Dos manitas de pintura y un florero o cuánto me gustaría equivocarme con Renault

En ocasiones los departamentos de marketing de las marcas comerciales quieren vender 'novedades' para impulsar las ventas de un modelo, pero los cambios son mínimos y se pone en acento en los nuevos colores y grafismos y en pequeñas actualizaciones, sin cambios dinámicos significativos.

Ésta es la impresión que me ha dado el nuevo Renault RS18. Variaciones de detalle en los pontones, alerones siguiendo la filosofía anterior. Una 'piel' que parece conocida, pero a la que una nueva decoración negro y amarillo –y no haré comparación con los taxis de Barcelona–. La novedad más visible, el halo, pero eso no es una elección técnica sino una imposición reglamentaria. Es decir, lo conocido como dos manitas de pintura y un florero –el halo–, como me insinuaba un buen amigo.

En pocas palabras, una apuesta continuista, poco o casi nada ambiciosa…como el que dice 'sin cambios'. Algo que me sorprende y me preocupa, pese a las muestras de confianza que transmite Carlos Sainz, después de haber visitado muchas veces el túnel de viento.

A no ser que se guarden las novedades importantes para los tests, cosas que no están aún acabadas o detalles que no quieren enseñar antes de tiempo, no veo motivos para un gran optimismo.

Lo de ocultar detalles y soluciones milagrosas en la presentación lo hacen todos, cierto, pero los coches rivales hasta el momento presentados tienen diferencias aparentes y claras con el modelo anterior, por más que se guarden detalles sobre todo en lo que concierne a alas, desviadores de flujo y al difusor.

Espero que, por el bien del equipo y sobre todo de Sainz, que sea esto último y en Barcelona se saquen nuevos y 'agresivos' elementos de la chistera. Y ese pensamiento no es sólo mío. El coche mostrado también ha decepcionado a otros especialistas que esperaban algo más de riesgo, más radical, más novedoso. Es cierto, en F1 no todo lo que se ve es lo que parece; formas aparentemente muy cuidadas en la aerodinámica no son tan eficaces como su visión hace suponer.

Este debería ser el primer año real de Renault como tal. Las dos temporadas anteriores han sido de transición, de recomposición y crecimiento de la base. Si Renault vendió un equipo, que estaba si no en descomposición, sí perdiendo fuelle, a Genii Capital, los nuevos propietarios no pudieron poner remedio y cuando los del rombo recuperaron la escudería, Enstone se había quedado atrás en tecnología y también el equipo humano había perdido piezas.

Los pasos son claros y lógicos. Había que reconstruir Enstone, tanto en lo humano como en lo tecnológico. Un 2016 centrado básicamente en lo primero porque la decisión de tomar las riendas se tomó casi a contrarreloj, muy tarde para introducir novedades sobre lo que Lotus había preparado. Y un 2017 en el que se marcaron las primeras líneas y hubo una mejora importante, aunque hasta casi final de temporada no se pudo ya disponer de la sede remodelada.

Ahora ya cuenta una sede completamente actualizada y un 35% más de personal que al inicio de la aventura. Y el presupuesto es mayor que el de buena parte de los equipos, aunque Abiteboul ha sido muy claro respecto a su filosofía. Se centran más en la eficacia que en los medios.

FORCE INDIA COMO MODELO

Su modelo podría decirse que es Force India, que con presupuesto que no está entre los seis primeros de la parrilla acabó el año pasado cuarto del Campeonato. No desea invertir lo que los grandes equipos gastan y cuantificaba su 'techo' en un 85% de lo que gastan los cuatro grandes: Mercedes, Ferrari, Red Bull y McLaren. Y tiene claro que ralentizan ya su frenético crecimiento en personal y medios, quizás unas 150 personas menos que sus rivales directos. No quieren hacer un megaequipo y luego tener que reducirlo si las nuevas reglas de 2021 o el hipotético límite de presupuesto así lo aconsejan.

Da la impresión de que Renault ha puesto mucho el acento en los motores, aunque esto es algo aparte de lo que sucede en Enstone. Las deficiencias mostradas el pasado año, tanto en potencia –30 ó 40 caballos– como en fiabilidad, frente a Mercedes o Ferrari, fueron importantes. Lo suficiente como para que el motor sea prácticamente nuevo y el único que parece no usa 'precámara'. Dicen que están contentos de los resultados en el banco de pruebas.

¿Que sucederá? El lunes, en Barcelona, quizás comencemos a vislumbrar el futuro y despejar algunas dudas. Y me gustaría mucho que mis predicciones, temores o vaticinios fueran sólo un craso error, un temor infundado.

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