¿Y si Loeb no vuelve al Dakar?

El piloto galo ha sido el más rápido en esta edición del rally más duro del mundo. No el mejor, pues esa condición se la lleva Nasser Al-Attiyah, pero sí el más rápido, y sus cuatro victorias de etapa lo corroboran –ha sido el que más especiales ha ganado este año–. Todo esto, ¡con un buggy del año 2017!

El alsaciano llevó a cabo un 'bonus track' sensacional con la marca que se lo ha dado todo en su carrera deportiva. Pese a que el grupo PSA decidió lavarse las manos y abandonar los raids tras la victoria de Carlos Sainz en 2018, sí permitió que PH Sport preparase uno de los 3008 DKR de 2017 para que Loeb estuviese en el Dakar 2019.

Toda una machada la del nueve veces campeón del mundo de rallies, que ha mostrado una endiablada velocidad en las dunas peruanas. No obstante, varios problemas mecánicos en el Peugeot, unidos a una confusión con el roadbook que le hizo perder más de 40 minutos en la tercera etapa, terminaron por dilapidar sus opciones de victoria.

La velocidad mostrada bien podría indicar que el año que viene sería uno de los claros favoritos a llevarse el ansiado touareg de bronce, pero ahora entran en juego factores externos: su nuevo contrato con Hyundai y la mala experiencia que han tenido con la organización este año.

Tras toda una vida de la mano del grupo PSA, con el que se ha coronado como uno de los pilotos más laureados de la historia del automovilismo, Loeb decidió cambiar de aires y poner rumbo hacia Hyundai, para volver a tiempo parcial al Campeonato del Mundo de Rallies y, quién sabe, quizás también se involucre con la marca coreana en RallyCross.

Pero Hyundai no tiene implicación alguna en el Dakar, y por el momento no parece que estén interesados. Bastante tienen con abarcar varias categorías de rallies –con el i20 Coupé WRC y el i20 R5–, además de sus pinitos en RallyCross y WTCR –categoría en la que Gabriele Tarquini y su i30 N TCR se han proclamado vencedores en 2018–.

Todo esto, unido al descontento general con la organización, completan una ecuación difícil de resolver. Daniel Elena, su copiloto, cargó duramente contra el Dakar por los problemas que muchos pilotos han tenido con el roadbook, e incluso apunta a la África Eco Race como uno de sus objetivos para enero del año que viene. Toda una declaración de intenciones.

No olvidemos que Loeb siempre se ha mantenido fiel a su copiloto, excepto en algunos rallies esporádicos en los que ha corrido con su mujer. Cuando decidió emprender su andadura en el Dakar, muchos le aconsejaron decantarse por un copiloto más experimentado en esta disciplina, pero Sébastien prefirió seguir de la mano de Daniel Elena, su compañero de aventuras.

La situación es tensa, y el futuro de Loeb, incierto. Al finalizar el Dakar, no asistió a la ceremonia de clausura, sino que se fue 'pitando' hacia el aeropuerto para catar el Hyundai con el que correrá la semana que viene en Montecarlo. Los tramos los conoce como la palma de su mano, pero no así el coche, que será completamente nuevo para él.

Mientras tanto, para que el culebrón tenga algo de salsa, el francés afirma que "mientras corramos el Rally de Montecarlo, es muy duro plantear otro mes de enero como éste". ¿Acaso hemos estado ante el último Dakar de Sébastien Loeb? Por el bien del espectáculo, espero que no.