Innotech Mysterro: el misterioso Corvette checo de motor central

Actualmente, cualquier fabricante de nueva hornada que se atreve a lanzar un vehículo lo tiene muy sencillo para promocionarse a través de internet y las redes sociales. Pero durante los años 90, ello era mucho más complicado e incluso los datos que llegaban de esta clase de vehículos podían resultar confusos, y ciertos modelos que se quedaron en el tintero permanecen prácticamente olvidados y sus datos desconocidos.    Es el caso del coche que nos ocupa hoy, el Innotech Mysterro, que, según parece, fue presentado en el Salón de Brno en 1995, aunque no se sabe si la unidad existente fue fabricada en 1993 o en el año 2000, según datos de diversas fuentes. El ejemplar es único, y fue llevado a cabo en la república checa por un individuo llamado Vaclav Kral, un ingeniero que había trabajado para Skoda y más tarde para Tatra, donde participó activamente en el desarrollo de su superdeportivo, el MTX con mecánica V8.    El modelo de estas imágenes era su sueño de infancia, crear un coche propio y venderlo bajo su marca. Desde joven trabajó en sus ideas, pero hasta cumplidos los 50 no tuvo recursos para fundar su propia empresa, Innotech.    En lo que se refiere al Mysterro, el chasis fue una de las pocas cosas en las que se trabajó desde cero. Éste es tubular, con una carrocería a medida con paneles en fibra de vidrio. Según la web que sacó a la venta el vehículo por última vez, también está hecha a medida la caja de cambios manual de cinco relaciones, aunque no da más detalles sobre ello.

El resto de las partes mecánicas se tomaban casi por completo del Corvette C4 de comienzos de los 90: suspensión, frenos, dirección y, sobre todo, mecánica. Concretamente era un V8 de 5.7 litros montado en posición central, que desarrollaba una cifra superior a los 300 caballos. En lo que respecta al interior para dos ocupantes, Recaro firmaba los asientos, recubiertos de cuero, y Momo el volante. El espacio para el equipaje estaba detrás del habitáculo, justo al lado del motor. 

¿Por qué fue un fracaso y se quedó en una única unidad en lugar de las 25 que había planeadas? Es más que probable que los principales factores fueran la alta competencia de la época, la falta de publicidad y 'nombre' y el hecho de estar fabricado en un lugar tan remoto y políticamente inestable –por aquellos tiempos – como la república checa.    Curiosamente, su creador se interesó más tarde por la tecnología de uso de los paneles solares, e incluso llegó a ser profesor en la Universidad de Praga hasta que falleció en 2005 a los 69 años. Por último, comentar que el portal que ofertaba el coche la última vez lo hacía por un precio de 240.000 euros, aunque no se sabe si finalmente se llegó a vender.