La FIA ilegaliza cualquier sistema de frenada asimétrica en el eje posterior

La idea básica del frenado asimétrico es hacer que la rueda interior frene más que la exterior para provocar un efecto direccional, como si se tuvieran cuatro ruedas directrices.

No es un subterfugio nuevo. Los tanques y todos los vehículos con ‘oruga’ lo tienen. También se usa en maquinaria de obras.

Este sistema, además, ya fue empleado en F1 brevemente por McLaren en los MP4/12 de 1997 y MP4/13 de 1998 hasta que fue prohibido ese mismo año. La idea fue de Steve Nichols.

En este caso, era el piloto el que accionaba el sistema gracias a su segundo pedal de freno cuando lo creía necesario, para frenar la rueda interior. Obviamente se requería una gran sensibilidad para accionar el tercer pedal (se llevaban tres, el de acelerador, el principal de freno y el tercero del freno direccional) con el pie izquierdo.

Así, la rueda trasera interior actuaba como pivote de rotación del coche, anulando el subviraje y permitiendo girar más sin cargar las ruedas delanteras. Eso sí, los neumáticos traseros, el interior, debían acusar un sobreesfuerzo.

El sistema fue bautizado entonces como ‘brake steer’ –freno direccional–, aunque Ross Brawn le dio más tarde el nombre de 'fiddle brake'. La gran ventaja es que este sistema, como hemos dicho, permitía girar más, pero sobre todo neutralizaba rápidamente el subviraje sin tener que actuar sobre la dirección y las ruedas delanteras.

Por ahora no se sabe si algún equipo montaba un ingenio de este tipo ni tampoco si el sistema es de control ‘manual’ –quizás sería mejor decir 'podal'– o 'automático'. La FIA quizás ha reaccionado de forma preventiva ante rumores de que algún equipo lo preparaba.

El cambio reglamentario de la FIA señala claramente que, mientras puede jugarse con el reparto de frenada entre ambos ejes, el par aplicado por los frenos debe ser idéntico entre las dos ruedas del mismo eje.