Realidad aumentada al volante: ¿y si el futuro pasa por llevar el GPS integrado en las gafas?

Desde entonces, esta tecnología ha proliferado y se ha extendido a todos los segmentos salvo al más económico. Pero ahora las marcas de coches ya no se contentan con mostrar simples datos, sino que intentan dar pequeños pasos con la realidad aumentada para ayudar al conductor. Ahí está el caso de Mercedes-Benz Clase S W223 de 2020, que no se contenta con tener un GPS convencional, sino que proyecta flechas y señales que cambian de tamaño directamente en el parabrisas y que tienen por objetivo guiar mejor al conductor.

Ahora ha trascendido que Amazon está trabajando en unas gafas inteligentes para facilitarle la vida a sus repartidores. Cuando estén en la carretera, las gafas les mostrarán el camino a su siguiente destino y les indicarán de forma visual por dónde tienen que girar. No sólo funcionarían de forma visual, sino que también tendrían un pequeño altavoz que podría incluir una navegación paso a paso.

Amazon no es la única empresa que trabaja en gafas inteligentes de realidad aumentada, porque es bien sabido que Meta también está desarrollando su propio producto de la mano de RayBan. Sí que estamos ante el primer esfuerzo práctico de aprovechar esta tecnología para sustituir los actuales GPS de los vehículos, en tanto que el sistema desaparecería del coche como tal para pasar a estar integrado en el accesorio.

Realidad aumentada en el head-up display del Mercedes-Benz Clase S

La lógica de Amazon es muy sencilla: unas gafas inteligentes que faciliten la vida de sus repartidores se traducirán en unas entregas más rápidas y eficientes, lo cual a su vez le permitirá recortar costes. El producto se conoce internamente con el nombre Amelia y no está claro que vaya a estar disponible para el gran público, aunque es fácil imaginar que muchas personas lo podrían llegar a encontrar útil para su día a día.

Según recoge la agencia Reuters, que es la primera en hacerse eco de este nuevo desarrollo, las gafas de Amazon aún distan de estar terminadas. El primer reto es garantizar que su batería dure lo suficiente para cubrir las ocho horas de un turno laboral normal. Tan sólo a modo de referencia, las gafas Amazon Echo Frames tan sólo ofrecían seis horas de reproducciones multimedia continuada y ese accesorio era mucho más simple porque sólo ofrecía interacción por voz con Alexa. Aquí, estamos hablando de realidad aumentada. Otro reto pendiente es conseguir que estas gafas inteligentes no generen fatiga en sus usuarios.

Todo esto generará otro debate: la idoneidad de conducir al mismo tiempo que se usa uno de estos dispositivos. Hace cuestión de una década, cuando las pioneras Google Glasses salieron a la venta, hubo un consenso en Estados Unidos que usarlas al volante podía ser un motivo de distracción. No era ilegal, pero no estaba bien visto.

En los últimos tiempos, el debate sobre la legalidad del asunto ha resurgido gracias a la irrupción de Apple Vision Pro. Apple recomienda a sus clientes que no conduzcan mientras usan Vision Pro, pero lo cierto es que se trata simplemente de una recomendación. En Estados Unidos la ley varía en función del estado. Existen prohibiciones sobre el uso de teléfono móvil, existen prohibiciones sobre la presencia de pantallas de televisión a la altura de la vista del conductor, pero sistemas como el Vision Pro pueden quedar en un limbo legal. Que Amazon esté trabajando en su propia solución, aunque en un formato más pequeño al tratarse de unas gafas, es la mejor indicación de que la ley no lo prohíbe de forma explícita.