Hamilton no da cuartel y gana en Hungría, Alonso y Sainz puntúan

En la zona media, actuación destacada de Pierre Gasly, que terminó sexto. El francés adelantó a Carlos Sainz en la salida y no miró atrás. Séptimo fue Kevin Magnussen y octavo Fernando Alonso, que puntuó en el día de su aniversario. Sainz se conformó con la novena posición, condicionado por una estrategia comprometida. Romain Grosjean cerró los puntos.

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El domingo amaneció soleado sin rastro alguno de la lluvia que tanto condicionó la sesión de clasificación del sábado, de la que Lewis Hamilton emergió con la Pole Position y Sebastian Vettel con una modesta cuarta posición que le obligaba a remontar. Carlos Sainz partía quinto en un fin de semana de mucho ruido sobre su futuro profesional, mientras que Fernando Alonso lo hacía undécimo.

Al filo de las 12:15 horas, los comisarios emitieron un comunicado para informar de que un coche había violado la normativa del parc fermé. Se trataba del Williams de Lance Stroll, que había cambiado el alerón delantero y también los reglajes de la suspensión delantera. En consecuencia, el canadiense fue penalizado con tomar la salida desde el Pit-Lane.

El equipo McLaren le preparó una pequeña sorpresa a Alonso en el día de su 37º aniversario. Cuando el asturiano entró al box por la mañana, se encontró a sus mecánicos e ingenieros con caretas con su efigie. Stoffel Vandoorne también se unió a la fiesta, que acabó con un pastel. Muestras de cariño para un piloto que todavía no ha anunciado sus planes para la temporada 2019.

Ya en la parrilla de salida, los pilotos se alinearon ante la línea de meta para hacer un minuto de silencio en recuerdo de Sergio Marchionne, expresidente de Ferrari fallecido el pasado 25 de julio en Zúrich, Suiza. El equipo Ferrari también le rindió tributo. Tanto los pilotos como los mecánicos y los ingenieros lucieron un brazalete negro en señal de luto. El SF71H también incorporó una banda negra en su decoración.

Como la sesión de clasificación se disputó sobre mojado, toda la parrilla tuvo libertad para elegir neumáticos. Los tres primeros –Lewis Hamilton, Valtteri Bottas, Kimi Räikkönen- eligieron el ultrablando, pero Vettel se atrevió a montar el blando. La intención del alemán era clara: alargar al máximo su primer stint para intentar un 'overcut' sobre los coches que le precedían, a costa de disponer de menos agarre en el momento de la arrancada. Carlos Sainz también apostó por la goma amarilla, como Alonso.

Salida. Los dos Mercedes traccionaron bien y mantuvieron sus posiciones, con Lewis Hamilton primero y Valtteri Bottas segundo al paso por la primera curva. Kimi Räikkönen era tercero, pero perdió posición con Sebastian Vettel en la curva tres. Por detrás, Carlos Sainz acusó la dureza de sus gomas. perdió varias posiciones. Max Verstappen le adelantó y le cerró, y el madrileño se vio obligado a hacer una corrección que le dejó vendido ante la mejor inercia de Pierre Gasly. Instantes más tarde le pasó también Kevin Magnussen. Marcus Ericsson se pasó de frenada y tocó a Daniel Ricciardo en la primera curva. Antes de pasar por meta, Charles Leclerc abandonó.

En la sexta vuelta, Verstappen reportó una pérdida de potencia en su Red Bull, que sufrió una avería en el MGU-K. El holandés aminoró y aparcó en las cercanías de la chicane, no sin antes verbalizar su frustración con una generosa ración de palabras soeces por radio. Su abandono dejó helados a sus aficionados, que teñían de naranja una sección de la recta principal.

La retirada de Verstappen aupó a Gasly a la quinta posición y a Sainz a la séptima. Fernando Alonso, décimo, entró definitivamente en la contienda por los puntos, si bien unos instantes le superó Romain Grosjean con un adelantamiento por el interior en la frenada de la curva tres. Ricciardo también le adelantó con su Red Bull, en una remontada que condujo al australiano hasta la quinta posición final.

En la vuelta 12, Kimi Räikkönen reportó un problema con su botella de agua. Le dijo a su ingeniero que ésta no le entregaba líquido y éste le respondió que no funcionaría en toda la carrera, fruto de un fallo del equipo. Eso obligó al finlandés a hacer acopio de todas sus fuerzas para lidiar con el calor magiar, que propició temperaturas de pista superiores a los 50 grados.

Räikkönen abrió la veda y pasó por el Pit-Lane en la vuelta 15. El finlandés puso neumáticos blandos, pero su pit-stop fue más lento de lo previsto por un problema con la rueda trasera izquierda, que no quiso entrar. Bottas imitó su estrategia y entró en el siguiente giro. En su caso, no tuvo contratiempos y emergió por delante de su compatriota, que tuvo que lidiar con tráfico.

Con la parada de Bottas y Räikkönen, la atención se centró en Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. Hamilton era líder con 8,6 segundos de margen, pero Vettel tenía neumáticos más conservadores y, en consecuencia, la capacidad para alargar más su tanda. Las gomas ultrablandas de Lewis empezaron a ceder, pero el inglés contuvo su degradación y su rival sólo le pudo arañar dos segundos en las siguientes ocho vueltas.

Cuando Hamilton paró en la 25, Vettel se quedó en cabeza de carrera. En ese momento tenía 13,1 segundos sobre Lewis y 21,3 sobre Valtteri. La estrategia del alemán era clara: ejecutar un 'overcut' sobre el finlandés y encomendarse a los neumáticos ultrablandos para intentar una ofensiva sobre el británico en los compases finales de la carrera.

