Se acerca el Corvette 100% eléctrico… y estos son sus precedentes

Ni tan siquiera los modelos más icónicos y legendarios del mundo del motor parecen poder evitar sucumbir al abrigo de lo eléctrico. Dodge ya ha mostrado su carta de presentación con un 'muscle car' 100% eléctrico, GM ya ha comenzado la producción del Hummer EV y Corvette tampoco se quedará atrás, pues su primer paso está dado con el lanzamiento del E–Ray. En primera instancia, se ha convertido en el Corvette de serie más rápido de su historia, y no es para menos, su V8 en posición central sumado a la mecánica eléctrica de su tren delantero suman un total de 653 caballos de potencia. Además, su arquitectura y su pequeña batería de 1,9 kilowatios hora le permitirán circular durante breves períodos únicamente con el sistema eléctrico hasta una velocidad máxima de 72 kilómetros/hora.

Sin embargo esto solo es la punta del iceberg, y el gigante GM espera lanzar no menos de 30 coches eléctricos de aquí a finales de 2025… y el Corvette será uno de ellos. No en vano se esperan prestaciones de infarto, con 1.000 caballos de potencia y un precio que doblará al del modelo básico. Pero curiosamente, la firma Corvette no es ajena del todo a la electrificación pura. Sea directa o indirectamente, ya se ha jugado con modelos propulsados a baterías como veremos a continuación. El primero del que hablaremos estuvo oculto y en el olvido hasta su descubrimiento en una nave de Illinois, Estados Unidos, hace escasos meses. Kevin Williams, de la publicación 'TheDrive' se encontraba en busca de otro vehículo cuando se tropezó en el mismo almacén con un Corvette muy especial, llevaba etiquetas de ''Alto Voltaje'' por doquier. El propietario de la nave afirmó que se trataba de un prototipo llevado a cabo por el fabricante de móviles Motorola, y así se pudo corroborar más tarde con un vistazo al vano motor, los documentos técnicos que lo acompañaban y al hecho de que la matrícula llevase las siglas ''EL'', normativo por aquel entonces para cualquier eléctrico que circulase por carreteras de aquel estado.

Pero, ¿de dónde surgió este proyecto? Lo cierto es que no está nada claro, pues Motorola guardó con mucho celo y confidencialidad el desarrollo del mismo –hasta el punto de no revelarlo incluso décadas después de haberse visto abandonado–. Sin embargo, por los papeles sí se pudo corroborar que se hicieron con los servicios de una unidad de segunda mano y algo más de 100.000 kilómetros en el año 1993, con una mecánica que originalmente podía entregar 250 caballos.

Aunque no quedó patente ni siquiera en la documentación el número exacto, lo que está claro es que este Corvette C4 se alimentaba de varios pack de baterías que se distribuían tanto en el propio vano como en el maletero y bajo el piso del habitáculo. El motor, igualmente de prestaciones desconocidas, se encontraba en el eje delantero, por lo que esta unidad pasaba a contar con un esquema motriz de tracción delantera completamente opuesto al del modelo original. De esta 'rara avis' pasamos a una época mucho más moderna con Genovation, una empresa dedicada a la fabricación del GXE, un Corvette de la generación C7 completamente eléctrico y que ha llegado a ostentar el récord del vehículo de este tipo más rápido del mundo, cuando en 2019 alcanzó los 340 kilómetros/hora en una pista de pruebas.

La base del Grand Sport C7 se complementa con dos máquinas eléctricas ubicadas bajo el capó que envían sus 800 caballos de potencia y 975 Newton metro a las ruedas traseras a través del eje de transmisión y diferencial originales, convenientemente reforzados. Curiosamente, los creadores ofrecen a los clientes la posibilidad de mantener la caja de cambios manual del coche o instalar una automática de ocho relaciones. El pack de baterías en esta ocasión es de 61,6 kilowatios hora, suficientes para una autonomía de 282 kilómetros. El peso se eleva hasta rozar las dos toneladas, pero la ajustada y correcta colocación de las baterías en el piso le permiten dejar un baísimo centro de gravedad. En cuanto al precio, Genovation planea fabricar un total de 75 unidades al coste de 676.000 euros al cambio por la conversión, pues el cliente deberá aportar un C7 original.