Chris Harris: "En el futuro nos preguntaremos en qué pensábamos con los SUVs"

Harris es uno de los tres presentadores de Top Gear. Le hemos entrevistado por videoconferencia antes de que hoy se estrene en España la nueva temporada –canal Blaze, martes a las 23:00 horas–. El programa de coches más famoso del mundo ha tenido que aprender a lidiar con la pandemia –han hecho un único viaje al extranjero, a Chipre–, pero regresa con récords de audiencia en su Reino Unido natal que lo sitúan en su mejor momento desde la salida de la alineación original.

Pregunta: De todos los coches que aparecen en la nueva temporada de Top Gear, ¿cuál es el que más le ha impresionado?

Chris HARRIS: "El Audi RS 6 siempre es un coche impresionante, no importa de qué generación se trate. Este nuevo es un poco más pesado, pero me gustan mucho los coches familiares. Los que no me gustan son los SUVs. No los aguanto. Son una idea terrible. De aquí 20 años echaremos la vista atrás y nos preguntaremos en qué estábamos pensando con esos coches".

"Hay un estudio que demuestra que todo lo que se ha ganado a nivel medioambiental con la eficiencia de los motores, con la eficiencia aerodinámica y el consumo de combustible, con la fricción de los neumáticos… Casi todas esas ganancias se pierden porque la gente compra SUVs, que son un 25% menos eficientes que los coches normales porque son muy pesados. Ésa es una tendencia horrible".

"El RS 6 es impresionante… el SF90 es delicado, porque, a pesar de que lo admiro como pieza de tecnología, me preocupa que la dirección en la que va sea pobre para los superdeportivos. Es un coche demasiado pesado, demasiado rápido y demasiado potente. Y no es muy usable. Ni siquiera tiene un maletero, no sé qué se supone que tienes que hacer si tienes un Ferrari y quieres irte a una aventura con tu pareja, tu amigo o tu perro, porque no puedes poner ni una bolsa en el maletero. Estoy un poco desconcertado con ese coche. Es rápido y es un producto inteligente, pero no estoy seguro".

"Nosotros hicimos una furgoneta eléctrica off-road, que es algo de lo que podemos estar orgullosos".

P: Mencionaba el fenómeno SUV… Es curioso lo que estamos viendo con ellos. Se dice que Ferrari está trabajando en uno eléctrico, así que, para acabar de complicar las cosas, puede que el primer Ferrari eléctrico de la historia sea además un SUV. Y Ford le puso el nombre Mustang a su Mach-E a última hora y admite abiertamente que lo hizo para llamar la atención.

C. HARRIS: "Yo no entiendo los SUVs. Quizá si vives en América tienen sentido –los coches grandes– porque tienes esas carreteras enormes, un montón de espacio y una gasolina muy barata. Pero ahora el mundo está cambiando. No entiendo por qué te interesaría hacer un coche menos bueno porque sí. No hay ningún coche que se conduzca mejor por el hecho de ser más alto. Ninguno. Si lo haces más largo, más ancho y más alto de lo que tiene que ser, entonces es menos eficiente. ¿Por qué querrías hacer eso? Yo no lo entiendo".

"A mi parecer, las marcas de coches han hecho muchas tonterías en estos últimos 20 años. Hace 20 o 30 años, las marcas llevaban sus ideas al mercado y persuadían a los conductores para que se las compraran. Por eso tienes coches como el Renault Mégane Scenic o el 2CV, porque tienes unos ingenieros que son unos genios y llevas sus ideas al mercado".

"Antes era la empresa la que iba por delante del cliente, pero ahora es el cliente quien lidera a la empresa. Las marcas dicen 'ahora la gente quiere SUVs, así que fabriquémoselos'. Pero eso es un error. Necesitamos que venga otro genio y que diga 'no'. Necesitamos a gente como André Citroën, a gente como Luca di Montezemolo. Necesitamos a gente a la que no le bastaba con crear lo que el cliente quería, porque a veces el cliente está equivocado. Ahora mismo tenemos muchos superdeportivos que no puedes usar y muchos coches familiares del tamaño de un minibús que hacen trayectos cortos con poco pasajeros. No lo entiendo".

P: A juzgar por lo que decía del SF90, imagino que entonces usted se alinea con Gordon Murray.