En el mismo giro que Lewis, entró Carlos Sainz en una decisión difícil de comprender desde la lejanía. Paró antes que los coches que le precedían a pesar de que él iba con blandos y ellos con ultrablandos. Se reincorporó duodécimo, pero no progresó. Como montó medios, su ritmo fue más lento y eso le costó dos posiciones con Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne.

Las cosas seguían igual en cabeza de carrera cuando el Gran Premio llegó a su ecuador. Vettel aún no había entrado, pero mantenía una distancia estable de 13 segundos con Hamilton y, más importante, ampliaba su renta sobre Bottas hasta los 25 guarismos. Eso le habría permitido parar en boxes y salir por delante del finlandés, pero optó por seguir en pista porque quedaban demasiados kilómetros para el neumático ultrablando que quería poner.

Consciente de su vulnerabilidad, Valtteri Bottas apretó. El finlandés redujo la brecha por debajo de los 21 segundos, suficientes para conservar la segunda posición cuando Sebastian hizo su parada en la vuelta 40. Ese escenario decidió el resultado de la carrera, porque, aunque el Ferrari puso ultrablandos, perdió tiempo detrás de Bottas mientras Hamilton se escapaba en solitario hasta la victoria sin ninguna amenaza en su radar.

Durante las siguientes diez vueltas, Bottas fue el mejor escudero que Hamilton podría desear. Vettel tenía neumáticos más frescos y más blandos, e incluso la ventaja del DRS, pero las rectas del Hungaroring eran demasiado cortas para que este mecanismo surtiera efecto. Valtteri defendía con éxito su posición y no daba opción. Por detrás de ambos, Räikkönen hizo una segunda parada y poco a poco se unió a la fiesta, aunque nunca desafió a su compañero de equipo a pesar de que su ritmo fue superior en momentos puntuales.

En la 45, entró el último coche que aún no había hecho su cambio de ruedas. Era el de Daniel Ricciardo, cuyo domingo fue una batalla constante. Era quinto y se había reenganchado al grupo de cabeza. En ese momento, con la clasificación estable, se conformaron las posiciones de la zona media. Pierre Gasly lideraba sexto con su Toro Rosso, seguido del Haas de Kevin Magnussen. Octavo y noveno eran los McLaren de Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne, mientras que Carlos Sainz cerraba la zona de puntos con su Renault.

McLaren iba camino de terminar en los puntos con sus dos monoplazas, algo que no ocurría desde Azerbaiyán, pero esa posibilidad quedó hecha añicos en la vuelta 49. Stoffel Vandoorne reportó problemas técnicos en su MCL33. Tras quejarse de la caja de cambios, aparcó a un lateral de la pista entre gestos de evidente frustración. El belga no puntuaba desde Bakú y la fiabilidad le impidió romper su mala racha en Budapest. Su adiós ayudó a Carlos Sainz, que se aupó a la octava posición. La mantuvo hasta la bandera a cuadros.

El Hungaroring es un circuito que suele deparar carreras procesionales. 2018 no fue ninguna excepción, pero los últimos minutos fueron electrizantes por dos incidentes en los que Valtteri Bottas jugó un papel protagonista.

En la 65, Sebastian Vettel se la jugó. Se pegó a Bottas en la primera zona de DRS y trazó la primera curva con un ángulo muy cerrado, para así tomar la línea exterior en la aproximación a la curva tres. Traccionó mejor que Valtteri y se puso en paralelo. Con la ayuda del DRS, ganó unos kilómetros/hora extra que le permitieron llegar a la siguiente frenada en cabeza. Pero en vez de volver al exterior, se mantuvo fiel a la línea central para obligar a Bottas a tomar una trazada antinatural. El finlandés se vino abajo bajo presión. Bloqueó neumáticos y se fue largo, y a la postre golpeó al Ferrari. El toque no tuvo consecuencias para Sebastian, pero sí para Valtteri, que dañó su alerón delantero y cayó a la cuarta posición. Kimi Räikkönen sacó petróleo del caos y se coló en el podio.

Bottas perdía tiempo por los daños en su monoplaza, lo que permitió a Daniel Ricciardo darle caza en los compases finales. A tres vueltas del final, el australiano tiró de DRS e intentó el adelantamiento por el exterior en la primera curva. Frenó más tarde y se puso por delante, pero Bottas volvió a fallar. Bloqueó e impactó contra el Red Bull. Los dos coches siguieron en carrera, y en el último giro Ricciardo completó finalmente el adelantamiento para cruzar la línea de meta en cuarta posición.

70 vueltas después, Lewis Hamilton cruzó la línea de meta por última vez para ver la bandera a cuadros y llevarse la victoria en el GP de Hungría. Una actuación impoluta por parte del británico, que triunfó en un circuito que, sobre el papel, era más propicio para Ferrari. Sebastian Vettel terminó segundo gracias a su adelantamiento sobre Valtteri Bottas, mientras que Kimi Räikkönen completó el podio. En la zona media, actuación destacada de Pierre Gasly, sexto con su Toro Rosso. Fernando Alonso remontó y fue octavo en el día de su 37º aniversario, mientras que Carlos Sainz rascó dos puntos, víctima de una estrategia comprometida.

El podio de Hungría marcó el inicio de las vacaciones de verano para el mundo de la Fórmula 1. El siguiente alto en el camino sería el GP de Bélgica, en el siempre icónico circuito de Spa-Francorchamps, los días 24, 25 y 26 de agosto.

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