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España fabricará 14 modelos electrificados en este 2020

07/01/2020 10:35

España parece haber perdido el tren europeo de lo que a fabricación de baterías respecta, componente esencial para los coche eléctricos, pero parece ‘enganchada’ al tren de la fabricación de vehículos electrificados. Éstos son imprescindibles para que las marcas se acerquen al cumplimiento de la norma europea sobre las emisiones medias de las gamas.

Estamos hablando de cifras que pueden alcanzar los 5.000 o 6.000 millones de euros de multa en muchos casos. Y se traslada al consumidor, un coche de 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro podría parar 25 gramos por 100 euros, es decir 2.500 euros más… aunque esta cifra se reduciría según el número de coches de menos de 95 gramos se vendan. Como ven un duro dilema.

La norma es altamente disuasoria. La media de emisiones es de 95 gramos/kilómetro por vehículo vendido. Cada gramo de más de desviación supone una multa de 100 euros por gramo multiplicada por el número de vehículos vendidos. Una multa cuantiosa que ‘atentará’ contra la cuenta de resultados de las marcas o grupos y que de una forma u otra acabará trasladándose a los consumidores… y tendrá incidencia sobre las ventas.

El problema para las marcas es que son los compradores los que elegirán. Mercedes lo sabe muy bien. El lanzamiento el Alemania del Mercedes EQC, el SUV eléctrico, elegido por apenas 60 compradores desde que fue lanzado, en noviembre. Un fracaso pese a la campaña de lanzamiento. O quizás un ‘retraso voluntario’ en las entregas para intentar contabilizarlas como ventas en el 2020 y que entren en el cómputo de la media de emisiones de 2020.

Los fabricantes están en manos, pues, de los clientes. Y estos miran por sus necesidades. El precio de los eléctricos es todavía caro y la infraestructura de recarga insuficiente —al menos en España— mientras que la autonomía sigue siendo un problema para muchos sobre todo porque la recarga requiere un largo tiempo para el impaciente conductor.

En cualquier caso, las marcas asentadas en España están plenamente concienciadas del problema. Ya fabrican aquí algunos modelos eléctricos e híbridos. Y además piensan aumentar notablemente el abanico de los modelos producidos.

En la actualidad Nissan fabrica el e-NV200 en Barcelona y acaba de anunciar que incrementará en un 30% la producción de este furgón eléctrico. Opel, en Figueruelas, ha iniciado la fabricación del Corsa eléctrico. Y PSA en su factoría de Vigo fabrica la versiones eléctricas del Citroën Berlingo, mientras que Mercedes fabrica el e-Vito en Vitoria. Ford, por su parte, fabrica el Mondeo híbrido en Almussafes.

Pero la fabricación de modelos electrificados se incrementará notablemente el 2020 y 2021. No sólo en número, sino también en diversidad de modelos. PSA lanzará el Partner —el clon del Citroën Berlingo— eléctric y debe comenzar a producir el Peugeot e-2008, el Opel Combo eléctrico y el Toyota Proace; es demasiado pronto para saber si la fusión de PSA y FCA implicará alguna versión para este segundo grupo. Además, en Madrid tiene previsto fabricas en 2012 en eC4, vehículo del que hablamos recientemente.

Renault tiene previsto lanzar el Renault Captur PHEV —híbrido recargable— en Valladolid este año, mientras en Palencia se montarán las versiones híbridas de la cuarta generación Megane, berlina y Sport Tourer.

En Valencia, Ford tiene previsto comenzar este mismo año la fabricación de todo tipo de versión híbridas del Kuga: mHEV, E-Hybrid y PEHV.

Y Seat tiene previsto lanzar el próximo año el León PHEV y el Cupra León PHEV, dejando el Cupra Formentor para 2020. La marca española ofrece en su gana un Mii eléctrico, pero este se fabrica en Eslovenia. Y tiene en cartera un Tarraco PHEV y el el-Born, absolutamente eléctrico, aunque no está decidido donde se fabricarán ni si llegarán en 2021.

En otras palabras, habrá al menos 14 modelos electrificados que serán fabricados en España. Una gran razón para apostar cuanto antes por una planta de baterías, pese a que por el momento se haya perdido el tren de las ayudas europeas a este sector. Es particularmente interesante que un buen numero de estos modelos sean vehículos eminentemente profesionales, ideales para autónomos y la distribución. Estos dos segmentos de mercado que serán claves para la el cambio energético que propugnan las administraciones.