Alonso se dio cuenta en el WEC "de lo maravilloso que sería tener un coche dominador en F1"

En la primavera de 2018, cuando aún era piloto de Fórmula 1, Alonso aprovechó que no había ningún choque entre el WEC y el Gran Circo ese año para ser parte de la temporada más larga de la historia del Mundial de Resistencia. Con el visto bueno de McLaren y Zak Brown, el asturiano firmó con Toyota para pilotar su coche #8 junto a Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima.

Durante aquellas diez carreras del Mundial de Resistencia, seis en 2018 y otras cuatro en 2019, Alonso pudo por fin disponer de las mejores herramientas, con mucha diferencia sobre el resto. Eso hizo que se le viniera a la mente lo maravilloso que sería tenerlas también en la Fórmula 1, pero ese caso nunca se ha dado, por ahora.

A los mandos del Toyota TS050 LMP1, que no Hypercar, Alonso se llevó el título de campeón del mundo, además de dos triunfos en las míticas 24 Horas de Le Mans, que no fueron en absoluto sus únicos, aunque sí los más destacados. El español añadió muchos trofeos a sus vitrinas a lo largo de esa supertemporada con la convicción de que los lograría, y lo haría pilotando a su antojo, si quisiera.

"Porque nunca he tenido un buen coche para dominar en algo, a parte de mi temporada en el Mundial de Resistencia con Toyota. En esa temporada me di cuenta de lo maravilloso que podría ser tener un coche dominador en Fórmula 1 también, porque puedes conseguir grandes resultados y pilotar a tu antojo", ha comentado Alonso en una entrevista con la BBC.

"Durante toda mi carrera he pilotado coches que no eran los mejores en ese momento, incluso durante mis años de campeón del mundo. En 2005, McLaren tenía el coche más rápido, pero su fiabilidad era mala y lo compensamos con ello y ganamos el Mundial. En 2006, teníamos un coche muy similar, pero Ferrari y Michael tuvieron unos abandonos más, sobre todo el del final en Japón, y ganamos el Mundial", ha añadido.

A sus 43 años y con más de 400 carreras a sus espaldas, Alonso sigue motivado, pilotando a un primerísimo nivel con la firme convicción de que llegue el año en el que por fin disponga de un coche ganador. En 2025 será muy difícil, por no decir imposible, pero 2026 es una gran oportunidad y con Adrian Newey ya en las filas de Aston Martin, hay razones para soñar con que el bólido más rápido y dominante sea verde.

"Sigo rindiendo y motivado, porque cada año tengo la esperanza de que ésta sea la temporada en la que tenga un coche rápido. Hay una generación más joven de aficionados que están llegando a la Fórmula 1 y que no saben mucho de mi y nunca me han visto ganar una carrera y se guían por los resultados, pero sigo teniendo la esperanza de que pueda demostrarles que se equivocan y tener un coche rápido en 2026", ha expresado Fernando para concluir.