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Carlos Sainz estrena una serie de evoluciones y mejoras en su Toro Rosso para este fin de semana. Es la primera evolución del equipo en lo que va de temporada y el madrileño confía que les ayude a mantenerse en la lucha por la Q3, aunque estima su beneficio en unas pocas décimas de segundo.

Carlos Sainz ha reconocido públicamente que la mejoría de McLaren en lo que va de temporada 2016 preocupa en Toro Rosso, pues no puedan despistarse en la pelea con los de Woking en la general de constructores.

Daniil Kvyat puede tener los meses contados en el seno del equipo Red Bull. Sus últimas carreras no han sido del agrado de Franz Tost y Helmut Marko según menciona una fuente cercana al equipo a una agencia de noticias rusa.

Carlos Sainz y Daniil Kvyat afrontan este fin de semana el Gran Premio de Alemania, la última cita del calendario de la Fórmula 1 antes de las vacaciones de verano. Para Carlos, éste será su debut en el circuito de Hockenheim con un monoplaza de la categoría reina. El madrileño se ha preparado en el simulador para hacerse una día de lo que le espera en cuanto salga a pista.

Carlos Sainz siente que su momento ha llegado. En 2015 sufrió por las constantes averías mecánicas, pero este año atesora ocho carreras en los puntos de 11 posibles y en cada Gran Premio exhibe un nivel superior al de su compañero Daniil Kvyat. Es un piloto más fuerte que a comienzos de temporada y respira aliviado porque por fin se puede visualizar su auténtica velocidad al volante.

Carlos Sainz admite que es difícil estar contento con una octava posición cuando has tomado la salida desde la sexta, pero el piloto de Toro Rosso hace una lectura pragmática de la clasificación final. Por delante de él, los Mercedes, Red Bull y Ferrari, todos en una liga diferente. También el McLaren de Fernando Alonso, quien le ha ganado la partida en el momento de la salida. Sainz explica que al asturiano le ha beneficiado arrancar desde la parte limpia de la parrilla y se declara sorprendido con la entrega de su potencia durante aquella primera vuelta, en la que previsiblemente ha utilizado un mapa motor más potente que en el resto de la carrera.

Carrera agridulce para Toro Rosso en Hungría después de que Carlos Sainz haya conseguido sumar puntos pero no haya logrado superar al McLaren-Honda de Fernando Alonso. El día ha ido bastante peor para Daniil Kvyat, quien ha firmado su particular calvario con la decimosexta posición final.

Carlos Sainz ha terminado octavo en el Gran Premio de Hungría. A priori, este puesto es para estar más que contento, sobre todo teniendo en cuenta el ritmo que demostraron los Toro Rosso en los entrenamientos libres. La primera sorpresa agradable para el madrileño llegó ayer, pero en la carrera de hoy se han confirmado las buenas sensaciones en condiciones absolutamente de seco y ha mantenido el ritmo de sus perseguidores.

Carlos Sainz no sabe del todo muy bien cómo ha conseguido la vuelta que esta tarde le ha situado en la sexta posición para la parrilla de salida del Gran Premio de Hungría. El madrileño ha mejorado ostensiblemente su propio tiempo de los Libres 3 y admite su sorpresa por ese hecho, pues a priori las condiciones de la pista eran más hostiles en la cronometrada que en los entrenamientos. Define la jornada vivida como “uno de sus mejores días en la Fórmula 1” y ahora ya piensa en mañana, en cerrar con buena nota el fin de semana.

Toro Rosso ha logrado la mejor clasificación de su historia en el Gran Premio de Hungría con la sexta posición de Carlos Sainz. El equipo de Faenza ha sufrido con el rendimiento durante todo el fin de semana pero la lluvia ha solucionado todos los problemas del monoplaza, Sainz ha reconocido que ni se veían en Q3. Daniil Kvyat sólo ha podido ser duodécimo porque el equipo ha errado a la hora de sacarle a pista con las gomas de seco y ha sufrido tráfico. 

La sesión de clasificación parecía que iba a ser una auténtica pesadilla para Carlos Sainz tras disputar los entrenamientos libres. Con una falta de ritmo preocupante, el madrileño temía, incluso, no superar el corte de la Q1. Sin embargo, cuando la lluvia apareció minutos antes de la clasificación, Sainz vio la luz y todo cambió.

Carlos Sainz se ve en la pelea por la Q3 en la sesión de clasificación del Gran Premio de Hungría, pero avisa que será una ardua batalla y que todo es posible. El español no se siente del todo cómodo con su coche y explica que Toro Rosso trabaja para encontrar la forma de mejorar los reglajes a tiempo para la cronometrada.

Carlos Sainz está decepcionado con el arranque del Gran Premio de Hungría. El piloto de Toro Rosso comenta que pierden mucho tiempo en el primer sector, pero confía en que las charlas que mantendrá esta noche con sus ingenieros les ayuden a dar en la tecla para dar un paso adelante de cara al resto del Gran Premio.