Dinero, eterno escollo de coches que consumen depósitos de billetes
Todo el problema viene de las desigualdades. Eso y las temblequeantes comisiones que perciben unas cuantas piezas clave del negocio. "¿Deporte? Er... sí, algo he visto", responde el contable que trastea con un mazo de folios con las cuentas de la velocidad, "pero el deporte es sólo la justificación, y no computa en todo esto". El problema es que lo uno sin lo otro no chuta. Es tan sencillo como que un coche corre en la medida de la cartera de su director de equipo. Saltarse esa regla si no milagroso, es propio de Dynamo, el mago ese que parece recién escapao de un concierto de rap.