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El motor Mercedes parece ser todo un impulso a los problemas que acarreba el equipo Lotus a su llegada al Autodromo de Monza. Al bajarse la visera, ambos pilotos se han olvidado de todos los conflictos extradeportivos y han demostrado que podrán estar en la lucha de los diez primeros en la clasificación de mañana y con grandes opciones de entrar en los puntos en la carrera del domingo.

Muchos temas candentes en la actualidad de la Fórmula 1 han dado como lugar una rueda de prensa larga en la que los representantes de cada equipo han podido explayarse. La polémica de Pirelli, las negociaciones entre Red Bull y futuros proveedores de neumáticos, Lotus y Renault y el futuro de Monza, entre otros asuntos, nos han dejado estas frases.

Los entrenamientos libres del equipo McLaren han sido una prueba, simplemente, para la carrera del domingo ya que no tienen pensado afrontar la clasificación de mañana. De hecho, ambos pilotos tan solo completarán una vuelta para salvar el motor ya que, hagan lo que hagan, saldrán desde la cola de la parrilla.

Día fructífero para el equipo Sauber en el trazado de Monza. Experimentaron con su bólido y sus conductores quedaron contentos por las tareas que realizaron. La escuadra suiza se quedó cerca en las dos sesiones de libres de las diez primeras posiciones. Así que cierto positivismo reina en los lares de Hinwil.

Día positivo para una Manor que mejora carrera tras carrera y que cada vez ve más cerca el alerón trasero de los dos McLaren. Hoy, ayudados por los problemas de Button, han conseguido meter al británico entre sus dos coches, y el objetivo del fin de semana es estar lo más cerca posible de los monoplazas de Woking.

Fin de semana complicado el que les espera a ambos Red Bull en el trazado más exigente para los motores, y donde las carencias de su propulsor Renault se notarán más. Tanto Kvyat como Ricciardo penalizarán por cambiar de motor mañana, y los dos han señalado que la prioridad del día ha sido preparar la carrera, centrándose en el set-up del domingo y optando por ahorrar el sábado algún juego de neumáticos en la clasificación.

Ferrari se ha topado con la cruda realidad en el arranque de su Gran Premio de casa. Pese a erigirse nuevamente como la segunda fuerza competitiva de la parrilla por delante de los Force India y los Williams, tanto Sebastian Vettel como Kimi Räikkänen contemplan atónitos la distancia de casi un segundo que ambos Mercedes han logrado endosarles tanto en la primera como en la segunda sesión de entrenamientos libres. Las expectativas reales de cara a la sesión clasificatoria no son otras que asegurar la segunda línea de la parrilla y tratar de plantar cara a las flechas plateadas en la carrera del domingo.

Hacía bastante tiempo que no veíamos a ambos Williams dentro del top 10 en unos entrenamientos libres del viernes. Acostumbrados a rodar con mucho combustible, parece que los de Grove han hecho los deberes y han traído un paquete específico para Monza de baja carga aerodinámica que les está funcionando muy bien. Tanto Bottas como Massa están contentos con el equilibrio del coche y creen que este fin de semana serán competitivos. 

Toro Rosso viene a Monza a sufrir, pero ya está mentalizado para ello. El motor Renault no es el más competitivo en el Autodromo Nazionale y es por ello que los italianos han optado por estrenar nuevos V6 Turbo con tal de acumular sanciones y llegar limpios de penalizaciones a las carreras que restan del calendario.

Mercedes ha vivido un fantástico primer día en Monza en el que han dominado tanto la primera como la segunda sesión de entrenamientos libres. A pesar de la naturaleza del circuito italiano, la diferencia ente las flechas de plata y sus rivales parece ser mayor que nunca. La nueva evolución del motor ha cumplido su función y Mercedes es más favorita que nunca para el fin de semana.

El Gran Premio de Italia se presenta como una auténtica carrera de obstáculos para Fernando Alonso. Problemas de fiabilidad, falta de kilometraje, sanciones. Un fin de semana que, nada más empezar, ya debería quedar en el olvido. No obstante, el piloto español no pierde la sonrisa y está dispuesto a aprovechar cualquier minuto en pista para preparar la carrera.

Será difícil que Sebastian Vettel pueda lograr su primera victoria vestido de rojo Ferrari en Monza. De momento, el dominio de los Mercedes es más solvente que nunca. Las flechas de plata se han presentado al GP de Italia con un motor todavía más potente, pues han gastado todos los 'tokens' que tenían para pulirlo todavía más. El resultado es claro: Sebastian Vettel sólo ha podido acercarse a ocho décimas. El tetracampeón del mundo ha hecho balance del día de hoy. "Creo que ha sido un buen día, no hemos tenido problemas con el coche, hemos podido rodar bastante y eso es bueno. En cuanto a ritmo, no es donde queremos estar, creo que aún podemos hacer algunos ajustes, algunas mejoras".

El Gran Premio de Italia ya se preveía que iba a ser un dominio absoluto sin la necesidad de que Mercedes implantara mejoras. Si además el equipo de Brackley ha gastado sus siete 'tokens' restantes, Monza se ha convertido en un escenario donde las flechas de plata no tienen ni un solo rival.

Nico Rosberg pierde tres décimas de segundo en la Parabolica en comparación con Lewis Hamilton, según ha explicado el alemán al bajarse de su Mercedes.

En el 'Templo de la Velocidad' solo hay sitio para un imperio. A la afición italiana que llena las gradas les gustaría que imperara el rojo de su querida Ferrari, pero la historia de este año es bien diferente, y ahora todavía más. No hay otro lugar en el calendario en el que importe más la potencia del motor que en las rectas infinitas de Monza, y Mercedes ha aprovechado para dar rienda suelta a toda su caballería. ¿El resultado? Demoledor.