Alonso, futuro en el Dakar... ¿y en Estados Unidos?

El regreso a la Fórmula 1 es cada vez más remoto. Sus palabras indican que la categoría ya no le es atractiva como en el pasado. No obstante, las circunstacias que se dan en el Gran Circo no ayudan a callar los rumores del retorno. Sebastian Vettel está realizando una de sus peores temporadas, Lewis Hamilton tontea con el color rojo de Ferrari, Valtteri Bottas no tiene su asiento en Mercedes asegurado...

Tenemos una 'silly season' apasionante por delante, desde luego. Alonso quiere ganar con un coche campeón y visto lo visto, hasta la fecha el único equipo que puede presumir alardear de ello son las flechas plateadas. Eso sí, teniendo a Esteban Ocon en la recámara y dos pilotos más que fiables al volante, ¿realmente es viable su fichaje por los alemanes? Toto Wolff ya le ha dado el 'no' de antemano.

Ferrari ya demostró no estar a la altura cuando el asturiano lo requería en sus años de rojo y sigue sin ganar un Campeonato desde 2008. Mucho se ha especulado sobre una posible salida de Sebastian Vettel de la Scuderia o incluso sobre una hipotética retirada. Lo cierto es que el alemán tiene contrato con la escuadra hasta 2020 y también quiere conseguir algo importante con los italianos. Ya demostró en el pasado que tiene la calidad suficiente para ganar carreras y títulos.

Además, la llegada de otro pesado como Alonso al equipo no beneficiaría en nada al diamante en bruto Charles Leclerc. El monegasco ya se ha ganado tanto la confianza como el respeto –propios de un auténtico campeón– de los de Maranello y de todo el paddock de la categoría reina. "No hay ninguna obsesión por volver a la Fórmula 1", confirmó Luis García Abad, mánager del español, a los micrófonos del canal Eurosport.

La pista más fuerte por el momento acerca de su futuro en 2020 ha quedado reflejada en una entrevista que concedió el ovetense a la revista de moda milanesa 'Man in Town' en el mes de abril. Uno de los encuentros con la prensa en los que Alonso ha mostrado su lado más personal, es decir, el más personal más allá del piloto. Fernando, al fin y al cabo.

En ésta ha dejado sobre la mesa un dato que ha pasado desapercibido por la mayoría de lectores: "Voy y vengo para hacer test en Carolina del Norte". ¿Qué hace allí el asturiano? Definitivamente, nada relacionado con la preparación de las últimas 500 Millas de Indianápolis puesto que las bases de McLaren y Carlin no se encuentran precisamente en esta localización. De hecho, lo podría haber hecho desde simuladores directamente en el Reino Unido sin necesidad de un viaje tan extenso. ¿Entonces para qué habrán sido?

NASCAR

No se sabe con certeza, pero curiosamente, en Carolina del Norte se encuentran las bases de todos los equipos de la Nascar, esa categoría con la que ha flirteado el español en varias ocasiones durante el último año. Al mismo tiempo, la competición le envió una invitación nada más conocer su retirada de la Fórmula 1. Después de un inesperado intercambio de coches con Jimmie Johnson –leyenda americana de esta disciplina– en Baréin, Alonso quedó impresionado con la potencia del Chevrolet Camaro, al igual que el estadounidense con las habilidades del español. Y no es para menos. Todo lo que suponga un arma nueva, es plato de buen gusto para el asturiano.

Sin embargo, tras este intercambio de coches entre el estadounidense y el español, Alonso confesó a Toyota su interés por la disciplina y el director general de la división de carreras de la marca en Estados Unidos no dudó en confirmarlo. Entre las opciones que barajó en primera instancia David Wilson se encontraba correr en dos circuitos ruteros a modo de preparación para una posible entrada en 2020. Eso sí, esos eventos ya han pasado y el asturiano no ha hecho acto de presencia. Por lo tanto, llegaría sin nada de práctica. Una maniobra suicida. La Nascar es una opción de lo más remota. Pero nunca descartemos el factor sorpresa, ya sabemos que quiere ser el piloto más completo.

