¿Fórmula 1 o Jenga? Un mundial de 'mírame y no me toques'

La imagen de Monza es carne de meme, pero también un espejo de la realidad de los últimos meses: la tensión entre Hamilton y Verstappen está en su punto álgido. Los fans quieren una lucha justa en pista y no un mundial que se decida en los despachos, lo que contrasta con la FIA, cada vez más estricta en términos de seguridad para evitar desgracias.

Tras Silverstone dijimos que la cosa no acabaría así y en Monza ha llegado un nuevo toque. La situación entre Verstappen y Hamilton está más apretada que nunca. Max es líder del Mundial con 226,5 puntos. Lewis Hamilton está a sólo cinco puntos. A pesar del abandono de los dos de ayer, el de Red Bull se va de Monza con dos puntos más en su casillero gracias a la clasificación al sprint.

Cinco puntos que recortar y ocho carreras para el final. Esto significa que cada movimiento cuenta a partir de ahora. Desde Rusia los aspirantes al título deberán estudiar el coste y beneficio de cada uno de sus maniobras, algo difícil en un deporte que se mueve en milésimas, porque saben que cualquiera de ellas pueden encaminarles hacia el título o descartarles.

Estamos así, como bien ha descrito el diario de Países Bajos Algemeen Dagblad, ante una tensa partida de Jenga, el juego que consiste en quitar piezas a una torre de madera sin que ésta se caiga.

"Fue una imagen con un valor eterno. Una escena que el mundo recordará en 20 años cuando hablan del luchado campeonato de 2021. Max Verstappen con su coche inclinado encima del coche negro de su rival lewis Hamilton, como si fueran las dos últimas piezas del juego de Jenga", escriben en el citado diario.

Sí, Lewis podía haber dado más espacio a Verstappen, como bien explica el comunicado de la FIA, pero siempre se trata de una valoración de daños. Hamilton, al estar por detrás en el Mundial, quiso mandar un mensaje sólido a Max ayer y decir 'aquí estoy yo, o retrocedes o tendremos un accidente'.

Si los dos siguen esperando que sea el otro el que retroceda o se dé por vencido, los toques seguirán ocurriendo. Sin el Mundial en manos de nadie, tengan por seguro que los dos arriesgarán y ninguno cederá ni un milímetro. Pero a partir de ahora tendrán que estudiar en cada uno de sus movimientos si tienen más que ganar o que perder porque saber cuándo apostar y cuándo no es lo que, de verdad, te hace campeón.