Reunión de motoristas: hay acuerdo... para seguir discutiendo

El motivo de la reunión, a la que asistieron Ferrari, Mercedes, Red Bull, Renault, Porsche y Audi, además de Jean Todt, Ross Brawn, Michael Masi y Stefano Domenicali, era por supuesto hablar de los motores de futuro.

La declaración conjunta de la FIA y la Fórmula 1 no aclara mucho de lo tratado. "Hoy han tenido lugar debates muy positivos con todos los nuevos proveedores de unidades de potencia actuales y potenciales con respecto a la siguiente fase de la unidad de potencia de Fórmula 1. Las conversaciones continuarán durante las próximas semanas y se anunciarán más noticias después de esas discusiones", se puede leer en el comunicado.

Una reunión que era tremendamente importante no tanto por sus conclusiones –de las que no se esperaba mucho, sólo una línea a seguir como mucho– sino por los participantes. Las marcas han asitido con los máximos representantes de las compañías: John Elkann por Ferrari; Ola Källenius por Daimler-Mercedes; Luca di Meo por Renault; Oliver Blume, por Porsche, y Markus Duesmann, por Audi, es decir, no los responsables de competición sino los presidentes de las marcas o de los grupos, a excepción de Audi que envió a un miembro destacado del directorio.

Que no habría un acuerdo firme parecía cantado desde que se filtró el camino que deseaban Audi y Porsche –motor eléctrico delante, para aprovechar su experiencia en Le Mans– y más tarde la de Red Bull, que desde el próximo año será motorista en lugar de Honda, que quiere un motor térmico significativamente distinto del actual.

En ambos casos, lo que deseaban era no comenzar con el hándicap de la inexperiencia frente a unos motoristas que tienen la experiencia en las unidades actuales, si finalmente se deciden unas reglas similares.

Pero, sobre todo, estaba sobre la mesa la forma de mantener el coste de los motores bajo control y conseguir una cierta igualdad entre todos ellos y siempre bajó el tremendo peso de lo que dijo Mattia Binotto en el paddock: "La FIA necesita un equipo técnico más sólido". Es una señal de que nadie quiere directivas continuas, sino unas reglas sencillas, concisas y claras, muy claras y eso no es nada fácil.

Que el único acuerdo es el de seguir discutiendo, dándose unas semanas de reflexión –posiblemente los ingenieros tendrán algunas propuestas sobre la mesa que evaluar– puede parecer poco positivo, pero por lo menos no es negativo. Hay un acuerdo base: esto no puede seguir costando tanto.