C. HARRIS: "Estoy mucho más con Gordon Murray, sí. El T.50 es algo brillante. Lo sostenible que es eso, no lo sé. Pero sé que, si eliminas complicaciones y quitas peso, no necesitas tanta potencia. Mantener al conductor ocupado lo es todo. Eso lo creo de verdad. No me importa cómo, pero yo quiero tener una caja de cambios manual. ¿Y para qué necesitas un coche que puede llegar a 370 kilómetros/hora? ¿Dónde vas a usar toda esa potencia?"

P: O 2000 caballos, si se trata de un hypercar eléctrico.

C. HARRIS: "¡Sí! Todos los hypercars eléctricos tienen 2.000 caballos. Lo digo y lo puedes publicar: me importa una mierda. Eso no tiene ningún sentido. Ésta es una de las pocas industrias de este planeta que produce un producto que está tan alejado de lo que en realidad se hace con él. Es muy extraño. Quizá la otra industria que se me ocurre es la relojera. Muchos llevamos un reloj que puede sumergirse 1.000 metros, pero luego nos lo quitamos a la mínima que tenemos que darnos un baño. Es ridículo. La industria del automóvil está ahora mismo ahí con algunos de esos productos. Ya veremos qué ocurre. Son tiempos extraños".

P: Aun así, los coches eléctricos cada vez son más populares. Hace un tiempo parecían una broma, pero ahora cada vez se los toma más en serio. ¿Ha cambiado su opinión sobre ellos?

C. HARRIS: "No, mi opinión no ha cambiado. Los primeros eléctricos que llevé no eran tan buenos o tan prácticos como un coche Diesel o de gasolina. Para mí, el automóvil tiene un propósito muy específico, que es ser la forma de transporte más flexible posible. Cuando deja de ser flexible y tienes que planificar tu vida en función del vehículo, no tiene sentido. Para hacer eso puedes coger un taxi o ir en transporte público".

"Ahora sigues teniendo que hacerlo de alguna forma –planificar tu rutina alrededor del coche eléctrico–, porque el desarrollo de la infraestructura va muy lento y hay desinformación sobre lo limpios que son esos coches. Los únicos números que se han publicado son sobre sus emisiones en circulación, pero necesitamos las emisiones de toda su vida útil, desde el primer tornillo hasta el reciclaje de la batería”.

"Pero un Tesla Model 3 con su red de supercargadores es una forma impresionante de usar un coche eléctrico. Está tan por delante del resto… No es sólo el vehículo, porque el Model 3 es un gran coche, a pesar de que sabemos que la construcción es horrible, la calidad de construcción es pésima, pero es un vehículo genial. Cuando llevas con él un mes, lo que más te sorprende no es el coche, sino su infraestructura. La infraestructura lo es todo. Cuando la construyan, estaremos bien. ¿Pero quién la pagará? ¿El gobierno? ¿Las marcas? Nadie parece saberlo y todo va demasiado lento".

P: ¿Tendría ahora mismo un coche eléctrico para su día a día?

C. HARRIS: "No me iría bien para este empleo, pero si tuviera un trabajo en el que sólo tuviera que recorrer unos 150 kilómetros al día y pudiera cargar el coche cada noche en mi garaje, ahora ya tendría un coche eléctrico".

P: Top Gear es un programa que viaja por todo el mundo, pero esta nueva temporada han tenido que lidiar con las complicaciones de la pandemia. ¿Cómo les ha afectado la pandemia y qué le parece el producto que han obtenido?

C. HARRIS: "Hemos tenido que ajustar todo lo que hacemos. Seguramente se puede definir a las personas por cómo gestionan este tipo de situaciones. Puedes plantarte y decir que esto es injusto y que no puedes hacerlo, o puedes adaptarte a la situación, tratar de disfrutar y ver qué sale de ahí. Este año han salido cosas muy buenas".

"Lo primero es que, en mi opinión, Top Gear ha viajado demasiado. Hemos viajado muchísimo y no hace falta que siempre estemos yendo a Etiopía, Perú u otros países. Es divertido ir ahí y viajar da lugar a historias maravillosas, pero no hace falta hacerlo tan a menudo. Viajaremos menos en el futuro. Sólo hemos grabado un episodio en el extranjero, que fue el de Chipre, donde cogimos unos coches de alquiler baratos. Fue divertido. El resto de la temporada es en el Reino Unido".

