Un desenlace de carrera épico, relatan las crónicas de expertos periodistas. Nadie se atreve a decir que la manipulación de la carrera ha sido grosera y sesgada con el único objetivo de que hubiera un último adelantamiento, servido en bandeja de plata, que valía un campeonato.
El procedimiento habitual de retirada del Safety Car, con los coches doblados recuperando vuelta, le hubiera dado el campeonato a Hamilton y su Mercedes, pues la carrera habría finalizado bajo el Safety Car. Claramente desde las oficinas de arriba y entre los aficionados había ganas de cambio de ciclo y este se ha permitido con un descarado atropello a las reglas del juego.
Un desenlace de carrera épico, relatan las crónicas de expertos periodistas. Nadie se atreve a decir que la manipulación de la carrera ha sido grosera y sesgada con el único objetivo de que hubiera un último adelantamiento, servido en bandeja de plata, que valía un campeonato.
El procedimiento habitual de retirada del Safety Car, con los coches doblados recuperando vuelta, le hubiera dado el campeonato a Hamilton y su Mercedes, pues la carrera habría finalizado bajo el Safety Car. Claramente desde las oficinas de arriba y entre los aficionados había ganas de cambio de ciclo y este se ha permitido con un descarado atropello a las reglas del juego.
No todo vale para fomentar el espectáculo.
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