¿Cuál sería su arma si se decanta por ella? Pues bien, Toyota cuenta con dos coches disponibles para Alonso dependiendo de la división en la que decida hacer su debut. En el caso de hacerlo en la categoría por excelencia, conocida como Monster Energy Cup Series, el asturiano tendría a su disposición un Toyota Camry con motor frontal V8 de 725 caballos de potencia, transmisión manual de cuatro velocidades y tracción trasera con un peso total de 1.485 kilogramos de peso. En el caso de disputar la Xfinity Series, segunda división, Alonso contaría con el nuevo Toyota Supra con motor V8 de 5,8 litros de hasta 700 caballos de potencia y al igual que el Camry, transmisión manual de cuatro velocidades. 

Esos test de los que habla Alonso en la entrevista bien podrían ser una preparación exhaustiva fuera de pista –con simuladores– para adaptarse al funcionamiento de los stock cars. El asturiano podría aprovechar su vinculación con Toyota –marca que tiene su base y centro de simulación en Carolina del Norte– para dar un salto que sin duda, sería la guinda al pastel a un 2020 de aventuras totalmente inimaginables hace apenas dos años. Los equipos en los que podría recalar el astur son Joe Gibbs Racing, cliente de Toyota, o bien Hendrick Motorsports, cliente de Chevrolet y al cual pertenece su amigo Jimmie Johnson. 

Competir en la Nascar supondría tener una agenda de lo más apretada –algo de lo que ya es sabedor– con 26 pruebas que recorren Estados Unidos de norte a sur y de este a oeste en apenas 7 meses, en caso de disputar la Monster Energy Cup Series, categoría estelar de las tres divisiones de la Nascar. En adición, si el español se clasifica para los playoffs finales, podría optar a disputar hasta un total 10 pruebas extra. Una auténtica locura para la que deberá estar preparado tanto mental como físicamente. Cierto es que siempre cabe la opción de hacer tan solo varias carrera sueltas.

Existen antecedentes de pilotos de Fórmula 1 que probaron suerte en la categoría. La mayoría no tuvieron mucha fortuna, pero hubo uno que destacó sobre el resto y no es otro que Juan Pablo Montoya. El colombiano abandonó el Gran Circo y se embarcó en el sueño americano. En 255 apariciones, finalizó dentro del 'Top 10' en 59 de ellas. Cosechó un total de tres triunfos: dos victorias en la Cup Series y otra en Xfinity, la segunda división en la que emergen futuros talentos.

Ahora bien, el hecho de pensar que triunfará en su primer año en caso de cumplirse esta opción, es cuanto menos ambicioso. Los pilotos de la Nascar son competidores muy veteranos y curtidos en las carreras americanas. La edad media de los participantes del campeonato en 2019 es de 31,45 años. En Fórmula 1, la media es de 26,7 años. El ovetense acaba de cumplir los 38 años y a pesar de que aún le queda cuerda para rato, el tiempo pasa y embarcarse en un reto de este calibre requiere de las condiciones óptimas para el pilotaje. Su experiencia en el óvalo de Indianápolis bien le podría ser de gran ayuda para facilitar su adaptación y no hay nada más que añadir sobre circuitos ruteros, Alonso es todo un especialista.

INDYCAR

La opción que más fuerza ha ganado en las últimas semanas es la temporada completa en la IndyCar. Es cierto que la ha rechazado en numerosas ocasiones, sin embargo, parece que al asturiano le ha picado el gusanillo de regresar a Estados Unidos. La reunión entre el español y Zak Brown en el próximo Gran Premio de Italia puede ser determinante para el futuro de Alonso en 2020. No ha mostrado interés en la IndyCar, aún, y quiero hacer hincapié al igual que el americano en esto: todavía no, pero podría dar el sí.

