Intentan estafar a un directivo de Ferrari usando la voz de su jefe

Un directivo de la marca de Maranello recibió un mensaje a principios de mes de alguien que decía ser Benedetto Vigna, el consejero delegado de la compañía. El WhatsApp no venía de su número de teléfono habitual y la imagen de perfil tampoco era la misma, aunque mostraba a Benedetto de brazos cruzados delante del emblema del Cavallino Rampante. Una situación del todo anómala.

Aquel supuesto Vigna le preguntó “si había oído hablar de la adquisición que estamos preparando” y le pidió que estuviera “listo para firmar el acuerdo de confidencialidad que enviarán nuestros abogados”. Le imprimió urgencia y autenticidad a la situación diciéndole que ya habían alertado al ente regulador del mercado italiano y a la bolsa de valores de Milán. “Mantén la máxima discreción”, remató, según ha revelado Bloomberg.

El directivo titubeó por un instante. Momentos más tarde, sonó el teléfono y al otro lado escuchó la voz del mismo Benedetto Vigna. Era exactamente el mismo tono de voz e imitaba incluso su acento sureño. Pero la verdad es que no se trataba de ninguna imitación, sino de una voz generada con inteligencia artificial para suplantar su identidad.

El falso Vigna le pidió al directivo que ejecutara una transacción con una cobertura de divisas. Esto es, una operación a futuro en la que el tipo de cambio de la moneda se mantiene fijo, independientemente de las fluctuaciones que esa divisa haya podido tener hasta el día en el que se ejecuta finalmente la operación.

Esta petición extraña y una entonación un tanto mecánica levantaron la liebre e hicieron que el directivo empezara a dudar de si estaba hablando con su jefe o con un estafador. Por eso, le pidió que se identificara y le hizo una pregunta de seguridad que tan sólo Vigna podía saber: le pidió que le dijera el nombre del libro que le había recomendado unos días antes. El estafador esquivó la pregunta y acabó colgando.

Un recordatorio de que, en los tiempos modernos, las estafas telefónicas pueden ser mucho más sofisticadas de lo que nos habríamos imaginado hasta hace poco.