'Currutaca' de Mercedes a Ferrari en Monza

Sergio Marchionne se marchó preocupado y cabreado de Monza. La 'currutaca' que Mercedes dio a Ferrari en ‘casa’, en el feudo italiano, delante de los tifosu superó cualquier previsión, incluso las más pesimistas.

"Simplemente, no se cumplieron las previsiones", dijo Marchionne a modo de explicación ‘piadosa’. Los datos de la simulación y los de la ‘pista real’, por vez primera esta temporada, no concordaron, admitió el presidente de Ferrari, quien también reconoció que con este resultado estaba harto.

Ganar o perder es una cosa. Pero el perder mostrando impotencia ante los tuyos es otra muy distinta. Los 36”317 de diferencia entre Lewis Hamilton, el ganador, y Sebastian Vettel, tercero, son duros de ‘engullir’, máxime cuando Valtteri Bottas también sacó más de 30 segundos al primer Ferrari. 

No era lo que esperaban los tifosi. Ni siquiera la excusa de un sábado marcado por la lluvia enmascara la desconsolada sorpresa. Son muchos pequeños detalles los que permitieron a Mercedes arrasar. “No hemos mejorado desde Bélgica”, señaló Marchionne. Y en Spa, otro circuito en el que manda la punta y considerado de baja carga, aunque sin llegar a los límites de Monza, Vettel acabó a sólo 2”358 de Hamilton.

De hecho, las diferencias entre Mercedes y Ferrari esta año han sido mínimas en casi todos los circuitos –incluso cuando algún Red Bull se infiltraba entre ellos o les ganaba, como en Bakú– al menos en carrera. Nunca más allá de los seis segundos en un sentido u otro,… pero con tres excepciones, Canadá, Silverstone y la carrera de ayer en Monza.

En estas tres ocasiones, las diferencias han sido superiores al medio minuto, aunque tanto en Canadá como en Silverstone hubo circunstancias de carrera que explican la diferencia. Es cierto, Ferrari ha derrotado a Mercedes en dos ocasiones, por más de seis segundos: fue en Australia, cuando la diferencia fue de prácticamente diez segundos y en Hungría, que fueron 12”; más de lo normal, pero no algo que implicase paliza o KO técnico.

En Gran Bretaña Vettel puede escudarse en un Max Verstappen, que le arrancó el bigote en la primera vuelta que le obligó a una parada temprana en boxes y remontar desde el fondo del pelotón para acabar cuarto.

En Silverstone la cosa fue diferente por un pinchazo final de Kimi Räikkönen, sin el que la diferencia habría sido de unos diez-12” Vettel se vio sorprendido en la frenada por Verstappen, que le hizo perder un tiempo durante la primera mitad de carrera y Räikkönen, que estaba a diez-12” de Hamilton sufrió un pinchazo final.

En Monza no hubo excusas. Con los Mercees rodando tranquilamente en cabeza, los coches germanos pudieron cuidar muy bien sus gomas. Pero eso no es todo. El propulsor germano, estrenado en Spa, era mucho más potente que el motor de Ferrari, pese a que los italianos conservaron la unidad de Spa en lugar de estrenar una nueva versión… simplemente porque éste podría así consumir hasta 1,2 litros de aceite por 100 kilómetros –el límite de los motores estrenados en Spa o antes de la prueba belga– en lugar de adecuarse a la limitación a 0,9 litros, que entraba en vigor para los motores estrenados en Monza o carreras posteriores. Ya se sabe, cuanto más aceite se quema, más potencia da el motor de un F1 y por eso, casi se tachó de 'fraude de ley' la astucia de Mercedes de estrenar su cuarto motor en Spa, porque ello les permitía estar en el límite de consumo de aceite anterior. Petronas, que suministra combustible y aceite a Mercedes, se limitó a decir que eso es falso, que desde el inicio de temporada su consumo de aceite por GP no excede los 0,9 litros por 100 kilómetros y que está en la norma que entra en vigor para los motores estrenados a partir de Monza.

En cualquier caso, el motor Mercedes pareció mucho más potente que el propulsor de Ferrari. Algunos ensayos sonométricos indican que la diferencia pudo llegar a ser de 36 caballos, lo que es abismal, más de 3/10 de segundo en Monza. Pero no es el único tema, aunque sí que uno fundamental y difícil de solucionar. Según Franco Nugnes, insigne periodista italiano, la diferencia era incluso superior a Spa, allí se ‘contabilizaron’ sólo 22 caballos de diferencia.

Pero eso no es todo. Mercedes, según Nugnes, se habría beneficiado beneficiado de una mejor aerodinámica. La mayor longitud de su coche, distancia entre ejes, le permitiría disponer de más ‘‘efecto suelo’ y poder descargar más alas: mejorar la resistencia al aire sin perder carga aerodinámica.

En Ferrari tuvieron varios problemas. Le costaba más llevar la temperatura de las gomas a nivel correcto. Se quejaron de cierta inestabilidad atrás –especialmente Räikkönen, al que tocó Verstappen en la salida– y en la que Vettel sufrió para superar a Esteban Ocon durante los primeros giros. Cuando lo logró estaba ya a casi diez segundos de los rojos y su ritmo era entre seis y ocho décimas de segundo peor. La suerte estaba echada.

Tan claro lo tuvieron en Mercedes, que dicen que se permitieron reducir la potencia un 10%, para salvaguardar el motor… y Ferrari al darse cuenta de ello hizo lo mismo. La cuestión para ambos equipos era ‘conservar’ motores lo más frescos posibles pensando en futuras batallas.

En Ferrari esperan reaccionar en Singapur, un trazado en el que Red Bull confía asimismo mucho, hasta el punto de haber penalizado en Monza para disponer de motor fresco en el nocturno trazado del sudeste asiático. Lo necesitan. Hamilton es líder de pilotos, pero su ventaja sobre Vettel es mínima, tres puntos, y esta es la única corona que parece al alcance de los italianos; en el Campeonato de Constructores, Mercedes dispone de 62 puntos de ventaja, no es definitiva, pero si muy importante a falta de siete Grandes Premios.