Alonso ya ha probado un monoplaza de la categoría americana tanto en circuito rutero –en un test privado en Alabama con Andretti en septiembre de 2018– como en óvalo por partida doble, en Indianápolis. Nadie duda de su velocidad en esta disciplina por lo que no es ningún problema llegar falto de experiencia. Sin más, su objetivo es aún la Triple Corona y lo ha confirmado a la misma revista milanesa: "Con respecto a McLaren, quiero conseguir la Triple Corona con ellos". La entrada de los de Woking junto a Schmidt Peterson Motorsports es lo que necesita Fernando para llegar en condiciones óptimas para conseguir el último diamante. Y como se dice: a la tercera va la vencida.

Su presencia en las 500 Millas de Indianápolis de 2020 está prácticamente asegurada. La duda es si se decanta o no por disputar la temporada completa de IndyCar. Por ahora, las puertas están abiertas y McLaren no ha encontrado todavía a dos pilotos para ocupar sus asientos disponibles. Colton Herta, el que era el gran favorito de Brown y Schmidt, apunta a Andretti. James Hinchcliffe, aliado con Honda, es uno de los nombres que más ha sonado últimamente y parece que podría llegar a pesar de las dificultades.

¿Y el segundo asiento? Aquí entra en juego Fernando Alonso y esa reunión en Monza con Zak Brown. El estadounidense ofrecerá al ovetense esta posibilidad antes de buscar a otro piloto interesado. El nombre de Scott Dixon también se ha barajado últimamente, pero la realidad es que McLaren quiere al español en sus filas por encima de cualquier otro. Estaremos a la espera de lo que ocurra en el hospitality de los de Woking en el mes de septiembre.

El español no ha ocultado nunca su amor por Estados Unidos. Los aficionados al automovilismo en América le han acogido con los brazos abiertos y eso es algo que ha agradecido en varias ocasiones. Además, su marca de ropa Kimoa se basa mayoritariamente en el estilo de vida californiano. De momento, el 'American Dream' está cada vez más cerca, pero sin una certeza total o confirmada.

EL DAKAR, UNA REALIDAD

Y como entrenamiento para un nuevo año de actividad, ¿qué mejor que disputar el Rally Dakar 2020? Aquí Toyota volvería a jugar un papel fundamental en el futuro de Alonso. Y no es para nada descabellado pensar en combinar Nascar y Dakar o IndyCar y Dakar puesto que las fechas se adaptarían a la perfección a la agenda del asturiano. Después de sus días en el desierto, podría tener un merecido descanso de varios meses antes de poner rumbo al continente americano para adentrarse de lleno en una nueva odisea.

La realidad a día de hoy es que este rumor que hace unos meses parecía imposible, es casi un hecho a falta de confirmación oficial por parte de Alonso y Toyota. Después de un satisfactorio test en abril con el Hilux de Giniel De Villiers, la puerta a "la prueba más dura del planeta" se abrió de par en par y con ella, otro reto a la vista. La marca japonesa ya ha anunciado cuáles serán varias de sus pruebas preparatorias antes de poner rumbo a Arabia Saudí. Falta el sí definitivo.

De Villiers le acompañará en algunos de estos test, pero será Marc Coma el que estará sentado a su derecha en la prueba de fuego si no hay una sorpresa de última hora. Un novato y un veterano y campeón del Dakar listos para hacer historia. Coma quiere ganar en la categoría de coches y Alonso quiere sumar una hazaña histórica más a su palmarés. Una apuesta ganadora, sin duda alguna.

Mientras tanto, nos contentaremos con saber que pase lo que pase, Alonso seguirá pegado al volante algún coche al menos un año más. Sean dunas, asfalto, Fórmula 1, IndyCar o Nascar, el asturiano siempre estará listo para ser el primero en llegar a meta sin importar la complejidad del reto. Mentalidad de samurái, la filosofía de un campeón.