, como describiremos en el apartado de sensaciones de conducción. Este propulsor fue desarrollado junto a Daimler para reemplazar al también rompedor en su día 1.2 TCe. El nuevo bloque cubica exactamente 1.330 centímetros cúbicos y lógicamente está turboalimentado. Curiosamente, emplea la misma tecnología en el pulido de los cilindros a la que recurre el Nissan GT-R. En la versión probada, la más potente, entrega 160 caballos a 5.500 revoluciones/minuto y el par máximo es de 260 Newton-metro a 1.750 vueltas. Curiosamente, en combinación con el cambio automático el par se eleva hasta los 270 Newton-metro, aunque a 1.800 revoluciones/minuto.

La mayoría de Kadjar están equipados con un sistema de tracción delantera, aunque en combinación con el motor Diesel de 150 caballos se ofrecen con tracción integral mediante embrague Haldex, capaz de repartir el par a las cuatro ruedas en caso de pérdida de adherencia del eje delantero. En estas versiones existe una posición 'Lock' en el Extended Grip que reparte la tracción al 50% entre los dos ejes de forma fija.

No estamos ante un todoterreno, pero el Kadjar permite una altura libre al suelo de 20 centímetros, suficiente para circular por terrenos bastante escarpados pese a su esquema de suspensión McPherson para el eje delantero y semiindependiente con rueda tirada y eje de torsión para el posterior, por tanto sin grandes recorridos. Quizá el paragolpes delantero es el que más sufre en una conducción fuera de carretera, pero en general consigue pasar por sitios bastante complejos con la ayuda del Extended Grip.

RENAULT KADJAR 2019: IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

Al volante, el SUV compacto de Renault destaca por su confort de marcha y por un buen aislamiento acústico. En este frente es tan bueno como el mejor modelo generalista del segmento.

Sigue sin gustarnos, sin embargo, la dirección del Kadjar. Recientemente hemos probado un Renault Mégane R.S., y catalogamos su dirección como “poco informativa”, pero lo era bastante más que en este SUV. Podemos encontrar la causa en que la unidad probada montaba neumáticos en medida 215/60 en llanta de 17 pulgadas, y de especificación 'All-season', pero otras direcciones consiguen transmitir con el mismo equipo de gomas.

Otro elemento que nos lleva a 'separarnos' del asfalto en el manejo del Kadjar es una suspensión más bien blanda. Pero es curioso que, pese a que la carrocería acusa un cierto balanceo, consigue un agarre reseñable. Logra un paso por curva –de cualquier radio– muy bueno dadas sus características, todo un logro en el que nos apoyamos para superar la incertidumbre de la dirección.

Por tanto, es silencioso, cómodo y efectivo, aunque no transmita demasiadas sensaciones. El motor 1.3 TCe de 160 caballos, el que más hemos conocido, es menos 'aséptico' que el resto del coche. También es silencioso y puede promediar 7 litros de gasolina a los 100 en una conducción suave pero ágil en carretera convencional o en vías rápidas al límite de la velocidad legal. Pero lo más destacable es su agradable empuje, propio de un coche de mayor potencia o menor peso –éste suma 1.450 kilos en la báscula–. Nos ha parecido una de las mejores características del Kadjar, alcanza 210 kilómetros/hora de velocidad punta y pasa de 0 a 100 en 9,9 segundos. Junto a su hermano menor de 140 cabllos, si realizas menos de 25.000 kilómetros al año, puede que el mejor motor sea éste. Claro que su brillantez no nos impide indicar que, para viajes largos y frecuentes, y dada la naturaleza rutera del modelo, no hay que descartar el Diesel.

Un último apunte para el manejo del sistema multimedia R-Link. La pantalla de 7 pulgadas no goza de una calidad excelente, pero el sistema táctil es bueno y sus funciones son sencillas de utilizar, tanto desde el puesto del conductor como el del pasajero.

RENAULT KADJAR 2019: PRECIOS

Los precios del Renault Kadjar arrancan en 21.568 euros para el motor 1.3 TCe de 140 caballos con el acabado Life. El salto al acabado Intens supone un desembolso de 1.518 euros más, mientras que el Zen con ese motor cuesta 25.294. En cuanto al motor 1.3 TCe de 160 caballos, el que hemos probado, parte de 26.398 euros euros con el acabado Zen y llega a los 27.870 con el Black Edition.

En cuanto a los Diesel, el dCi de 115 caballos cuesta de inicio 24.557 euros con el acabado Intens, 26.765 con la terminación Zen. Por último, el motor dCi de 150 caballos cuesta 29.066 con el acabado Zen y 30.538 para el Black Edition tope de gama. A cualquiera de los dos últimos tendrás que añadir 2.028 euros si optas por la tracción integral. El cambio automático EDC implica un coste extra de 1.380 euros, y ninguno de los precios que hemos dado incluye descuentos por financiación.

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