Renault Captur

La segunda generación del Renault Captur presenta un agresivo rediseño con el que la firma del rombo pretende engrosar todo lo posible una cifra de ventas en la que ya figuran más de 2,2 millones de unidades.

El modelo original llegó en 2013, mientras que la segunda generación que ahora se pone al día vio la luz durante el Salón de Frankfurt de 2019, por lo que su rediseño llega nada menos que cinco años después de su llegada, una periodo inusualmente largo pero en línea con los modelos actuales, que están alargando su vida comercial mientras los fabricantes invierten en el desarrollo de modelos eléctricos.

El Captur tiene sangre española, ya que se fabrica en Valladolid, planta inaugurada en 1953 y desde la que han salido ya más de ocho millones de coches con el anagrama del rombo al frente. Además, su imagen la ha concebido el departamento de diseño que dirige la también española Paula Fabregat.

Los cambios estéticos son más notables en el exterior que en el interior, donde el paso adelante que se da tiene más que ver con la tecnología. El frontal es completamente nuevo, con faros estrechos al estilo del Mégane eléctrico, una parrilla cerrada con toques de diseño y unas luces diurnas tipo led en los paragolpes que asemejan cada una la mitad de un rombo. El capó es más alto y plano, dando mayor sensación de robustez. En el frontal se incorporan todas las ayudas al conductor -ADAS- disponibles en la marca, un total de 29 diferentes.

El lateral no cambia respecto al Captur actual, de modo que tenemos puertas, paneles y techo similares, mientras en la zaga los pilotos reciben una cobertura de color rojo y el paragolpes una nueva pieza inferior que enfatiza la anchura.

A nivel estético destaca la llegada del acabado Esprit Alpine con su aire deportivo, que se traduce en un paragolpes delantero con una gran pieza de color gris plata, bonitas llantas muli-radio de 19 pulgadas y un acabado general más deportivo.

La gama de motores se reduce al dejar de ofrecerse la versión diesel dci de 100 caballos de potencia, que se suma al híbrido enchufable, que dejó de venderse ya en 2023. Se quedan en la gama cinco motores: el completamente híbrido con 145 caballos, los dos 1.3 turbo micro-híbridos con 140 caballos y cambio manual o 160 caballos y cambio automático, y dos motores 1.0 turbo, con 90 caballos, en versiones GLP o gasolina. Todos tienen etiqueta eco menos el gasolina de 90 caballos, que luce la etiqueta C. Sí hay cambios técnicos con nuevos reglajes de suspensión y dirección para mejorar el confort y la agilidad en carretera, algo que debemos comprobar cuando llegue la presentación dinámica.

El interior del Captur también mejora, con un cuadro de mandos digital y una pantalla central vertical de 10,4 pulgadas de serie en toda la gama con el sistema 'OpenR Link' de la marca con aplicaciones nativas. Las versiones Esprit Alpine cuentan con asientos y acabados deportivos y remates con la bandera de Francia.

La gama se simplifica hasta reducirse a nueve versiones, con motores de 90 caballos y GLP para el acabado básico Evolution, todos los motores para el acabado intermedio Techno y solo los dos motores más potentes, de 145 o 160 caballos, para la terminación Esprit Alpine. 

Los precios se conocerán en pocos días y las primeras entregas a clientes serán en el próximo mes de junio, momento en el que veremos su el Captur, como le ha ocurrido al Clio, repunta en sus ventas con este nuevo y atrevido rediseño.

Entre los rivales del Captur se encuentran modelos como el Hyundai Kona, el Peugeot 2008 o el Seat Arona. Este último, de hecho, fue el B-SUV más vendido de 2023, y por tanto uno de sus principales rivales en el mercado español.