Análisis GP Italia F1 2023: Sainz y Alonso, dos gestiones de neumáticos

Aston Martin empezó el fin de semana bastante a contrapié, al completar una jornada de viernes muy problemática para el coche de Stroll, y el propio canadiense, representado en que no pudo rodar en la primera sesión y en la segunda sólo hizo dos vueltas por un problema de motor. La clasificación no fue tampoco nada bien, y desde el momento en que se empezaron a marcar las diferencias en términos de rendimiento con el neumático medio Aston Martin acabó perdiendo mucho terreno. Todo ello se podía ver en la comparativa de vueltas y distancias acumuladas con Sainz

Alonso acabó a una diferencia de unas seis décimas del madrileño, localizadas en el segundo y tercer tramo de la vuelta, a razón de tres décimas en cada zona, porque en el primer tramo apenas hubo media décima, favorable para Alonso. 

En el vuelta a vuelta se podía ver que sólo en la parte final de cada tanda Alonso era mejor que Sainz, en la primera parte porque Sainz acabó degradando en exceso los neumáticos y desde la vuelta 15 ya no tuvo con qué agarrar y algo también muy parecido en la fase final de la carrera, cuando Sainz acabó elevando también mucho sus tiempos. Todo esto hacía cuatro partes muy diferenciadas, que se podían resumir en dos, el comienzo de la tanda y el final.

En un tramo del comienzo de la tanda, cuando ambos tenían vivos los neumáticos, esta era la diferencia de ritmo, mostrada entre la vuelta 22 y 42.

En la primera parte de la vuelta apenas había tiempo, a pesar de que Alonso llegaba mejor al final de la recta, pero en el segundo y tercer tramo había tres décimas para Sainz, traducidas en más velocidad a la entrada en meta y el final de recta.

En las rectas la diferencia era más reducida, con un claro efecto de la diferente gestión de energía para cada coche. En la primera chicane Alonso terminaba frenando más que Sainz y cedía algo más de una décima, situación que se repetía en la segunda. El paso por Lesmo tampoco era muy notable, aunque al final de la primera Alonso frenaba más tarde y acelerando más tarde y en la segunda Sainz podía salir antes. En el segundo tramo casi todo era producto de la velocidad mínima, y la manera que ambos podían tener de ir al gas, que le acababa dando una décima en Ascari a Sainz y dos en Parabólica.

Sin embargo, cuando el neumático no estaba tan fresco y se encontraba peor esta era la situación entre ambos

Alonso le hacía casi cinco décimas a Sainz entre el primer y segundo tramo. En la primera zona le podía hacer dos décimas, con una mejor salida de curva, y en la segunda cuatro décimas, con mejor tracción, pero en la zona final de nuevo era Sainz el que marcaba los tiempos.

Alonso tenía más entrega de energía que el Ferrari de Sainz y llegaba más rápido al final de cada recta antes de que cortara potencia. En la segunda chicane mantenía más vivos los neumáticos y podía ir antes al gas que Sainz, que ya no podía hacerlo, teniendo que esperar menos para ir al gas. Esto también se notaba en las rectas, que tenía más entrega de energía, pero en la última curva Sainz podía vivir y sacar un importante tiempo a Alonso para dejar la diferencia alrededor de las cinco décimas por vuelta.

Pura cuestión de energía y de neumático lo que separó a Sainz y Alonso en el fin de semana, Sainz perdió mucho a medida que pasaban las vueltas mientras que Alonso seguía teniendo un coche muy vivo al final de la tanda. Pero Monza no era una carrera ni de degradación ni de estrategia, por lo que acabó ganando el Ferrari de Sainz con una clara ventaja y quedando Alonso en una novena posición tan discreta como pobre.