La semana que vivimos 'peligrosamente': una era feliz

Aunque el discurrir de las primeras carreras de 2019 no es como pudo imaginar Lawrence Stroll al convertirse en propietario del equipo Racing Point, el millonario canadiense sigue confiado en tomar la senda del éxito en un breve espacio de tiempo. "Primero queríamos restablecer la estabilidad económica del equipo y darle a los ingenieros las herramientas para desarrollar del coche", explicaba Stroll, para a continuación añadir que el objetivo es seguir luchando en la zona media, pensando en la cuarta posición del Mundial de Constructores. Luego posiblemente se instalaba en un optimismo algo desaforado y cerraba sus declaraciones con algo ya comentado hace unos meses: "A largo plazo el objetivo es ser uno de los mejores equipos en el paddock y luchar por las victorias. En 2018 no tuvieron los recursos necesarios para preparar el monoplaza de este año, así que sabíamos que las primeras carreras serían complicadas".

En Ferrari siguen dándole vueltas a las razones por las que su monoplaza no puede dar la batalla esperada a los Mercedes, así que parece que ya tienen un diagnóstico, según lo dicho por Mattia Binotto: "Nuestro proyecto no casa bien con los neumáticos de este año. En 2018 tuvimos que luchar contra el sobrecalentamiento y ahora tenemos problemas para lograr la temperatura óptima". El italiano seguidamente detallaba que los compuestos de este 2019 son totalmente diferentes a sus predecesores. Para colmo y en los test de gomas de finales de la temporada anterior, ya lo constataron con certeza en Abu Dabi, pero para entonces el SF90 ya se había diseñado. De todas formas, al haber muchos Grandes Premios por delante, el jefe de Ferrari concluía: "Hay que esperar a final de año para hacer un balance de la temporada porque podría ser muy diferente a cómo han ido las primeras carreras".

Precisamente el vigente campeón del mundo parecía que estaba en la línea de su eterno rival cuando al preguntarle por los temas a pulir en la Fórmula 1 actual aseveraba: "Necesitamos neumáticos mejores, pues durante los últimos 12 años han intentado cambiar la normativa, reducir los costes, mejorar los adelantamientos, pero esas decisiones no han sido acertadas" y añadía que a pesar de la llegada de Liberty Media, el problema es el mismo de siempre, a saber, que a los aficionados no les emociona lo que ven. "Hay que hacer más cosas aparte de cambiar la normativa y aunque sigue siendo algo fundamental, lo es también el tema del entretenimiento. El fin de semana es el mismo durante las 21 semanas de competición del año y ese formato no se ha cambiado nunca. Probablemente es momento de hacerlo depende del circuito", terminaba opinando Lewis Hamilton.

Volviendo a la Scuderia Ferrari, una vez más –y van unas cuantas– la gestión de la carrera de Charles Leclerc desde el muro de boxes dejó mucho que desear, pues su tercer escalón en el podio pudo haber sido el segundo, de tener una información correcta por parte de su ingeniero de pista. Así que una vez terminada la carrera de Canadá, el joven piloto –para sorpresa de muchos– declaraba: "No tenía ni idea, nadie me dijo que Vettel tenía penalización de cinco segundos y que yo podía luchar por una mejor posición". Casi a renglón seguido, Mattia Binotto, se acogía a un argumento un tanto extraño al decir que "se olvidaron de comentar al piloto sus verdaderas posibilidades, puesto que estaban muy centrados en la lucha", imaginamos más en referencia a lo sucedido con Vettel, para aún con su sanción, conservar así la segunda plaza final.

Precisamente Nico Rosberg como excompañero de Hamilton tomaba partido en cuanto a la polémica suscitada por los cinco segundos impuestos a Vettel y comentaba lo siguiente respecto al incidente entre ambos pilotos: "He visto las repeticiones. Desde luego que Lewis hubiera acabado contra el muro y se hubiese quedado ahí, pues está muy claro que se trata de un regreso peligroso a pista". Luego el alemán recordaba que la normativa dice claramente que tienes que volver con seguridad al trazado y por tanto, la sanción es merecida en ese caso. "Vettel gritaba que tenía los neumáticos sucios y que había perdido el control de su coche. Dijo que no pudo ver a Lewis porque estaba intentando controlar el monoplaza, pero Sebastian cruzó la pista y creo que podía haber dejado más espacio, especialmente en la última parte de la frenada", añadía para terminar Rosberg.