Las luces y sombras del Dongfeng Box, el nuevo eléctrico chino que quiere desafiar a Europa

No ha sido hasta esta última parte de 2024 cuando hemos podido ver y probar el Dongfeng Box, un utilitario eléctrico que en China ya se vendía bajo el nombre de Nammi 01. Y ojo, porque esto va a tener su importancia a lo largo del texto. Pero antes conviene situar a la marca, desconocida para muchos. El grupo Dongfeng nace en 1969, y a principios de los '90 conoció al público europeo gracias a acuerdos con marcas como Peugeot, Citroën o Nissan. Ya en 2020 decide lanzar diversas marcas y como consecuencia llega a Europa.

A España lo hace de la mano del grupo Salvador Caetano, que tiene previsto tener abiertos 18 concesionarios en 19 provincias diferentes a finales de año y 28 en 2025. Existe además un almacén en Mejorada del Campo que asegura stock de entre un 90% y 95% de las piezas de recambio.

El Dongfeng Box desembarca con un rival claro, el Citroën ë-C3, similar en tamaño y en precio, aunque cuesta no acordarse de otros como el Dacia Spring o el recién llegado Leapmotor T03, más pequeños y pertenecientes al segmento A, pero también bastante más baratos y, en esencia, pensados para el mismo uso que nuestro protagonista de hoy.

UN DISEÑO CON PARECIDOS RAZONABLES Y DETALLES 'CURIOSOS'

La imagen del Dongfeng Box nos es familiar nada más verlo. Al menos en lo que a su frontal se refiere. La forma de sus ópticas y esa parrilla ciega típica de los coches eléctricos tiene un parecido bastante razonable con la del Smart #1. Sus medidas, eso sí, son más contenidas, puesto que se queda en 4,03 metros de largo, 1,81 metros de ancho y 1,57 metros de alto.

El color de la carrocería permite elegir entre tres opciones actualmente, que son blanco, azul claro y morado. Más adelante se sumará el gris, y todas ellas pueden añadir un techo de color blanco a modo de contraste sin coste extra. Eso sí, todas las unidades que no sean blancas deben añadir 600 euros más IVA a la factura. Pero... ¿por qué hablamos de los colores del coche como si fuese algo vital de comentar? Porque es la única opción que permite elegir la marca china. El resto del equipamiento es cerrado, llantas de 17 pulgadas incluidas.

En el apartado de las curiosidades hay una que sobresale por encima de todas. ¿Recordáis que decíamos antes que la denominación del coche en China iba a salir a la palestra? Pues bien, si uno se fija en el interior de los faros aún pone Nammi, no Box, algo que también sucede en diferentes zonas del habitáculo y no precisamente de forma disimulada, por ejemplo en la parte trasera de la pantalla multimedia. Quizá en el futuro se subsane este detalle, especialmente si se tiene en cuenta la gran capacidad de reacción de las marcas chinas, pero los representantes españoles de la empresa no pudieron confirmar este extremo.

BUEN EQUIPAMIENTO EN UN INTERIOR CON ALGÚN LUNAR

El Dongfeng Box es un vehículo del segmento B, algo que no le impide tener elementos de equipamiento más propios de coches más grandes. Por ejemplo, los asientos delanteros tienen reglaje eléctrico, ventilación y calefacción. El espacio disponible en la zona anterior está bien conseguido, mientras que en la posterior es suficiente para dos adultos, si bien homologa tres plazas en este zona.

El habitáculo es bastante minimalista. Apenas tiene botones, y algunos de los que tiene están situados en posiciones que en Europa son extrañas. Por ejemplo, las luces de emergencia se activan desde el techo. Por su parte, el selector de marcha se ubica detrás del volante, mientras que en la consola central, flotante, está la superficie de carga inalámbrica.

Esto nos lleva a una total dependencia de las dos pantallas presentes. La del cuadro de mandos es muy pequeña, de 5 pulgadas, y básica, mientras que la que muestra el sistema multimedia es de 12 pulgadas, grande para lo que es habitual en el segmento. Pero, como se suele decir, el tamaño no es lo que más importa. El sistema como tal no es nada intuitivo y requiere más tiempo de adaptación de la cuenta. Tampoco es especialmente rápido, pero lo más grave es que no es compatible ni con Apple CarPlay ni con Android Auto. A cambio, Dongfeng regala un dispositivo que se enchufa a la toma de USB como si de un Bluetooth de hace años se tratase para poder utilizar el teléfono en la pantalla. Al menos en la unidad que hemos probado, su funcionamiento era errático en ocasiónes. Lo que sí tiene el sistema multimedia es Mirror Screen, que a través de una aplicación permite replicar la pantalla del móvil en la del coche. Eso sí, las diversas selecciones se deben dar desde el móvil porque mediante esta forma la del vehículo no responde a las órdenes táctiles. Y eso a la DGT no le gusta.

Un punto a favor del Dongfeng Box es su maletero, que anuncia una capacidad de 326 litros. El Peugeot E-208, de similar tamaño, se queda en 265, mientras que el del Citroën ë-C3 se acerca a la cifra del modelo chino con 310.

POTENCIA Y AUTONOMÍA SUFICIENTES... PARA EL ÁMBITO URBANO

Decíamos al principio que el Dongfeng Box puede considerarse rival del Leapmotor T03 a pesar de su mayor tamaño. Una de las principales razones es su autonomía, 310 kilómetros que vienen de una batería de 42,3 kilovatios hora netos. Pensar en 200-250 kilómetros reales no es descabellado, cifra más que suficiente para el día a día pero no mucho más. Se mueve en cifras similares a las del ë-C3, que homologa 320 kilómetros, y el precio como veremos al final es parecido.

La batería admite una potencia de carga por corriente continua de hasta 75 kilovatios, una cifra no especialmente elevada que, de utilizarse, requiere una conexión de media hora para recuperar hasta el 80% de la autonomía. Por corriente alterna la potencia admitida es de 6,6 kilovatios.

Respecto a la potencia, 93 caballos, es adecuada. No se necesita más para el uso que se le va a dar al coche. Su velocidad punta es de 140 kilómetros/hora, con lo que su desempeño en carretera tampoco se ve comprometido.

Durante los pocos kilómetros que hemos conducido el coche durante su presentación nacional nos ha parecido que tiene un comportamiento correcto. Su dirección transmite sensaciones algo peores que las de sus rivales europeos pero sin comprometer la precisión de nuestras órdenes, mientras que su suspensión es más firme que confortable. Por su parte, el tacto del freno, sin ser natural del todo, no incurre en imprecisiones, algo que siempre se debe alabar en un coche eléctrico.

EL PRECIO DEL DONGFENG BOX ES ELEVADO

El Dongfeng Box se vende en España por 25.995 euros, transporte y matriculación aparte. Según la marca, estas dos cosas encarecen el precio entre 600 y 800 euros. Es una cifra elevada –que puede descender 7.000 euros con el Moves– que la marca justifica al recalcar que a España sólo llega la versión Plus, la más completa de todas. Su rival más cercano, el ë-C3, tiene un precio de lanzamiento de 22.590 euros o de 27.100 en el caso de la versión más equipada, que es la que establece la comparación más justa. Eso hace que la diferencia con el Box sea de unos 500 euros. Por su parte, el Leapmotor T03, con 15 kilómetros menos de autonomía y una potencia casi igual, además del mencionado menor tamaño, se vende desde 18.950 euros.

Dicho todo esto, concluimos que el Dongfeng Box es un coche aceptable con sus luces y con sus sombras, pero con un precio que, más que probablemente, dificulte su popularización.