Kubica visto por Cuquerella y Villadelprat: un 'cabezón' con siete vidas

La historia reciente de Robert Kubica es algo así como la Divina Comedia. El talentoso piloto polaco ha atravesado, como el Dante medieval, los nueve círculos del Infierno y, tras dos años en el purgatorio del piloto probador, está muy cerca de rozar con sus dedos el Paraíso terrenal, en lo que el mismo Kubica describe como "el mayor logro de su vida".

El proceso que ha llevado a Kubica desde una cuneta del Rally Ronde di Andora a firmar un contrato como piloto oficial con Williams está descrito con detalle en este artículo de nuestro compañero Raymond Blancafort. Sin embargo, para entender que sólo unos pocos elegidos podrían recorrer este camino sin desfallecer, con la pertinacia por bandera, hemos buscado el testimonio de dos de los hombres que han estado más cerca de él en su formación como piloto y como persona, en su primer ascenso a la elite del automovilismo.

Una persona que nunca dudó de la capacidad de Robert es Joan Villadelprat, que fue su mentor en su último empujón en categorías de promoción. Joan, entonces director del equipo Epsilon Euskadi de las World Series by Renault, ve hoy en la mirada de Kubica la misma obsesión y voluntad de sacrificio que entonces.

"Es cabezón y trabajador, y eso paga sus dividendos. Lo hará bien. Se lo merece. Hablé con él hace un par de meses y vi que tenías esas ganas por subirse al coche, por demostrar su habilidad. Yo estoy convencido de que esa habilidad la tenía, porque en su momento firmó con Ferrari, con el beneplácito de Fernando Alonso… De no ser por aquel rally, ahora podríamos estar hablando fácilmente de un campeón del mundo".

© Sutton Images

Toni Cuquerella, ingeniero de pista de Robert en BMW Sauber en su única victoria en Fórmula 1 –Canadá 2008–, también destaca su entrega en el día a día. Es más prudente al hablar de sus posibilidades deportivas para 2019, pero recuerda que el polaco era y es uno de los grandes talentos de su generación.

"Robert es un piloto muy rápido. Es agresivo. Nunca lo suelta, siempre empuja para que el equipo vaya hacia adelante y el coche sea más rápido. No es de los que se va después de acabar de conducir, sino que él aprieta en todos los frentes porque quiere que el equipo eche adelante".

"Robert ha querido volver desde hace años, pero el problema está en que no es sencillo. No es fácil nunca tomar la decisión, ni para él ni para el equipo. No se sabe el rendimiento que tendrá en carrera durante un fin de semana. Quizá lo haga todo genial en Australia y muchos equipos piensen que han dejado correr una oportunidad. Muchos se lo han pensado, pero la condición física les ha parado. Si todo sale bien, algunos dirán que se equivocaron con Robert".

© Sutton Images

Muchos se preguntan si Robert está en condiciones de ser competitivo. Es evidente que puede conducir un Fórmula 1, porque así lo ha demostrado en los entrenamientos en los que ha participado, pero muchos temen que sus limitaciones se hagan evidentes cuando llegue el momento de la verdad y los pequeños detalles marquen la diferencia.

Villadelprat mantiene su optimismo. Ve a Kubica capaz de sobreponerse a cualquier dificultad. "Estoy convencido de que es una desventaja, pero también estoy seguro de que él lo superará. Si el equipo hace los cambios necesarios en el volante, estoy convencido de que lo superará. Zanardi también ganó muchas cosas sin piernas. Es un hándicap, pero esta gente es tan brillante… Tuve a Zanardi como piloto de pruebas en Benetton y era brillante. Quizá son nombres que no son tan sonados porque no han ganado campeonatos recientemente, pero son de una valía brutal". Es posible que Villadelprat recuerde al decir estas palabras que Kubica ya ganó en 2003 una carrera prácticamente con una mano, de la Fórmula 3 europea y en Norisring, donde corrió con la mano derecha –sí, también entonces fue la derecha– sólo para cambiar mientras el manejo del volante fue sólo para una mano izquierda que le llevó a lo más alto del podio.

© Sutton Images

"AHORA QUE SE NOS VA FERNANDO, ES BUENO QUE HAYA OTRO PILOTO 'TOP'"

Toni Cuquerella es prudente. Subraya que será difícil evaluar el estado de forma de Kubica, porque para saber si está como en 2010 sería necesario verlo en la pelea por las posiciones nobles.

"Si él está como antes, empuja el coche y va igual de rápido que antes, creo que todo será fácil… Pero es obvio que no está todo igual. Han hecho modificaciones y ahora tiene una serie de penalizaciones. La cuestión es saber si esas penalizaciones le afectarán en una carrera, una clasificación… Ha demostrado que tiene la velocidad, pero a veces no es sólo velocidad".

