Las penalizaciones por cambio de motor pueden ser el picante en Spa
El Gran Premio de Bélgica se presenta como una de las pruebas más emocionantes e inciertas de la temporada y quizás de mucho tiempo. La mejor ocasión de Mercedes para imponerse.
No, no es la lluvia –parece que la amenza de cara a sábado y domingo se va diluyendo– lo que será la clave del espectáculo. Puede que las normas 'antiporpoising' que entran en vigor ayuden algo a la incertidumbre; pueden golpear a Red Bull y Ferrari, aunque estos lo niegan, y favorecer a Mercedes. Puede que algunos estrenen las unidades nuevas de potencia eléctrica que deben homologarse el 1 de septiembre ya para el resto del ciclo actual de reglas de la Fórmula 1.
Pero lo que marcará la emoción van a ser las unidades de potencia nuevas, completas o parte de ellas, que los favoritos estrenarán en Spa-Francorchamps. No es que tengan la imperiosa necesidad de estrenar elementos nuevos en muchos casos, pero sabiendo que deberán recurrir a elementos extra antes de que acabe la temporada, mejor penalizar aquí que en otro lugar.
Mejor aquí porque es un circuito en el que en teoría es más fácil adelantar que en prácticamente ningún otro lugar… aunque este año el DRS no marca tantas diferencias. Y en segundo lugar porque es un trazado donde manda la potencia desencadenada y mejor afrontarlo con un motor nuevo que con uno que esté dando ya los últimos coletazos. Después se puede volver al 'motor viejo' en Países Bajos y recuperar la unidad de potencia belga cuando sea necesario sin penalizar. Nadie quiere salir detrás en Zandvoort o en Singapur, por ejemplo.
La prensa de Países Bajos ya ha avanzado que éste será el caso de Max Verstappen, que saldrá a final de la parrilla. Debe penalizar diez plazas por cada elemento nuevo que estrene, incluido el cambio.
También Ferrari tiene previsto hacer penalizar a sus dos 'Carlos'. En el caso de Charles Leclerc está ya decidido. En el de Carlos Sainz, quizás si Verstappen penaliza se lo pensarán dos veces… por aquello de tener al menos un coche delante, si no para el Campeonato de Pilotos sí para el de Constructores. La ventaja de Ferrari es que sólo 'palmarán' cinco plazas en la parrilla.
En Maranello no se les escapa que Mercedes les pisa los talones y las flechas de plata pueden cambiar elementos de la unidad de potencia sin penalizar; la fiabilidad ha jugado a su favor y tanto Lewis Hamilton como George Russell esperan sacar tajada de ello en Spa.
Por cierto, Red Bull está en el mismo dilema en el caso de Sergio Pérez: hacerle penalizar aquí o intentar aguantar hasta Monza, otro circuito donde en teoría hay dos puntos claros de adelantamiento.
Todo se sabrá mejor el sábado. Los equipos normalmente deciden los cambios de viernes a sábado a no ser que aparezca un problema grave. Y en este caso, es probable que se estudien unos a otros, un juego similar al undercut y overcut, sólo que con elementos de las unidades de potencia de por medio. Una especie de juego de 'sillas musicales'.
Eso sí, si los dos pilotos de Ferrari y los dos de Red Bull salen atrás… la emoción está garantizada, el espectáculo también. Y si en Spa siempre sucede algo en las salidas, este año entre esto y que ya no está la opción de ir muy por fuera en La Source sin caer en la grava, puede ser una arrancada para recordar.
