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La semana que vivimos 'peligrosamente': un final anunciado

Sam
12/07/2018 13:10

Pues desde hacía varias semanas corrían constantes rumores dentro del seno de McLaren, que pedían la salida de Éric Boullier. Finalmente el francés, muy a su pesar, presentó su dimisión ante Zak Brown. "El rendimiento del MCL33 no ha sido el esperado. Esto no es culpa de los cientos de hombres y mujeres que trabajan en McLaren", admitía el presidente del equipo, añadiendo que "las causas son sistemáticas y estructurales, lo que requiere de un cambio interno para arreglar esos errores, dando así el primer paso para nuestra propia recuperación", aprovechando la ocasión para agradecer a Éric su trabajo y contribución en McLaren. Seguidamente, Boullier concluía por su parte: "Estoy muy orgulloso de haber trabajado en un equipo tan brillante durante los últimos años, pero reconozco que ahora es el mejor momento para apartarme. Le deseo a todo el equipo el mejor de los futuros". Creo que el galo ha pagado los errores de otros de una forma un tanto injusta.

Así que, tras la obligada marcha de Éric Boullier, McLaren ha decidido colocar al italiano Andrea Stella como director de rendimiento, sumado a Gil de Ferran bajo una nueva denominación de director deportivo, mientras Simon Roberts pasa a responsabilizarse del departamento técnico. Según la 'visión' de Zak Brown, "Stella se convertirá en el líder dentro del circuito, maximizando el rendimiento del equipo los fines de semana", en colaboración con Gil de Ferran y Paul James, para lo que sea menester. Finalmente el máximo responsable de los de Woking aseveraba para finalizar: "Nuestra antigua estructura y maneras de trabajar es lo que nos ha llevado a la posición en la que estamos actualmente. Confío, por tanto, en que los cambios reporten un gran comienzo en nuestro nuevo viaje". Parece que éste, dada la maraña del personal anunciado, puede resultar un tanto movido.

Y ya que el que avisa, no es traidor, Zak Brown aprovechaba la ocasión para mirar sólo unos pocos meses atrás, cuando dentro del seno de la escudería auguraban grandes resultados en forma de victorias, con la llegada del motor Renault, para posteriormente añadir en tono que sonaba a disculpa: "Ahora no sé si serán necesarios dos o diez años. Probablemente sea algo entre medias, así que no quiero meterme en predicciones". Seguidamente incidía en aspectos clave, como el ser mucho más realistas y honestos con ellos mismos, además de con su nutrida masa de aficionados, pues ahora ve complejo arreglarlo todo en un corto espacio de tiempo. "Estamos extremadamente motivados, creo en el talento existente dentro de McLaren, así que tenemos que simplificar el proceso de toma de decisiones", finalizaba reflexionando Brown.

Desde luego que no hace falta ser un gran entendido en la F1, para recordar los tiempos en que Red Bull era el cliente al que Renault, como suministrador de sus motores, prestaba una atención especial, logrando entre ambos una importante suma de títulos, aunque no siempre con el reconocimiento debido a los franceses. Luego en la era de las unidades de potencia, todo cambió por el dominio de Mercedes. Ahora, tras la ruptura entre la escudería francesa al completo y los de Milton Keynes, Cyril Abiteboul dijo recientemente: "Red Bull es un equipo grande y muy exigente, con grandes expectativas, por lo que a veces requieren de un esfuerzo adicional para nuestros trabajadores". Evidentemente en palabras del responsable de Renault "con frecuencia gastábamos tiempo y energía gestionando sus solicitudes, en ocasiones un poco excéntricas", por lo que a partir del próximo año eso "nos permitirá centrarnos más en nosotros mismos", concluía confesando Abiteboul.

Como la táctica dilatoria llevada a cabo para darse un tiempo respecto a prorrogar su contrato con Red Bull y así poder otear otros destinos no parece estar funcionando, ni siquiera en el plano teórico de una sustancial mejora económica, Daniel Ricciardo no tuvo más remedio que declarar en fechas recientes: "No están todas las puertas cerradas, pero parece muy probable que los principales equipos se queden con sus actuales pilotos", algo que el australiano quizás no contemplaba semanas atrás. Y como tanto Helmut Marko como Christian Horner llevan dejando claro, por activa y por pasiva, que el piloto no ha recibido ofertas desde escuderías como Ferrari o Mercedes, al aussie no le quedó más remedio que confesar: "Lo más probable es que me quede en Red Bull, aunque todavía no se ha firmado nada entre ambas partes". Parece que este culebrón está próximo a su fin.

La carrera del Gran Premio de Gran Bretaña estuvo marcada, desde sus primeros compases, por una no muy acertada arrancada del piloto local Lewis Hamilton desde la Pole Position, y a renglón seguido, tras perder dos posiciones, sufrir el toque de Kimi Räikkönen, teniendo que remontar luego desde el fondo del pelotón. Lógico fue que acto seguido Niki Lauda se indignase por lo visto y declarase: "Es la segunda vez que Ferrari nos golpea en la primera vuelta y no es nada divertido, pero así son las cosas", añadiendo a continuación que "los comisarios se dieron cuenta de lo que está pasando", pues en opinión del austriaco la premeditación en la maniobra del finlandés era más que evidente. Finalmente y como resumen, Lauda concluía: "Las cosas no deberían haber sido así, pero desde luego, la remontada de Lewis muestra el rendimiento del que disponía, por tanto sin el toque, habría ganado la carrera".

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