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Es un piloto diferente, especial. A veces parece que esté alejado de este circo de coches y ruido, que esto no va con él, pero cuando se monta en su monoplaza rojo ese Kimi Räikkönen desaparece y entra en escena el 'Iceman' más competidor.

El máximo responsable de Pirelli en la Fórmula 1, Paul Hembery, se ha defendido de las críticas vertidas sobre los neumáticos desarrollados por la marca italiana por su escasa degradación en carrera. Según el inglés, el hecho de que en algunos Grandes Premios solo haya sido necesario un paso por boxes se debe también al mejor equilibrio de los monoplazas y a un menor ritmo respecto a lo esperado en pretemporada.

Instantes después de que Sebastian Vettel cruzara la línea de meta en primera posición en el Gran Premio de Malasia, muchos sospechaban que, tras varios años de sufrimiento, Ferrari había vuelto a lo más alto. Este mismo mensaje es el que transmitían al germano durante la vuelta de honor con aquel "Ferrari is back", evidenciando así las importantes mejoras que habían materializado a lo largo del invierno en su unidad de potencia, y confirmando la eficacia de la mano de James Allison en la creación de su nuevo monoplaza: el SF15-T.

Al Gran Circo le falta magia. La introducción de tantas novedades en la forma de conducir y las propias normas en la competición hace que muchos expilotos no reconozcan la Fórmula 1 actual. Uno de ellos ha sido el inglés Nigel Mansell, quién afirma que "para llegar a hacer de la competición un deporte más animado hace falta un poco de magia".

Cuesta mucho que reine la tranquilidad en el equipo Mercedes AMG. Dominan el Campeonato con mano de hierro por segundo año consecutivo, su motor ofrece unas prestaciones ciertamente sorprendentes pese a no introducir ninguna mejora en sus 'tokens', Lewis Hamilton y Nico Rosberg caminan solitarios hacia la lucha por el título, y la fiabilidad de su coche les permite pasearse en cada circuito con independencia de sus exigencias mecánicas. No existen los problemas en la marca germana. Y si existen, los fabrican ellos mismos con sus constantes advertencias sobre el potencial del equipo Ferrari, su amenaza más directa en el Mundial.

Mientras la Fórmula 1 sigue debatiéndose entre abrir un poco más las normativas de motores o mantenerlas tan estrictas como estaba previsto, Toto Wolff admite que en Mercedes aceptarían un cambio que permitiera a los equipos evolucionar las unidades de potencia hasta cierto punto. Aún así, advierte de las consecuencias que algo así podría tener.

El futuro de Bernie Ecclestone al frente de la FOM ha generado un intenso debate en el paddock a lo largo de los últimos años, y es que los vientos de cambio que muchos exigen a la cúpula de la Fórmula 1 parecen ir acompañados de una voluntad generalizada para desbancar a 'Mr. E' del trono desde el que continúa aplicando una serie de políticas desconectadas de las necesidades del siglo XXI. A raíz de esta situación, es ahora cuando la prensa británica ha comenzado a ejercer presión para que sea Christian Horner, actual jefe de equipo de Red Bull, su próximo sucesor.

Red Bull parece que partirá desde el último lugar de la parrilla en su carrera de casa en Austria el próximo fin de semana. El equipo de las bebidas energéticas es consciente de que la penalización por usar el quinto motor llegará tarde o temprano después de romper varios motores a principios de temporada.

Felipe Massa afronta el Gran Premio de Austria con las esperanzas puestas en que Williams logre recortar la distancia con el equipo Ferrari y se consagre como la segunda fuerza competitiva de la parrilla gracias a la introducción de un nuevo paquete aerodinámico al desarrollo del FW37.

La última carrera en Canadá fue un jarro de agua fría para el equipo Sauber. El optimismo reinaba en el garaje de la escudería de Hinwill, pero todo se torció en los terceros entrenamientos libres, cuando un accidente completamente evitable de Felipe Nasr hizo saltar las alarmas y afrontar el fin de semana a la defensiva.

El encuentro entre Mercedes, Ferrari, McLaren y Red Bull en el pasado Gran Premio de Canadá sigue trayendo cola y ahora son los equipos pequeños quienes se quejan de una posible conspiración para que los equipos más grandes tomen el poder y el control de la Fórmula 1, tanto a nivel deportivo como a nivel económico.

Sebastian Vettel dice que mantiene una buena relación con Redbull y su propietario Dietrich Mateschitz. El piloto alemán llegó a la Fórmula 1 de la mano del programa de jóvenes pilotos de la marca de bebidas energéticas y ganó cuatro títulos consecutivos con ellos.

La ilusión. Un concepto de miras tan distintas en cada ser humano. La felicidad. El objetivo por el que nos movemos y vivimos.. Un resultado que buscamos con ansia a veces tomando riesgos considerables para ello. Fernando Alonso decidió descender al purgatorio al irse de Ferrari a McLaren-Honda, con un proyecto todavía en pañales, para intentar salir de ahí. Un objetivo que provoca una ilusión que muchos no son capaces de entender.

Demasiado conservadores. Así se han vuelto en Pirelli después del famoso GP de Gran Bretaña 2013, cuando sus neumáticos demostraron una fragilidad sin precedentes al explotar como si fueran globos en una fiesta de cumpleaños. Desde entonces, la firma italiana decidió arriesgar menos con sus compuestos y aumentar su dureza. Como resultado, hay citas, como la última de Canadá, en las que los pilotos solo pasan una vez por boxes.

Christian Horner, el jefe de Red Bull Racing, ha cargado contra la excesiva dureza de los neumáticos Pirelli, cuyo escaso desgaste provoca que, en muchas carreras, solo sea necesario un paso por boxes para cambiar las gomas. En opinión del inglés, este tipo de carreras "no son buenas" para la Fórmula 1, por lo que ha pedido a la marca italiana la llegada de compuestos con mayor degradación.