Sainz enfría el pronóstico de Russell: "Nuestros números aún no apuntan eso"

George Russell dijo este jueves que el Mercedes W13 está "por detrás de dos coches" y que "dos equipos en particular, uno rojo y otro naranja, parecen especialmente rápidos". Una clara alusión a Ferrari y McLaren, que aspiran a dar un salto cualitativo con el nuevo reglamento técnico.

Estas palabras del inglés no parecen afectar a Carlos Sainz, que les quita importancia y las achaca a las ganas que tiene todo el mundo de ordenar el rendimiento de los monoplazas. Sí deja caer que en Ferrari los análisis no apuntan a ese resultado.

"Todos intentamos hacer nuestras cábalas y sacar nuestras conclusiones. Es normal que otros pilotos también hagan ese ejercicio", ha dicho este viernes en el Circuit de Barcelona-Catalunya.

"Se ve que sus números apuntan de momento a que nosotros estamos por delante, según ellos. Los nuestros todavía no apuntan eso, así que yo de lo que me fío es de lo que tenemos nosotros".

"De Mercedes no me creería mucho sabiendo lo que han hecho estos últimos años".

De momento ya lleva acumuladas 144 vueltas al Circuit, a la espera de que vuelva a subirse al F1-75 en la tarde del viernes en una sesión reservada para los neumáticos de lluvia.

"Expectativas tenía pocas, porque no tenía ni idea de dónde estaban los coches de los demás. Sabemos el trabajo que llevamos hecho detrás de este coche en el último año y medio".

"Ha habido cosas que nos han gustado y otras que no, como siempre en unos test. Para eso estamos aquí, para trabajar y no fijarnos en los demás, sino en lo que esperábamos de nuestro coche y en lo que tenemos que mejorar".

"Estamos descubriendo tantas cosas estos días que es muy difícil ni siquiera pararte a pensar en qué están haciendo los demás".

Carlos remarca que todavía no han exprimido su nueva unidad de potencia.

"Aún no hemos apretado el motor todo lo que lo vamos a apretar luego durante la temporada. Es difícil como piloto sentir esa diferencia en el motor con un coche diferente, con un nivel de drag diferente".

"Hasta que no veamos la potencia máxima de los demás comparada con nosotros será difícil medir si estamos al nivel o no. Tampoco sabemos el nivel de drag que tienen los otros equipos en comparación con nosotros, porque ahora mismo es muy difícil de medir con los coches tan nuevos".

Lidiar con el porpoising o el bamboleo del F1-75 ha sido "una de las mayores prioridades" de esta primera semana de trabajo. Y Carlos ha confesado que la realidad ha superado lo que habían previsto con sus simulaciones. Siente que controlarlo puede decidir carreras en el arranque del Mundial.

"Salimos a pista y lo sentimos, y vimos que era complicado dar vueltas así y que hay que trabajar en ello. El primero que lo consiga corregir será el primero en bajar un poco más las alturas, y eso con el efecto suelo se va a notar. No estoy seguro de si todos lo tienen tanto como nosotros".

"En la Fórmula 1 nunca es un –solo– cambio, son pequeños cambios y pequeñas alteraciones –para mejorar–. Probablemente la mayoría ni los veréis. Ojalá nos vayan permitiendo quitarnos este fenómeno. Los ingenieros de todos los equipos van a estar trabajando a tope para curarlo lo antes posible".

"Para el piloto no es ni cómodo ni bonito. No es una sensación bonita a 320 kilómetros/hora. También es lo bonito de la Fórmula 1, que los equipos parecen tenerlo todo bajo control y llega una nueva reglamentación o unas nuevas circunstancias y nos ponen en nuestro sitio".

"Creemos que con los túneles de viento y el CFD lo tienes todo bastante controlado, y luego llega un coche de efecto suelo, te hace esto y te hace abrir los ojos y ver que tienes que seguir trabajando en los sistemas de simulación, de replicar lo que pasa en la pista para seguir mejorando como equipo".

Sí se declara sorprendido por las diferencias estéticas entre monoplazas.

"Los ingenieros decían que la reglamentación iba a ser tan restringida a la hora de diseñar los coches, y que de repente aparezcan diez coches que no tienen nada que ver el uno con el otro te da que pensar y te da para ver que la Fórmula 1 en sí es bonita este año".

"Me gusta ver esas diferencias y que los coches sean diferentes, ver cómo la imaginación de los ingenieros de cada equipo consigue hacer cosas diferentes para luego llegar a un tiempo por vuelta similar. Es lo bonito de la Fórmula 1".