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Empezamos un ciclo de artículos que nos van a llevar al GP de Japón, y en los que vamos a ir viendo diferentes aspectos previos de cara a tener en cuenta para el desarrollo del fin de semana. 
 

En el pasado, el dominante equipo Mercedes ya sufrió escalofríos en Singapur, uno de los trazados donde en más de una ocasión han sufrido pese haber dominado el resto de la temporada. En este caso ha sido Red Bull, donde la hegemonía del equipo austríaco se ha visto interrumpida en un fin de semana en el que uno de los coches más dominantes de la historia ha visto como su racha de victorias consecutivas llegaba a su fin. Desde los primeros entrenamientos libres el coche ha estado en modo 'perezoso' tras haber arrasado durante toda la temporada. Pero, ¿por qué lo estaba? ¿Por qué han sufrido de forma tan repentina en Singapur? Lo analizamos en esta entrega. 

Marina Bay es un trazado urbano y con los F1 modernos que cada vez son más grandes y que ganan antes la velocidad es casi imposible adelantar, sin embargo, se consiguieron ver 150 cambios de posición en el GP Singapur del pasado fin de semana, aunque muy marcados por la diferencia de neumáticos que usaban los pilotos que atacaban a los que se defendían.
 

Mercedes intentó un imposible en Singapur con su estrategia al ataque, de pasar de una a dos paradas y tratar de conseguir superar a Norris y Sainz por la victoria. Fue una apuesta valiente y decidida, pero que no se adaptaba a las características únicas de Marina Bay. Veamos en el siguiente artículo las razones de por qué no fueron capaces de conseguir su objetivo.

La carrera de Marina Bay ha ofrecido un espectáculo muy atractivo a nivel de estrategia, marcado por las características especiales que siempre tienen los trazados urbanos. Sainz fue capaz de aprovecharse de ello y sacar el máximo rendimiento para conseguir una gran victoria, por delante de Norris, que encontró oro donde creía que no habría nada.
 

La carrera de Singapur respondió a la perfección a lo que se espera de una carrera urbana, en lo relativo al ritmo variable, la importancia de la posición y sus bloqueos y la selección de las vueltas clave para atacar. En este orden Sainz fue el que mejor cumplió con las exigencias de esta carrera y se llevó una gran victoria, por delante de Norris y los dos Mercedes. Verstappen avanzó mucho en carrera, hasta casi la quinta posición.

La jornada de pruebas del GP de Singapur nos ha dejado una situación como poco muy prometedora de cara a lo que viene en el resto del fin de semana. Red Bull, por primera en esta temporada, ha dado señales de que su coche no está a la altura y se ha alejado de la cabeza, dando oportunidades a que Ferrari se convierta en la referencia a una vuelta y que Alonso sea el mejor en la fase de carrera. Todavía falta tiempo y hay margen para progresar, pero parece que podremos estar ante uno de los momentos clave del año.

Una vez que hemos visto las principales claves que va a tener el trazado de Marina Bay vamos a estudiar en este artículo las principales claves que vamos a tener en cuenta de cara al desarrollo del evento, tanto en la clasificación como la carrera, y lo que marcará las opciones y desarrollo de los coches.

Empezamos un ciclo de artículos que nos van a llevar al GP de Singapur, y en los que vamos a ver diferentes aspectos previos de cara a tener en cuenta para el desarrollo del fin de semana. Para comenzar, este es el Track Map.
 

Ferrari y Red Bull mostraron una doble visión en la gestión de los neumáticos y en el grip que eran capaces de sacar ambos de ellas, con la implicación que ello podría tener tanto a una vuelta como en las largas distancias. Si a una vuelta Ferrari era mejor, esto no duraba mucho. Veamos en el siguiente artículo las razones de la gestión de los neumáticos por parte de ambos equipos.

Aston Martin llegaba al trazado de Monza con un gran podio conseguido en una de las carreras más caóticas de la temporada, y con la esperanza de que los cambios que se habían introducido en el trazado holandés fueran a trabajar y darles un importante paso al frente. Sin embargo esto no sucedió y su principal rival por el podio, Ferrari y Carlos Sainz, estuvo siempre muy lejos. Veamos en este artículo cuales fueron las razones de este pobre resultado y por qué Aston Martin estuvo tan lejos del podio.
 

La Carrera del GP Italia tuvo muy pocos incidentes, sin aparición del SC ni del VSC, por lo que tuvimos una prueba rítmica, donde el rendimiento de los monoplazas determinó las posiciones finales. La manera de evaluar el rendimiento de un coche queda marcado por dos puntos de vista, el rendimiento puro mostrado en Clasificación donde los pilotos ruedan con poco combustible y usan toda la energía de las baterías para conseguir el mejor tiempo posible. El otro punto de vista es el ritmo en tanda larga, marcado por la gestión de la energía y de los neumáticos, además de tener el tanque de combustible lleno, en esta parte del fin de semana se busca la regularidad y constancia y es la más importante para sumar los puntos el domingo ya que las carreras se fundamentan en el comportamiento y trato de los pilotos con los neumáticos si estamos en una prueba limpia.

Ferrari tenía en la carrera de Monza una oportunidad soñada para intentar pelear por la victoria, en su circuito, pero contra su mayor rival, Max Verstappen, absolutamente intocable durante esta temporada. Una carrera que pudo haber estado cerca de un gran resultado, pero que acabó con un podio de Sainz y cuarto puesto para Leclerc. Veamos en el siguiente artículo cuáles fueron las claves de la victoria de Verstappen y dónde perdió Sainz las opciones por el triunfo.

Una de las grandes claves que nos dejó la sesión de clasificación fue el rendimiento que mostraron los equipos con cada tipo de neumático y lo que fueron capaces de ganar con el cambio hacia neumáticos más blandos. Una sesión de clasificación diferente, y que en esta ocasión también trajo importantes claves, entre ellas el bajo rendimiento de Alonso en la zona final. Veamos todo lo que sucedió en cada ronda con más detalle, y el rendimiento de cada equipo con cada neumático.

La carrera del GP de Italia estuvo muy orientada hacia el ritmo en carrera y la pura velocidad de los coches, con un efecto limitado de la estrategia, muy limitado y restringido a las líneas rojas que impedían buscar dos paradas y el neumático blando. Verstappen fue el que mejor entendió y ejecutó esta carrera, con una nueva victoria a su imparable racha.