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El preparador americano es conocido por haber creado auténticas bestias del asfalto a partir de los no menos prestacionales Corvette desde mediados de los años 80. También tuvo su división de competición que, hasta 2021, tomaba por ejemplo parte en el ADAC Masters con el español Albert Costa como uno de sus pilotos. No obstante, su proyecto más ambicioso pasaba por conquistar Le Mans en la categoría absoluta entre los años 1996 y 1997, algo que no salió del todo bien y en el que, todo sea dicho, la FIA tuvo algo que ver.

Tras la presentación mundial del Corvette E–Ray, el primero de su historia con mecánica electrificada, es cuestión de tiempo que llegue a las carreteras la correspondiente versión puramente eléctrica del deportivo americano por antonomasia. No obstante, la historia ya nos ha dejado alguna que otra desconocida incursión de este icono en la movilidad de cero emisiones.

Comenzaba la era de los 90, y los deportivos estaban más al alza que nunca tanto en el objetivo de los compradores como en las mentes de los directivos de las marcas. Los V8 estaban muy bien, pero al ver cómo se presentaba el panorama en cuanto a sus rivales más directos como Chrysler, desde Chevrolet decidieron experimentar con una mecánica más grande.

Desde su creación en 1912 hasta su disolución en 2014, Bertone ha sido responsable de algunas de las carrocerías más icónicas de la historia. A mediados de los 80, la casa de diseño y General Motors acercaban posturas ante un acuerdo de colaboración para el diseño y producción de las versiones especiales de algunos modelos, y uno de los primeros frutos fue este Bertone Ramarro, un Corvette C4 vestido tal y como lo haría un italiano.

Todavía es un modelo virtual, pero el preparador estadounidense Competition Carbon va muy en serio con esta preparación destinada al Corvette C8 Stingray, que no obstante homenajea por todo lo alto la historia de Cadillac. Lo mejor de todo es que debajo del sobrecogedor kit de carrocería se encontraría una mecánica V12 desarrollada 'in-house'.

Es una marca desconocida para los menos entendidos. Sin embargo, para los que la conocen, se recuerda con gran cariño y respeto, como una de las firmas más distinguidas y honorables nacidas dentro de fronteras italianas, a pesar de portar siempre motores americanos, hecho que se convirtió en su identidad. Recientemente, además, el carrocero Zagato ha revivido estas siglas para un especialísimo modelo que llegará en los próximos meses.

Cuando se anunció que el Corvette C8 equiparía finalmente un esquema de motor central, muchos puristas se llevaron las manos a la cabeza. No obstante, dentro de la vasta historia del deportivo americano y los hijos que ha engendrado, existen ejemplares de todo tipo. Hoy hablaremos de uno que hace honor a su nombre, el Innotech Mysterro, un descapotable de motor central fabricado en la república checa durante los años 90.