Siete años del anuncio del regreso de Michael Schumacher

"Estoy muy motivado. Recibí una llamada de Ross Brawn a principios de noviembre pidiéndome de volver a competir, que esta vez estaría Mercedes involucrado", explicó Schumi en su día. "Nunca dejé las pistas y tras tres años, vuelvo a tener la energía de antes y me noto como nuevo. Tras probar el motociclismo, ahora estoy listo para cosas serias", añadió.

En tres años, tras ese anuncio navideño, el Káiser se anotó un sólo podio. La mala noticia llegó con la sanción de cinco posiciones en parrilla tras llevarse puesto a Bruno Senna en el Gran Premio de España. Muchos dicen que Schumi hubiese ganado en las calles del Principado al día siguiente, pero nunca se sabrá. 

A finales de 2012 Schumi se retiró y Lewis Hamilton llegó para sustituirle. El proyecto 2014 ya había arrancado y Mercedes preparaba un auténtico misil para la era turbo. Schumacher era cercano a Brawn y pese a que Ross abandonó Brackley a finales de 2013, el proyecto llevaba su firma y ni Toto Wolff ni Niki Lauda han negado la implicación del británico. Hasta que en diciembre de 2013, Schumacher sufría un aparatoso accidente de esquí que le dejó en coma.

DOMINIO ABSOLUTO

Con Hamilton y Nico Rosberg tirando del equipo, en 2013 se consiguió un buen nivel para afrontar 2014 con buenas sensaciones. Desde el primer día de test en Jerez se vio que Mercedes estaba no uno, sino varios pasos adelante de la competencia más cercana. La unidad de potencia de Brackley era perfecta, o casi. Algún que otro susto dio a lo largo del año, y en Abu Dabi un fallo en la misma impidió a Rosberg pelear por el único título decidido en una carrera con puntuación doble. Balance general para Mercedes: 100% pole position para un motor de la marca de la estrella de tres puntas (contando la de Williams en Austria) y 17 carreras de 20 ganadas por Rosberg o Hamilton. 

Ya en 2015 se siguió dominando, aunque Ferrari estuvo más cerca que el año anterior. Sebastian Vettel se anotó tres victorias y una pole position que impidió un nuevo 'perfect' en clasificación, el punto fuerte de Mercedes por la suprema capacidad de la unidad de potencia fabricada en Brixworth. Lewis Hamilton se proclamó campeón en el GP de Estados Unidos, con Rosberg anotándose una racha importante de victorias tras el evento en Texas. 

Muchos dudaron de Nico para 2016, pero si se miran los datos de 2010-2012, el rendimiento del campeón del mundo vigente fue muy buena si se compara con Schumacher. Rosberg consiguió estar a la altura del heptacampeón e incluso consiguió una victoria con Schumi en pista: GP de China en 2012. Nico ganó las cuatro primeras y Hamilton sufrió varos incidentes mecánicos que le alejaron de su compañero de equipo. La pelea estaba en marcha. 

El toma y daca en 2016 ha sido algo de otro planeta, con Red Bull asomando levemente la cabeza con las victorias de Max Verstappen y Daniel Ricciardo. De hecho, desde 2013 era la primera vez que más de tres pilotos distintos ganaban una carrera en una temporada. También hubo la excepción que confirmó la regla de que Mercedes eran imbatibles en clasificación: Ricciardo consiguió la pole en Mónaco. Los casi 1000 CV que mencionaban en varios medios se notaban y a veces la distancia con el siguiente equipo rozaba el medio segundo. Dominio absoluto. 

Para 2017 la duda está en si Mercedes tendrá margen suficiente con su magnífica unidad de potencia. Esa unidad de potencia es la herencia que aun permanece del proyecto iniciado por Brawn a finales de 2011 con Schumacher.