"Robert tiene la oportunidad de volver a demostrar lo en forma que está y el nivel que tiene como piloto. Ahora que se nos va Fernando, es bueno que haya otro piloto ‘top’, pero no hay forma de saber si está ahí delante. No tengo ni idea. Con Williams no ganará carreras. Que lo haga bien y Williams esté mejor… ¿Cuánto mejor? Será difícil ver si está bien o no. Sería mucho más sencillo si lo pusieran al lado de Hamilton en Mercedes. Si es más rápido que Russell se dirá que Russell es un novato, si va más lento, que Russell es otro crack. Nunca lo sabremos. Yo lo sentaría al lado de Hamilton…", fantasea Cuquerella.

Villadelprat destaca de Robert su enorme capacidad de sacrificio: "Demuestra la voluntad de las personas cuando superan momentos duros. Eso es brutal. Espero y deseo que le salga bien. Le daría una lección tremenda a mucha gente que tira la toalla por cualquier cosa. La gente que supera problemas que son externos a su profesión pero que afectan a ésta merecen una simpatía y un respeto tremendos. De Robert estoy convencido, porque es tan cabezón que será sí o sí. Si se le mete una cosa en la cabeza… El accidente lo tuvo por tozudo, porque no tenía por qué correr ese rally. Tenía el futuro asegurado. Lo hacía porque quería jugar".

Tanto Cuquerella como Villadelprat resaltan que Kubica puede hacer mucho bien al resurgir de Williams, que anda perdida sin rumbo ni dirección, en el fondo de la clasificación. La situación del equipo es tan precaria que la temporada próxima perderá también a su patrocinador principal, Martini.

© Sutton Images

"Puede ser un piloto que dé ese empuje para Williams pueda hacer el cambio", señala Toni. "Además de las manos, también puede aportar fuera, sobre todo la dirección de trabajo para que el equipo no pierda tiempo en cosas que no son importantes y se pueda centrar en lo que sí lo es. Sobre todo en esta Williams, que necesita un poco de claridad, no alguien que los confunda más".

"Estoy seguro de que ayudará muchísimo a que el coche vaya por el camino correcto", añade Joan. "Tiene experiencia y cabeza. Trabaja mucho con los ingenieros y siempre está en el paddock. No es una persona de márketing, sino una ‘rata’ de Pit-Lane. Cuando estaba conmigo era así y siempre lo ha sido. Es un trabajador incansable y estoy convencido de que los puede orientar en el camino correcto".

Será un mentor también para George Russell, su joven compañero, que llegará como campeón en título de la Fórmula 2.

"No sabemos lo bueno que es ese chico", apunta Villadelprat. Creo que lo es mucho, pero tiene poca experiencia. Con Robert puede aprender muchísimo. Estoy convencido de que lo hará. Luego veremos cuál es el más rápido y cuál desarrolla el coche, pero Robert tiene muchísima más experiencia y tantas ganas o más que el joven. En este mundo, la gente que triunfa es la que tiene hambre. Se nota cuando alguien tira la toalla. Robert no lo hace. Robert ganaría campeonatos y tendrías que sacarlo de aquí con una Caterpillar, porque la Fórmula 1 es toda su vida".

El primer contacto del catalán con Robert se produjo en las World Series. Robert no tenía financiación, pero hizo un trabajo tan formidable en un test en el Circuit de Barcelona-Catalunya que Villadelprat no dudó al costearle la temporada. La apuesta salió bien y Robert le devolvió el dinero a medida que progresaba en la Fórmula 1 y se hacía un sitio en el automovilismo.

"Cuando lo conocí", responde Villadelprat preguntado por cuándo supo que era especial. "Le di la oportunidad de hacer una prueba. Su mánager trajo a tres pilotos. Dos tenían el presupuesto, pero él no tenía ni un duro. El representante me dijo que el mejor era Robert. Les di la oportunidad a los tres, pero dije ‘éste’ en cuanto vi lo que hacía después de tres vueltas. Como no tenía dinero, buscamos una solución. Se lo pagué yo con la promesa de que el día que tuviera el dinero me lo devolvería. Me lo devolvió en cinco años. No gané ni un duro. Me devolvió lo que me costó, ni un duro más ni un duro menos".

© Sutton Images

"Él ganó las World Series y de ahí pasó a Renault, porque ése era el premio. Cuando fue a las pruebas con Renault, se dio cuenta de que no se había preparado bien el cuello, de que se había equivocado pese a mis advertencias. Intenté que no lo masacraran, que no le metieran en tandas demasiado largas. Estuve en esas pruebas y evité que saliera malparado, pero luego hizo mejores tiempos que los pilotos de pruebas que tenían ahí. Luego negociamos con Renault… y al final salió lo de Sauber. A partir de aquí, tiró adelante. Cuando comenzó a ganar un poco de dinero, me empezó a devolver lo que me debía. Es, además de todo, una persona de palabra", sentencia Villadelprat.

Nadie puede garantizar el éxito de Robert Kubica en su retorno a la Fórmula 1, pero tampoco nadie puede negar su amor por las carreras y una obstinación, quién sabe si basada en sus fuertes convicciones católicas, que le mantiene siempre buscando sus límites, en la pista y fuera de ella. Con personajes así se ha forjado la historia del automovilismo.