FÓRMULA 1

TÉCNICA: el funcionamiento de los frenos en Rusia 2019

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26 Sep 2019 - 15:50

La Fórmula 1 llega Sochi, donde se disputará la 16ª cita del Mundial 2019 de Fórmula 1. En 2010 se firmó el contrato para celebrar el GP de Rusia en Sochi y cuatro años después, se completó el circuito. Construido dentro del Parque Olímpico utilizado para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, se distingue por la Curva 3 que, con sus 650 metros, es la más larga de todo el Mundial.

La pista diseñada por Hermann Tilke es una de las más largas del Mundial –5.848 metros– y utiliza 1,7 kilómetros de calles abiertas normalmente al tráfico ciudadano. Por este motivo, las prestaciones de los monoplaza aumentan a cada sesión, conforme el asfalto se engoma.

Según los técnicos Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Sochi Autodrom pertenece a la categoría de los circuitos más difíciles para los frenos.

La pista de Sochi está clasificada con un índice de dificultad 4, igual que él de las pistas de Monza, Hockenheim, Baku y Spa-Francorchamps.

LA LABOR DE LOS FRENOS DURANTE EL GP

El tiempo gastado en frenar a cada vuelta es de 15 segundos, equivalente al 16 % de la duración total de la carrera, un valor conforme a gran parte de las otras competiciones.

En cambio, es especialmente alto el promedio de las desaceleraciones máximas en cada vuelta, que ascienden a 4,1 g y que dependen de la presencia de diez frenadas, todas con desaceleraciones por lo menos de 2,8 G.

La energía disipada en frenada este año es 179 kilovatios/hora.

Desde la salida hasta que baja la bandera de cuadros cada piloto utiliza los frenos por lo menos 530 veces, aplicando una fuerza total sobre el pedal de 43 toneladas y ocho quintales.

En otras palabras, cada piloto aplica una fuerza de más de 500 kilos por minuto.

LAS FRENADAS MÁS DIFÍCILES

De las diez frenadas de Sochi, dos se consideran difíciles para los frenos mientras que cinco son de dificultad media y las otras tres son ligeras. La apurada de frenada más ardua es la de la Curva 2: los monoplaza llegan a 333 kilómetros/hora y frenan durante 1,82 segundos, para entrar en la curva a 131 kilómetros/hora .

Lo logran en sólo 107 metros. Los pilotos están sujetos a esfuerzos destacables: 142 kilos de fuerza sobre el pedal y 6,1 G de desaceleración.

Para los frenos Brembo son casi otro tanto arduas las curvas 13 –de 333 kilómetros/hora a 112 kilómetros/hora– y 5 –de 288 kilómetros/hora a 153 kilómetros/hora–, respectivamente con desaceleraciones de 5,4 y 4,8 G. En ambos casos, los monoplaza generan, al frenar, una potencia máxima que rebasa los 1.500 kilovatios: incluso 2.668 kilovatios en la Curva 13.