"Hubo una grabación que quedó dividida por el confinamiento y eso fue divertido, porque durante ese tiempo Paddy –McGuinness se tiño de rubio y yo perdí unos siete u ocho kilos. De modo que en la primera parte él tiene el pelo castaño y yo parece que me haya hartado a pasteles y tartas, y en la segunda él es rubio y yo he adelgazado mucho".

"Ha sido difícil. Fue difícil cuando empezamos los rodajes por toda la normativa del COVID-19. Hemos sido siempre respetuosos, pero cuando mueves muchas cámaras en un coche, cuando hay tantos ingenieros de sonido… Era como una pesadilla. Ahora ya estamos más acostumbrados, aunque hemos tenido que dejar de lado el estar los tres dentro de un mismo coche hablando, que era algo muy divertido".

P: ¿Ha sido más difícil grabar Top Gear en Inglaterra que irse a un país remoto, donde quizá es más fácil dar rienda suelta a la creatividad?

C. HARRIS: "Bueno, siempre respetamos las normas de la carretera y no hacemos locuras, así que eso no ha cambiado. Todos hemos sentido que era más difícil crear ese nivel de ambición que Top Gear suele tener. Nosotros solemos ir a lugares poco comunes con coches nada usuales y hacemos cosas que hacen reír a la gente o que la dejan asombrada, cosas que ellos no pueden hacer. Hacer eso en el Reino Unido es más difícil, pero creo que hemos hecho un buen trabajo. El Muro de la Muerte es bastante espectacular y da miedo, da igual que sea en Londres o en Beirut. Hay muchas cosas que sorprenderán a la gente".

P: El año pasado consiguieron las mejores cifras de espectadores desde el cambio de presentadores. Muchos creían que Top Gear no podía seguir después de aquello, pero parece que lo han conseguido.

C. HARRIS: "Sí, hemos llegado ahí. Nos ha llevado un tiempo y no ha sido un proceso fácil, como tenía que ser, porque los tres tipos a los que sustituimos eran lo mejor en lo suyo y siguen siendo brillantes en lo que hacen, y crearon un seguimiento de marca; consiguieron que la gente pusiera Top Gear para verlos".

"Pero el tiempo ha pasado. Creo que escoger a Paddy –McGuinness– y Freddie –Flintoff– fue una decisión inspirada, sobre todo en el Reino Unido. Ellos son nombres muy conocidos por aquí. Sé que no son tan conocidos en España y en el resto del extranjero, pero Freddie es uno de los mejores deportistas del Reino Unido y tiene una gran reputación en la televisión y a Paddy la gente le quiere por ser un tipo tan alegre y divertido".

"Inglaterra está dividida en dos, en norte y sur, por cómo nos comportamos socialmente. Nadie lo acaba de reconocer, pero ésa es la verdad. Como el norte y el sur en Juego de Tronos. Top Gear solía ser un programa del sur, de las cercanías de Londres, con tres presentadores con acento sureño. Pero ellos dos son del norte y yo soy del sur, y hemos llegado a mucho público en el norte, lo que nos está dando unas cifras muy buenas. Y nuestra demográfica es joven. El nuestro es uno de los programas que mejor funciona entre los jóvenes, lo cual es sorprendente, porque todos sabemos que los jóvenes no interactúan con los coches y el mundo del motor como a nosotros nos gustaría. No es que estemos reescribiendo las reglas, pero creo que estamos haciendo un trabajo bastante bueno".

P: ¿Cómo es que llegan tanto a los jóvenes, entonces? Más cuando todo el mundo dice que la televisión está muerta.

C. HARRIS: "Ellos ya ni siquiera saben qué es la televisión, porque con cualquier dispositivo puedes ver por stream lo que tú quieras. Pero parece que estamos en contra de esa tendencia. Creo que el secreto del éxito de Top Gear es que es un programa familiar. Es uno de los pocos programas que las familias ven juntas en el salón un domingo por la noche. En mi casa no vemos mi programa porque me pondría nervioso, pero supongo que es lo que hacen las familias. No hay tantos programas que puedas ver juntos. Yo tengo tres hijos que tienen entre 10 y 15 años, y ellos no ven la televisión como yo solía hacerlo. Ellos juegan a Minecraft o a lo que sea y luego pasan a YouTube o Netflix. Estamos bastante orgullosos de nuestras cifras".